HISTORIA DEL ISLAM
por Loli Soler
(1)
LOS INICIOS (570-632)
ARABIA
PREISLÁMICA
La
península de Arabia, está situada en el sudoeste de Asia. Limita al norte con
Jordania e Irak, al sur con el océano Indico, al este con el golfo Pérsico y
al oeste con el mar Rojo. Tiene una extensión de unos tres millones de
kilómetros cuadrados.
Para
su estudio, Tolomeo la dividió en tres zonas: La Arabia desierta, la Arabia pétrea
y la Arabia feliz. Años más tarde se dividió en seis zonas geográficas, que
son las siguientes: El HIYAZ, a lo largo del mar Rojo, el YEMEN, al sur del
Hiyaz , el HADRAMAWT, al sur, el OMÁN, al sudeste, el AHSA, a lo largo del
golfo Pérsico y el NAYD, en el centro.
En
el centro de le península, hay una gran meseta y numerosos desiertos y estepas.
Destacan el gran desierto de Nufud, de arenas rojas, las estepas de Nayid y
Yamama, con fértiles oasis y el gran desierto de Rubi Al Hali, llamado también
Al-Dahna ,la roja, por el color leonado de sus arenas.
Las
regiones costeras forman un marco montañoso, empezando por Omán, país de fértiles
valles y seguros fondeaderos, patria de audaces marinos. Al sur los altos montes
de la costa de Hadramawt, donde descargan sus aguas las nubes del monzón. Al
oeste, paralelas al mar, se encuentran las cordilleras de Yemen e Hiyaz. La
estrecha zona de tierras bajas que las separan del mar Rojo, se llama Tihama.
El
clima es templado en las regiones montañosas del sur y cálido en la costa
norte occidental.
Entre
los cultivos de la zona, se encuentran: Cafetos, algodón, caña de azúcar,
plantas de aromas preciosos y árboles frutales.
Su
fauna está compuesta por: Leopardos, lobos, zorros, gacelas, asnos, ovejas
cabras y sobretodo, camellos y caballos. (Los caballos árabes, son los más
hermosos del mundo).
En cuanto a minerales, el terreno es aurífero.
Población
y vida social
Este inmenso país, estaba habitado por beduinos, que
ocupaban las regiones central y septentrional. En el sur, de clima más húmedo
y suelo más favorable para el cultivo, se habían fundado ciudades y
constituido pequeños estados cuya economía dependía exclusivamente de la
agricultura.
Los beduinos eran nómadas que vivían del pastoreo y del
comercio de caravanas. Estaban agrupados en pequeñas tribus mandadas por
un jeque. Los miembros de cada tribu, eran solidarios entre si, se mostraban
liberales, hospitalarios y eran capaces de cualquier sacrificio, por sus
parientes y amigos. Esto daba lugar a luchas entre las tribus, pues consideraban
ofensa propia, cualquier agravio inferido a un miembro de su tribu.
Los acontecimientos históricos que dieron origen al Islam, se
desarrollaron principalmente, en la región del Hiyaz, situada entre el mar Rojo
y la meseta de Nayd. Las principales poblaciones era Yatrib (llamada luego
Medina), la Meca y al- Ta’if. Entre las poblaciones de los oasis y de la
costa, se encontraban: Aviar, Tabuk y Tayma’.
Vida
religiosa y política
Por su manera de vivir y su constante atención al cielo, de día y de
noche, los árabes sabían el curso de los astros, su orto y ocaso. Debido a
eso, sus primeros dioses, fueron los astros. Los adoraban y cada tribu tenía un
astro protector. También adoraban a los betilos, que eran piedras en las que se
suponía habitaba la divinidad. Concurrían a los lugares de culto más famosos,
donde ciertos meses del año, declarados sacros, se celebraban fiestas y ferias.
Los hanif, eran árabes que sin ser cristianos, adoraban a un solo
dios y eran ascetas.
Una de las ciudades donde se reunían en los meses sacros, era Makka
(Meca), ciudad que se formó cerca del oasis de Yazrib, alrededor del pozo
llamado Zamzam. Esta ciudad fue creciendo en importancia y en ella se asentó la
tribu (qabila) de los Quráish. Los quraishies, eran descendientes de Ismael,
hijo de Abrahán y eran politeístas. Construyeron un templo de forma cúbica
que se llamó “Kâba” y por expreso mandato de Abrahán, se reunían en ese
templo una vez al año, para adorar a un único dios.
Unos dos mil años antes de la era cristiana, en tierras del Yemen,
existió una brillante civilización, el reino de Saba.
Siglos más tarde en el reino de los Himyaríes, fueron entrando judíos
y cristianos que constituyeron grupos de cierta importancia y la lucha de estos
grupos acabó con dicho reino y dio lugar a la invasión de los abisinios, que
poco después fueron expulsados por los persas. El gobierno persa, duró hasta
los primeros tiempos del Islam.
En el norte de Arabia, las ciudades de Petra y Palmira, gozaron de gran
prosperidad, debido a la actividad comercial. En el año 106 de la era
cristiana, el emperador romano Trajano, se apoderó de Petra y fundó la
provincia romana de Arabia.
Aproximadamente, en el año 480 de la era cristiana, existía en el
centro de Arabia, el reino de Kinda.
Los árabes prácticamente, escaparon de las conquistas de Ciro, de
Alejandro y los romanos y
conservaron la vida patriarcal, que aprendieron
de sus abuelos, que eran descendientes de Ismael.
Eran excelentes arqueros y diestros en el manejo de la espada y de la
lanza y vendían sus servicios a los reyes de Egipto, Persia y Siria. Estaban
orgullosos de su ascendencia ismaelita, de su lengua y de su libertad
patriarcal.
MUHAMMAD. BIOGRAFÍA
(570-632)
Pocos hombres han dejado en la
historia una impronta tan grande, como la de Muhammad, el profeta de Allah. Los
árabes convertidos a la religión que él predicaba, conquistaron extensos
territorios y derrotaron ejércitos de imperios milenarios. Surgió una cultura
nueva en la que las viejas tradiciones, se fundieron con las aportaciones árabes.
Un libro sagrado el Corán, se
convirtió en la guía para millones de seguidores y en la actualidad, sigue
vigente para millones de personas.
Su biografía, cuenta con dos fuentes importantes: el Corán y la Sira de
Ibn- Ishaq. También incluyeron en sus obras históricas, amplios extractos de
la vida del Profeta, Al-Tabari y Al-Waqidi.
Muhammad, nació en Makka (Meca) en el año 570. Sus padres eran de
condición humilde y su alumbramiento ocurrió dos meses después de la muerte
de Abdullah su padre. Fue pues, hijo póstumo. Aun no había cumplido los seis años
cuando falleció Amina, su madre. Al quedar huérfano se hizo cargo de él su
abuelo y más tarde su tío Abu-Talib.
Se dedicó al pastoreo y a acompañar caravanas, hasta que a la edad de
veinte años, pasó al servicio de una viuda rica, llamada Jadiya. A los
veinticinco años de edad, se casó con Jadiya. De este matrimonio, nacieron
cuatro hijas y dos hijos, pero sobrevivió sólo una hija, llamada Fátima.
Muhammad, solía retirarse al monte Hira, para hacer meditaciones religiosas. A la edad de cuarenta años y cuando se encontraba en el monte Hira, haciendo meditación, tuvo las primeras revelaciones.
Sucedió durante el mes de Ramadán del año 6l0 de la
era cristiana. Ibn Ishâq, el biógrafo más antiguo del Profeta, menciona como
el mismo Muhammad cuenta la experiencia de la primera revelación: “Una noche,
estando yo dormido, vino el ángel Gabriel (Yibril) con un paño de brocado en
el que había algo escrito y me dijo en alta voz: “-¡Iqrâ’, (lee)”! Yo
respondí:- no se leer. Entonces me apretó de tal modo con el paño, que creí
que era la muerte. Luego me soltó y dijo: - “¡lee!”. Esta escena se repitió
tres veces y por fin pregunté:-¿qué he de leer? Entonces Yibrîl me soltó y
me dijo:”¡ lee con el Nombre de tu Señor que ha creado, que ha creado al ser
humano a partir de un coágulo! ¡Lee, pues tu Señor es el más generoso, el
que ha enseñado con el cálamo, ha enseñado al ser humano lo que no sabía!
“. Luego el Ángel se fue y me dejó. Desperté de mi sueño y era como si se
hubiera grabado algo en mi corazón. Salí y cuando estaba en medio del monte, oí
una voz del cielo que decía:-“¡oh Muhammad, Tú eres el enviado de Allah y
yo soy Yibril¡”. Alcé la cabeza mirando al cielo y vi a Yibril en forma de
hombre con ambos pies en la línea del horizonte.
Me detuve a contemplarle sin avanzar ni retroceder. Me puse a
apartar de Él mi vista por todo el horizonte del cielo y no había punto del
horizonte donde no lo viese de aquella manera”.
Esta escena se
quedó grabada en Muhammad, y cuando volvió a su casa, confió a su esposa y a
sus más allegados lo ocurrido.
Así fue como
comenzó la revelación del Corán. Los musulmanes lo recuerdan y lo celebran
cada año, una noche determinada del mes de Ramadán. Es la noche del
destino (laila al qadr).
Este fue el
inicio de una religión, el Islam, que se encuentra recogida en un libro, el Corán,
que se formó con las revelaciones que Allah, a través de Yibril, le hizo
llegar a Muhammad, durante veinte años.
El Islam, nació
en una sociedad en la que no existía ningún tipo de estado. Muhammad, predicó
una religión que enuncia los deberes del hombre hacia Allah, hacia sí mismo y
hacia los demás. Una religión que concierne a todas las
manifestaciones de la vida. Abarca al hombre, tanto en su vida individual, como
en su vida comunitaria.
Tres puntos
doctrinales, definen a esta religión: En primer lugar, la existencia y la
unicidad de Allah, es decir, un ser divino único, perfecto y eterno.
En segundo
lugar la afirmación de la creación misma. Allah
creador de todo el universo y de todos los seres que en él existen.
El tercer
principio se refiere al destino del hombre. Toda la historia humana, concluirá
el día del Juicio Final y hay que estar preparado para ese día.
Además de
estos principios doctrinales, incluye el Corán cinco prescripciones rituales:
En primer lugar, el principio fundamental del Islam, el testimonio de la fe islámica,
el reconocimiento de la unidad y unicidad de Alláh y del carácter profético
de la misión de Muhammad. En segundo lugar, la azala ( al salat) que es un acto
de alabanza a Allah, que los musulmanes realizan cinco veces al día. El tercer
precepto es la limosna (al zacat) que se destina a ayudar a los musulmanes que
lo necesiten. La cuarta obligación es la de ayunar durante el mes de Ramadán y
por último la peregrinación, al menos una vez en la vida, a la ciudad santa de
Makka ( La Meca).
Durante los dos
años siguientes a la primera revelación, Muhammad guardó silencio respecto a
su experiencia. Recibió nuevas revelaciones, pero solo las compartía con su
esposa Jadiya y con su primo Waraq Ibn Nawfal. Poco a poco fue predicando y
ganando conversos, entre los que se encontraban, su primo Ali Ibn Abu Talib, su
amigo Abu Bakr y el joven mercader de la familia de los Omeyas, Ozman Ibn Affan.
Fue aumentando el número de seguidores, que en su mayoría procedían de los
clanes más pobres y en poco tiempo, unas 70 familias, se convirtieron al Islam.
Al principio,
los hombres más poderosos de Makka, ignoraron a Muhammad, pero poco a poco, se
sintieron molestos, porque sus predicaciones iban en contra de sus creencias y
de sus intereses comerciales y ponían en peligro sus esfuerzos para atesorar
riquezas.
Creció la
oposición, encabezada por Abu Al-Hakam, Abu Sufyan, hombre inteligente y amigo
de Muhammad y el pagano Suhail Ibn Amr, que temían que Muhammad estuviera
conspirando para hacerse con el liderazgo de Makka. Las relaciones se
deterioraron hasta tal punto, que durante dos años se prohibió a los Qurayshies,
casarse o comerciar con el clan de Muhammad. Se cree que la muerte de la esposa
del profeta, Jadiya, y la ruina económica de algunos musulmanes, fueron debidas a
estas prohibiciones.
La situación
se estaba haciendo insostenible, así que Muhammad se mostró dispuesto a
recibir a una delegación de jefes de tribus de Yatrib, una población agrícola
situada a unos cuatrocientos Km. Al norte de La Meca. En esta ciudad, varias
tribus tenían problemas de convivencia y pensaron que las ideas que predicaba
el Profeta, podían ser la solución.
Los enviados de
Yatrib, que se entrevistaron con Muhammad, durante el haÿÿ ( la reunión anual
en la Meca) de 620, se convirtieron al Islam y prometieron a los musulmanes que
no lucharían entre si y que se defenderían unos a otros de los enemigos
comunes.
En el año 622
de la era cristina, los musulmanes salieron de La Meca, y se fueron a Yatrib.
Muhammad, cuyo protector había muerto hacía poco, estuvo en peligro de ser
asesinado antes de que lograra escapar acompañado de su amigo Abu Bakr.
La emigración,
(hégira o hijra), marca el inicio de la era musulmana, ya que fue
entonces cuando Muhammad logró poner
en marcha el ideal coránico. La ciudad de Yatrib, se llamó desde entonces,
Madinat Al-Nabi,
(
la ciudad del profeta).
Poco tiempo después de la llegada de Muhammad a Medina, se proclamó el
edicto conocido como “Constitución de Medina” que en su artículo segundo
establecía que ”los creyentes constituyen una comunidad única, distinta de
la de los otros hombres” Esto suponía la superación del orden tribal de la
sociedad nómada de la Arabia preislámica y establecía los fundamentos de la
nueva institución que surgió del Islam, la Umma
o comunidad de creyentes, con su ordenamiento jurídico.
La Umma,
completó las costumbres sociales existentes en Arabia: mantuvo
prácticas en materia de propiedad, de matrimonio y de relaciones entre miembros
de la misma tribu. Fue un organismo político con significación esencialmente
religiosa. Por eso, esta comunidad fue desde sus orígenes un Estado que se
transformó en Imperio. Fue una teocracia igualitaria y laica: Teocracia, porque
el poder político era detentado por Allah, en el que residía la soberanía y
administrado por el Profeta, que había recibido su autoridad y su ley,
dependiendo el poder temporal del poder espiritual; igualitaria porque reconoció
la igualdad de todos los creyentes; y laica, porque no existía Iglesia ni
sacerdocio, sino sólo doctores de la ley, los Ulemas
, a los que se consultaban cuestiones religiosas, sociales, jurídicas y políticas,
ejerciendo un derecho que pertenece a todo musulmán apto para ello, el de
juzgar la conformidad o no de un acto, con la ley promulgada.
Muhammad, construyó en Medina una sencilla mezquita. Era una construcción
circular y austera. Tres troncos sustentaban el techo, una piedra señalaba la
qibla, o al-qibla (es decir, la dirección de la oración, que se orientaba
hacia Jerusalén) y el profeta se encaramaba en un tronco de árbol para
predicar. Había también un patio donde los musulmanes se reunían para tratar
todos los problemas de la umma, tanto religiosos, como sociales, políticos y
militares. Muhammad y su familia, vivían en pequeñas chozas alrededor del
patio. Entre las esposas que tuvo Muhammad en Medina su favorita fue Aisha, la
hija de Abu Bakr.
Muhammad
trabajaba en estrecha armonía con las tribus judías y hacía todo lo
posible por acercar el Islam al judaísmo, e incluso introdujo algunas prácticas,
como la oración comunitaria de los viernes por la tarde. Pero las relaciones se
fueron deteriorando, pues los judíos de Medina, se negaron a reconocerle como
auténtico profeta y decían que la época de las profecías, ya había pasado.
También estaban disgustados porque Muhammad, poco a poco, se iba convirtiendo en una persona influyente. Se sentían
degradados y decidieron librarse de él.
Era pues
evidente para Muhammad, que la mayoría de los judíos de Medina, jamás se
reconciliarían con los musulmanes, por lo que decidió que el salat se hiciese
orientados hacia La Meca y no hacia Jerusalén. El cambio de la al-qibla,
equivalía a una declaración de independencia. Al apartar la vista de Jerusalén
y mirar hacia la Kaaba que no tenía conexión ninguna con el cristianismo ni
con el judaísmo, los musulmanes ponían de manifiesto su intención de volver
al originario monoteísmo puro de Abraham.
En Medina, los
recursos eran escasos y Muhammad y los emigrantes de La Meca, que se habían
visto obligados a abandonar sus casas y todas sus pertenencias, no tenían
trabajo ni medio de subsistencia, así que decidieron asaltar a las ricas
caravanas de comerciantes mequies, lo que les proporcionaba unos buenos
ingresos. Muhammad guió a un grupo de musulmanes hasta la costa, para
interceptar a una gran caravana mequí. Los quraysíes enviaron un ejército
para defender la caravana, pero las tropas de Muhammad que estaban mejor
entrenadas, derrotaron a los mequíes en el pozo de Badr. Este triunfo de los
musulmanes, tan inesperado, impresionó a las tribus beduinas.
Después de
este triunfo, vinieron tiempos de desesperanza para la umma, pues tuvieron que
luchar contra los paganos de Medina que querían expulsarlos de la ciudad y
contra los ejército de Abu Sufya, que desde Makka, había lanzado importantes
ofensivas contra los musulmanes, con el objetivo de aniquilarlos. La umma, fue
derrotada por los mequíes en la batalla de Uhud, pero dos años después, los
musulmanes derrotaron a los mequíes en la batalla de Las Trincheras, llamada así,
porque Muhammad
Protegió
a la población cavando zanjas alrededor de Medina. Esta nueva estrategia,
provocó la confusión de los qurayshíes y su derrota.
Las tribus nómadas
empezaron a admirar a Muhammad y deseaban convertirse en aliados de la umma.
Muhammad, fundó una confederación tribal a la que se iban incorporando las
tribus y que juraban respetarse unos a otros y luchar contra los enemigos
comunes. Esto favoreció la supervivencia de la umma.
Muhammad quería
conquistar Makka, pero lo quería hacer de forma pacífica, ya que el Corán
enseñaba que la guerra no era buena y que los musulmanes debían utilizar todos
los medios a su alcance para restaurar la paz. Anunció que
El y un millar de seguidores, irían a Meca en peregrinación, que irían
sin armas y con las tradicionales ropas blancas. Los Quraysíes, que eran los
guardianes de la Kaaba, estaban obligados a respetar a los peregrinos, pero
mandaron un ejército para que los atacaran antes de llegar a la ciudad.
Fracasaron en el intento y los peregrinos llegaron a las inmediaciones de la
Kaaba, acamparon en Hudaybiya y esperaron acontecimientos. Ante esta situación,
los Qurayshíes se vieron obligados a firmar un tratado con la umma. Este
triunfo pacífico de los musulmanes hizo que aumentara considerablemente el número
de seguidores.
En el año 630
de la era cristiana, los Qurayshíes violaron el tratado y atacaron a una tribu
confederada. Aprovechó Muhammad la ocasión y marchó sobre Makka, acompañado
de un ejército de diez mil hombres. Los qurayshíes se asustaron y se
rindieron. Conquistó pues Muhammad La Meca, sin derramamiento de sangre.
Destruyó los ídolos que rodeaban la Kaaba y la consagró a Allah, el único
Dios y dio un significado islámico a los antiguos ritos paganos, vinculándolos
a la historia de Abraham, Agar e Ismael.
Cuando murió Muhammad, en el año 632, casi todas las tribus de Arabia se habían unido a la umma y dado que los miembros de la umma no podían atacarse unos a otros, la época de guerras tribales había terminado. Muhammad había conseguido que la paz reinara en Arabia.