Periodo de Meca
570-622
Los
primeros Ansâr
También
durante la peregrinación anual, el Rasûl (s.a.s.) se encontró con seis
habitantes de Yazrib (la futura ciudad de Medina), todos ellos pertenecientes a
la tribu de los Jazraÿ. Muhammad (s.a.s.), como hacía siempre, los invitó al
Islam y les recitó pasajes del Qur-ân. Admirados, los seis peregrinos
abrazaron el Islam y aceptaron a Muhammad (s.a.s.) como Mensajero de Allah (Rasûlullâh).
De vuelta a Yazrib, se convirtieron en propagadores del Islam y lo difundieron
entre sus conciudadanos. La ciudad estaba dividida en dos tribus entre las que
surgían frecuentes rivalidades: Los Jazraÿ y los Aws.
Los
Jazraÿ estaban aliados con los Banu Quraida y los Banu Nadir, dos tribus judías
que ocupaban unas fortalezas en los alrededores de la ciudad. Los judíos
llevaban años anunciando la proximidad del advenimiento de un nuevo profeta.
Estos anuncios, que se hicieron populares entre los habitantes árabes de la
ciudad, favorecieron la posterior propagación del Islam. Sin embargo, los judíos
serán sus más acérrimos enemigos en el futuro ya que esperaban un profeta de
su propia raza.
El
Rasûl Muhammad (s.a.s.) llamará Ansâr a los musulmanes de Medina (Yazrib). Ansâr
significa auxiliadores, porque serán
los que acojan a los musulmanes de Makka cuando estos abandones la ciudad. El
singular de Ansâr es Ansarí.
En
resumen, el Rasûl (s.a.s.) no limitaba su mensaje a los miembros de su tribu o
ciudad. Quiso desde el principio que el Islam estuviera por encima de cualquier
frontera. Como veremos, será fuera de Makka donde el Islam tendrá un éxito
definitivo. Es decir, el Islam no surgió para pertenecer a ningún grupo humano
concreto. Esto queda mucho más claro cuando analizamos la situación que se
daba en Yazrib (Medina): se trababa de
una ciudad compuesta de árabes y judíos, a los que se van a sumar pronto los
musulmanes procedentes de Makka. Lo que va a dar coherencia a Medina será el
Islam. Será en este ambiente tolerante y cosmopolita donde Muhammad (s.a.s.)
realizará su misión, la de unir a los hombres en el seno de una identidad
distinta a la racial o tribal.
Antes de que fraguase todo lo anterior, haría falta aún que se produjera una experiencia poderosa, y que tendrá lugar en este periodo preparatorio, dejando su huella en los acontecimientos posteriores. Se trata del "Viaje Nocturno", acontecimiento en el que Muhammad (s.a.s.) se hace consciente de su función, la de integrar a la humanidad en una única Nación (Umma). Ese acontecimiento extraordinario es de lo que hablaremos a continuación. Después de ese "Viaje", el Islam se irá cristalizando en una realidad de proyección universal.