SUBVERTIR EL ISLAM

LA FUNCION DE LOS CENTROS RIENTALISTAS

Dr. Ahmad Ghorab

 

CONCLUSIÓN

 

    Ahora debería quedarle claro a cualquier lector musulmán que el objetivo de estos nuevos centros de estudios orientalistas del Islam es incurablemente pernicioso. No es bueno esperar que, en su momento, con una más paciente y prolongada sumisión a las perspectivas y propósitos de los secularistas y misioneros protestantes, de un modo u otro el Islam pueda ser finalmente tolerado en el mundo occidental. Eso no ocurrirá. No es nada bueno que creamos que debido al llamado a la mutua comprensión entre “el Islam y el occidente” hecho por el Príncipe Carlos -patrocinador del Centro Oxford para “Estudios Islámicos” y futuro jefe de la Iglesia Anglicana- en el Teatro Sheldonian en la Universidad de Oxford (27), nos hemos introducido realmente en una nueva era de entendimiento. Estamos lejos de ello. Si estudiamos algo de la historia pasada y presente de los musulmanes, veremos que todo eso tendrá por objeto, muy probablemente, conseguir que sean los musulmanes los que se acomoden económica, política, social y moralmente a las normas que occidente entienda necesario mantener para preservar su dominio mundial.

 

    El primer deber de los musulmanes es descubrir qué amenaza a la Umma, cómo es instrumentada la amenaza, cuáles son sus dimensiones y sus recursos. Gracias a Dios, he avanzado algo en ese camino con este libro. Sin embargo, no alcanza con solamente conocer lo erróneo y sentirse mal por ello. Es parte de la conciencia musulmana dar los próximos pasos necesarios, es decir, proclamar y publicar lo que es incorrecto, de modo que la gente esté completamente informada del peligro que le rodea y empiece a surgir en la comunidad la voluntad de hacer algo al respecto. Todo musulmán que lea este libro y concuerde con el tenor general de sus argumentos, después de la debida consideración de su contenido, está obligado como musulmán a informar a otros musulmanes, en particular a los imames, eruditos, maestros, estudiantes, etc., o sea, especialmente a quienes tienen influencia en la comunidad. Más aún, el lector musulmán está moralmente obligado a esforzarse por ser persuasivo, es decir, persistir convenientemente en la tarea de proclamar y difundir.

 

    La mayor obligación es rectificar lo que está desviado. En este caso eso significa sentarnos junto a determinados musulmanes a discutir estos temas para establecer después la manera apropiada de llegar al resto de la comunidad con las perspectivas correctas de la historia y de la civilización islámicas. A cualquier musulmán que intente hacer esto se le negará apoyo económico así como posibilidades y avales. Esto se puede anticipar sin temor a equivocarnos. Sin embargo, en la mayoría de los países, los musulmanes son libres para organizarse informalmente, en pequeños círculos; para aprender el Corán y la Sunnah; para invitar a oradores bien informados y para leer historia islámica. Programas de actividades hechos con esa humildad de objetivos, de manera paciente e inteligente, es decir, no abandonándolos ante el primero o segundo problema, podrán conducir eventualmente, si Dios quiere, al establecimiento de una institución informal para un aprendizaje más elevado. Si entonces se produce la vinculación con otras reconocidas y bien fundadas instituciones musulmanas existentes en países musulmanes, podría comenzarse a recorrer un sendero confiable en la preparación de eruditos musulmanes para el futuro. Este es un camino que requiere mucho sacrificio, especialmente a la juventud. Puede ser difícil apartarse de la atracción que producen el prestigio y los premios financieros que suelen ofrecer las instituciones académicas occidentales a los eruditos musulmanes que se adaptan a las mismas. Pero si somos capaces de oponernos o neutralizar efectivamente la influencia perniciosa de esos nuevos centros orientalistas dirigidos en parte por colaboradores musulmanes y sostenidos económicamente en parte por gobiernos supuesta o nominalmente islámicos, también seremos capaces de encontrar esos musulmanes dispuestos a hacer el sacrificio por la auténtica difusión del Islam, por la auténtica formación de eruditos musulmanes.

 

    El Corán ha advertido de manera totalmente inequívoca acerca de las intenciones de la Gente del Libro: “A muchos de la gente de la Escritura les gustaría hacer de vosotros infieles después de habérseles manifestado la Verdad ...” (2:109); “Ni los judíos ni los cristianos estarán satisfechos de ti mientras no sigas su religión. Di: ‘La dirección de Dios es la Dirección’. Ciertamente, si sigues sus pasiones después de haber sabido tú lo que has sabido, no tendrás amigo ni auxiliar frente a Dios” (2:120).

 

    Pero Dios ha dicho también en Su Libro que los creyentes no deberían ser intimidados por el poder aparente de los enemigos del Islam ni por la apariencia de que los mismos están unidos en su oposición al Islam. Buscan agitar la guerra y la destrucción desde posiciones que piensan inexpugnables. En realidad, son débiles, están divididos y sus modos de pensar carecen de discernimiento cierto: “No combatirán unidos contra vosotros, sino en poblados fortificados o protegidos por murallas. Sus disensiones internas son profundas. Les creéis unidos, pero sus corazones están desunidos. Es que son gente que no razona” (59:14).


    Las circunstancias en las que se encuentran hoy día los creyentes, las desigualdades a las que se ven sometidos, los enemigos internos y externos, son todos pruebas y exámenes del nivel o categoría de su creencia. Porque no debe suponerse que por decir “creo” el creyente no va a ser puesto a prueba en lo que afirma. No es suficiente decirlo sino que hay que demostrarlo: “¿Piensan los hombres que se les dejará decir ‘¡Creemos!’, sin ser probados?” (29:2).

wa l-hamdu li-llahi rabbi l- alamin

ACERCA DEL AUTOR

    Extracto traducido (al inglés primero, y ahora al castellano) de “Informe de la Organización Árabe para los Derechos Humanos, 1993: Arabia Saudita”:
... y el Dr. Ahmad Abd al-Hamid Ghorab se encontró con que le habían cancelado el contrato con la Universidad Rey Saud debido a sus puntos de vista sobre los orientalistas y el Islam, y debido a su oposición al aliento o estímulo de las autoridades sauditas en favor del establecimiento de centros orientalistas para el estudio del Islam. Fue expulsado del Reino. También fueron expulsadas de la Universidad sus dos hijas (estudiantes).


En Arabia Saudita es una precondición tener permiso de las tres siguientes autoridades para dar una conferencia o realizar un seminario:
1.- Del gobierno del distrito.
2.- Del superior general de la administración de investigación y fatwa (es decir, autorización del Sheikh Bin Baz).
3.- Del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.


Los reglamentos de la Universidad obligan a todo miembro de su dirección evitar involucrarse en discusiones políticas. Fue emitida una circular secreta a todos los vicecancilleres con el objeto de prohibir cualquier discusión de la posición tomada por Arabia Saudita frente a la Conferencia de Paz de Madrid y en su relación con Israel... 

 


NOTA   DEL TRADUCTOR AL CASTELLANO


       Cuando estábamos en los tramos finales de la traducción de éste libro, nos llegó la tristísima noticia del fallecimiento del Dr. Ghorab (la Misericordia de Dios sea con él), magnífico ejemplo de musulmán por su inclaudicable posición en la defensa de la pureza del Mensaje Revelado al Amado Profeta Mohammad (BP).


    No cabe duda alguna que el movimiento islámico y el mundo musulmán perdieron a un hombre de elevada estatura espiritual y moral, a un erudito e intérprete de la doctrina sagrada, a un estudioso de alto nivel de la filosofía islámica y las religiones comparadas, materia ésta en la que se distinguió singularmente con su trabajo sobre el filósofo musulmán Abul Hasan al-Amiri, otro scholar que se dedicó con anterioridad al mismo tema.


    El Dr. Ghorab escribió asimismo una serie de libros sobre distintos aspectos de la filosofía islámica, como ser Human Character in the light of the Quran and Islam and Science.


    A diferencia de otros musulmanes, el Dr. Ghorab fue particularmente consciente de la enemistad que el mundo materialista y ateo, liberal y neo liberal, ha abrigado siempre hacia el Islam, así como del papel representado por los llamados orientalistas, dirigidos por las grandes potencias, con el objeto de minar y destruir el Islam.


A pesar de sus serios problemas de salud, el Dr. Ghorab continuó activo y preocupado aportando a la causa de la Verdad.


    Fue miembro fundador del Parlamento Musulmán Británico y esclarecido participante, admirado por las contribuciones brindadas.


Dejó tras de sí una gran obra -escrita y no escrita-, una amplísima actividad catedrática y un importante trabajo vertido en el Instituto Musulmán, donde fue un estrecho colaborador del recientemente fallecido Dr. Kalim Siddiqui, quien fue director del mismo y líder del Parlamento Musulmán Británico. Quiera Dios Todopoderoso otorgarles a ambos un bello lugar en el otro mundo.


    El Dr. Ghorab nació en la aldea egipcia de Giza, cerca de El Cairo, el 1º de mayo de 1926. Estudió tanto en la Universidad de Al-Azhar como en la Universidad de El Cairo y se graduó en ambas. Luego se dirigió a Oxford, donde obtuvo el doctorado en filosofía en el año 1960.
    A partir de entonces enseñó en una serie de universidades, entre las que se cuentan Oxford, El Cairo, Mosul (Irak), Kano (Nigeria), Islámica de Constantina (Argelia) y Rey Abdul Aziz (A.Saudita).


Su último trabajo lo desarrolló en la Universidad Rey Saud en Riyadh (Arabia Saudita), desde 1985 a 1990, de donde fue prácticamente expulsado debido a sus puntos de vista, muchos de los cuales están expresados en este libro. Desde allí se dirigió a Inglaterra, lugar en el que vivió hasta su muerte, acaecida el 21 de Octubre del corriente año. Que Dios sea misericordioso con él.

 


APENDICE
ACTUALIZACION A MAYO DE 1994

   

Los sostenedores del Centro Oxford para “Estudios Islámicos” y de la política general que facilita la colaboración entre los eruditos musulmanes y los orientalistas y misioneros protestantes, han sido llevados a una situación privilegiada en Arabia Saudita. En contraste, quienes tuvieron el coraje de hablar contra la política saudita, especialmente contra las violaciones del gobierno saudita a los derechos humanos, fueron destituidos de sus puestos y/o arrestados y mandados a prisión. Damos unos pocos ejemplos específicos. Por un lado tenemos:
 

1.- Abdullah Nasif. Promovido por el rey Fahd al puesto de vicepresidente del majlis ash-Shura, la llamada “asamblea consultiva”.
 

2.- Abdullah al-Turkí. Promovido a ministro del Ministerio de Asuntos Islámicos recién creado. (Hace poco dio una conferencia en Londres sobre la Dawah (la difusión del Islam), donde se presentaron y distribuyeron escritos animando e impulsando   la colaboración con los orientalistas).
Por otro lado tenemos:
 

3.- Dr. Safar al-Hawali. Anteriormente jefe del Departamento de Aqidah (credo islámico) de la Universidad de Umm al-Qura y autor de una larga carta al Sheikh Bin Baz, que fue publicada, en la cual objeta la ocupación de las tierras santas por los kuffar. Fue privado de su pasaporte, destituido de su puesto y encarcelado.


4.- Algunos otros arrestados y encarcelados:
          ¤ Dr. Ahmad Tuwaijri, Profesor de Ciencia de la Educación  en la Universidad Rey Saud.
          ¤ Dr. Abdul Aziz al-Wuhaibi, Profesor de Física en la Universidad Rey Saud.
          ¤ Dr. Sad al-Faqih, Profesor ayudante en la Facultad de Medicina de la Universidad Rey Saud.
          ¤ Dr. Muhsin al-Awaji, Profesor ayudante en la Facultad de Agricultura de la Universidad Rey Saud.
          ¤ Dr. Salih al-Wuhaibi, Catedrático en Literatura en la Universidad Rey Saud.


5.- Algunos otros nombres de musulmanes que fueron removidos de sus puestos, se le cortaron las líneas telefónicas y de fax y se vieron impedidos de seguir trabajando debido a que forman el Comité Para la Defensa de los Derechos Legítimos Según la Saricah:
          ¤ Dr. Muhammad al-Masari, Profesor de Física en la Universidad Rey Saud y vocero del Comité. Actualmente está procurando conseguir asilo político en Gran Bretaña.
          ¤ Sheikh Abdullah al-Masari, padre del anterior, juez alejado de su cargo y anteriormente jefe del Tribunal de Reclamos (Diwan al-Mazalim).
          ¤ Dr. Abdullah al-Hamid, Profesor de la Universidad Imam en Riyad, la cual se dedica a los estudios islámicos.
         ¤ Dr. Abdullah al-Tuwaijri, Profesor  de la Universidad Imam en Riyad.
          ¤ Hamad al-Sulayfih, funcionario de alto rango en el Ministerio de Educación.
          ¤ Sheikh Abdullah al-Jibrin, antiguo miembro de la administración de investigación y fatwa, bajo el Sheikh Bin Baz.
          ¤ Suleiman al-Rashudi, Abogado. Se le clausuró el despacho donde atendía y se le impidió seguir trabajando.

 

 

APENDICE II  (DEL TRADUCTOR AL CASTELLANO)

Intercambio Epistolar
BISMILLAH
Oxford, September 24 th. 1996.-
Dear brother Abu Darr:
Assalamu alaikum wa rahmatu llah.
                                                Thank you very much for your letter dated Sept. 5 1996 ...
                                                Please, print your translation of my book there, in Argentina. You have my permission to do so ...
                                                 Please, send me a few copies of it when it is published.
Thank you.
                                           Your brother in Islam:
                                                                                 Ahmad Ghorab


OBSERVACIONES DEL
TRADUCTOR AL CASTELLANO

 

    En realidad mi deseo es hacer dos observaciones sobre este magnífico libro.

 

    La primera se refiere a algo particular que se menciona en esta obra pero que no hace a una crítica o comentario de su contenido, lo cual me mueve a esta aclaración. Sin embargo, sí tiene que ver con el tema central del libro, es decir, con los métodos que usan propios y extraños para anonadar el Islam. Y digo esto porque puede haber gente que piense que lo que planteo es algo “fuera de lugar”, “sin relación con el libro”, etc. También es posible que se me critique por tocar temas “internos” de manera pública, es decir, “por no lavar los trapos en casa”, con lo cual tampoco estoy de acuerdo. Por el contrario, creo que quienes plantean esas objeciones tienen una concepción equivocada de las cosas o actúan en defensa de un determinado status quo que puede convenir a algunos pero que no beneficia a una amplia y efectiva difusión del Islam. En todo caso, también se podría acusar, de acuerdo a críticas como esas, al propio Dr. Ghorab, por tratar públicamente cuestiones “internas”, es decir, por discutir públicamente la forma en que operan muchas autoridades de instituciones musulmanas en lo que hace a la enseñanza y difusión del Islam.

 

    La segunda sí se refiere a algo que tiene que ver de lleno con juicios vertidos o apoyados por el Dr. Ghorab en este libro, es decir, sus puntos de vista de cómo debe ser la relación de los musulmanes con los cristianos, según los criterios islámicos.

 

    En lo que toca al primer comentario, en una parte de la obra, al hacer el Dr. Ghorab la defensa del mártir Saied M. Qutb, explica que la crítica a errores gruesos y extendidos no puede ser motivo para que los impugnados impugnen a su vez al impugnador. Es decir, que el impugnado trate de descalificar al impugnador precisamente por el hecho de haber recibido críticas o por haber sido objeto de apreciaciones o refutaciones que les resultan molestas. Y generalmente el impugnado trata de descalificar a quien le impugna deformando el sentido u objeto de la crítica, de modo que acusa al impugnador de querer decir o hacer lo que ni dice ni hace.

 

    Esta es una vieja táctica o estrategia de autodefensa de gente que sabiéndose descubierta en el error no quiere reconocerlo por el motivo que fuere. Y la forma más común de reaccionar de aquellos que ven el error pero no quieren reconocerlo  es contraatacar acusando a su crítico de “perturbar”, “dañar”, “romper” o “enturbiar” la armonía existente, el entendimiento, etc., etc. Y refiriéndose a esto, es decir, a la pretensión de algunos de que toda crítica debe entenderse como una suerte de “agresión”, “división” o cosa parecida, expresa el Dr. Ghorab:
Si fuese así, ningún musulmán -pasado o presente- podría criticar nunca las acciones y políticas de otros musulmanes como de anti islámicas. Esto significaría que todo musulmán (erudito o no) debe practicar un silencio de monje de clausura, conociendo pero no proclamando lo correcto y conociendo pero no condenando lo erróneo. Tal postura, al ser en último término una figura o disposición moral, un sentimiento moral, nunca pasará al primer plano de los asuntos humanos, no será nunca una fuerza moral activa ... En todo caso (se) reprocha el “crimen” de tener una conciencia musulmana ... .

 

    Creo que esta cuestión que no es meramente formal, sino que, a mi entender, es de fondo, debería ser comprendida convenientemente por todos aquellos musulmanes que poseen un cierto nivel de lógica y racionalidad, pues lo que expresa el Dr. Ghorab no es algo de poca importancia toda vez que es un elemento crucial y decisivo para el desarrollo correcto del Islam.

 

    Y planteo esto porque precisamente los que en Iberoamérica se esfuerzan por ceñir al Islam a su propia esfera de intereses, como si se tratara de una propiedad privada -desde el momento en que solamente ellos deciden lo que se debe y lo que no se debe hacer-, para usufructuarlo o disponerlo a su antojo, no admiten disputas ni discusiones y tratan de eliminar a sus críticos acusándolos de cosas inciertas, como ser  de “romper la unidad de los musulmanes”. Quienes proceden así, están imbuidos de conceptos que aunque los nieguen de palabra los aplican de hecho.


    Y así como el Dr. Ghorab llama a la comprensión del mal que significa para el Islam el fenómeno de los “estudios islámicos” manejado por orientalistas de fe protestante, ayudados  y pagados por musulmanes, yo llamo a la comprensión del mal que producen en una sociedad como la nuestra, iberoamericana,  los criterios autoritarios, opresores y descalificantes de quienes actúan como si fuesen “dueños” del Islam, de quienes actúan como amos absolutos. Bien dijo Jesús (P): "Sabéis que los jefes de las naciones las gobiernan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiere llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será siervo vuestro ..." (Mateo 20:25-27). Pero todo indica que hay gente que identifica "ser grande" solamente con poseer un poder opresor o ser un burócrata con poder autoritario, conceptos que, como vemos, son precisamente descalificados por Jesús (P).

 

    El Islam, que es la mejor expresión de libertad en el marco de la doctrina más pura y de las prescripciones más perfectas para el género humano y para el equilibrio universal en paz y armonía, se ve degradado y puesto en   contradicción con su esencia cuando gente como la mencionada lo transforma en una "posesión particular" debido a una especie de supuesta superioridad lingüística-racial, propia de toda etnia que se considera como un “pueblo elegido” o algo así, aunque lo nieguen verbalmente. El mal que hacen al Islam criterios como esos, por lo menos en estas latitudes, es casi de la misma intensidad que la  del mal que hacen los orientalistas disfrazados de pro musulmanes. Es decir, produce el mismo efecto desintegrador, sectario, fragmentador e impulsor del raquitismo en todos los niveles, o el sólo efecto de flor de invernadero, que es lo que buscan y persiguen los enemigos del Islam. Y contra esos criterios lucha el Profeta (BPD) cuando dice: "Ciertamente, desde la época de Adán hasta nuestros días, los seres humanos son iguales como los dientes del peine del tejedor, no hay privilegio del árabe sobre el no árabe ni del rojo sobre el negro, excepto en lo que respecta al temor a Dios".


    Pero cuando ciertos musulmanes reaccionan de manera inapropiada y consideran enemigos a los que les realizan críticas como estas, en vez de escucharlas y en todo caso rebatirlas convenientemente, lo único que hacen es caer precisamente en la actitud que plantea con brillante claridad el Dr. Ghorab.

 

    Es decir, cuando se considera que toda crítica es “fitna” (división), que toda opinión divergente es “desunión”, que toda acusación es “geiba” (calumnia), que todo el que no coincide con ellos y no se deja manejar por ellos o no acepta lo que sus cúpulas deciden, merece ser separado, anulado, expulsado, exiliado de sus círculos, declarado “muerto civil” como musulmán y otras cosas parecidas, el Islam está siendo llevado  por mal camino. Y resulta más lastimoso aún el criterio manifestado explícitamente por los estudiantes de teología de habla castellana de la ciudad de Quom (Irán): ni siquiera deben leerse las denuncias que se hacen a las actuaciones de cualquiera de las "líneas oficiales" de los "dueños del Islam", porque las mismas "ensucian el alma". En este tipo de criterio, ¿no se igualan ciertas "almas limpias" de Quom con los dirigentes antiislámicos de Arabia Saudita? ¿Y no son éstos acaso los criterios usados para sancionar al Dr. Ghorab, al Dr. Al-Masari, al Dr. Safar al-Hawali y tantos otros?.

 

    Esos musulmanes que se creen “dueños del Islam” confunden unidad con uniformidad (debiendo ser todo uniformado a lo que ellos piensan, hacen y deciden); confunden la autoridad que da la superioridad intelectual -gracia divina para ser usada con humildad y vocación de servicio- con el autoritarismo que obliga a otros el tener que aceptar pasivamente todo lo que ellos piensan, hacen y deciden.

Este tipo de procedimientos, esencialmente anti-islámicos, aunque sean practicados por musulmanes, es lo que ataca, entre otras cosas, el Dr. Ghorab. Y al atacarlos demuestra que atentan contra el mensaje y la verdad coránicos.


    Y de aquellos sembradores son estos frutos espinosos, amargos, hueros y agrestes. De esos juicios criticados se nutren evidentemente algunos musulmanes que aquí, en la práctica, frustran una apropiada difusión del Islam, impiden que el mismo llegue convenientemente al conjunto de la sociedad argentina, al conjunto de la sociedad iberoamericana. Aparentemente la consigna tácita de gente como esa es: “como nosotros tenemos la representación oficial del Islam por estar reconocidos y apoyados por centros de poder allende y aquende los mares, quienquiera que sea nos debe seguir a nosotros y nos debe aceptar pasivamente a nosotros como líderes o lo desconoceremos  en la práctica como musulmán”.

 

    Gracias a Allah, ya son varios los grupos y organizaciones musulmanas iberoamericanas que han roto esa trampa fatídica, a la vez opresora y paralizante, provocadora de esclerosis múltiple.

 

Gracias a Dios, en el conjunto de Íbero América se está haciendo pie con una presentación del Islam y una práctica del Islam distinta a esa que criticamos, aunque por supuesto, como toda práctica humana, no exenta de errores. Por ello mismo, mientras pedimos y rogamos a Dios Todopoderoso que nos ayude a cometer los menores yerros posibles, Le rogamos asimismo que lleve su Luz a quienes entendemos que van por un camino manifiestamente inapropiado. De la misma manera, también pedimos a Dios Misericordioso que nos siga brindando mentes esclarecidas  y valientes como la del Dr. Ghorab y tantos otros que arriesgaron, arriesgan y ponen en juego todo lo que poseen, hasta sus propias vidas, para enfrentar las enfermedades del Islam y combatirlas sin medias tintas ni conciliación con el error. Y Dios sabe mejor y a El me encomiendo.


    Respecto al segundo comentario, es decir, la acusación que el Dr. Ghorab hace a los cristianos, o mejor dicho, el tratamiento que les da en las páginas de este libro, es algo que no quiero ni debo dejar pasar por alto.

 

    Observamos que el Dr. Ghorab hace una categorización plenamente negativa de ciertos cristianos: “mentalidad de cruzadas”, “ambiciones misioneras cristianas ... que se han vuelto parte de la estrategia de los gobiernos occidentales”, “Creyentes, no toméis como amigos a los judíos y a los cristianos”(Corán 5:51), “Es una ingenuidad imprudente pensar que ellos (los cristianos) y nosotros vamos por el mismo camino, especialmente frente a los ateos ...”, etc., etc.

 

    Pero debemos tener presente que el Dr. Ghorab se está refiriendo en términos tan duros a esos misioneros protestantes que en su papel de dirigentes, decisores de políticas, promueven e impulsan una hostilidad cubierta y encubierta hacia el Islam y los musulmanes. Es decir, no se refiere a todos los cristianos en general, sino a los que representan, fundamentalmente, una serie de criterios post renacentistas. Y no lo puede hacer porque el propio Corán no lo hace.

 

    Como señalo en la nota 2 bis, el mismo Sagrado Corán hace una diferenciación muy clara entre cristianos y “cristianos”, la cual es también muy fácil de hacer entre musulmanes y “musulmanes”: “No todos son iguales. Entre la gente de la Escritura (de la Biblia) hay una comunidad honrada: durante la noche recita las aleyas (versículos) de Dios y se prosternan, creen en Dios y en el último Día, ordenan lo que está bien, prohíben lo que está mal y rivalizan en buenas obras. Esos tales son de los justos. No se les desagradecerá el bien que hagan. Allah conoce bien a los que Le temen” (C. 5:113-115).

 

    Como vemos, el Corán discrimina apropiadamente, marcando las diferencias. Por eso dice también: “... Pusimos en los corazones de quienes le siguieron (a Jesús), mansedumbre, misericordia y monacato ... Remuneramos a quienes de ellos creyeron, pero muchos de ellos fueron unos perversos” (C. 57:27). Por sobre todo discrimina, como vemos, entre creyentes y no creyentes: “Los creyentes, los judíos, los cristianos, los sabeos (comunidad religiosa de monoteístas gnósticos), quienes crean en Dios y en el último Día y obren bien, ésos tendrán su recompensa junto a su Señor. No tienen que temer y no estarán tristes” (C. 2:62). Es interesante observar lo que dice respecto a esta aleya Muhammad Tabatabai (que Dios se complazca con él), musulmán sabio, reconocido exegeta del Corán y apreciado por todo el mundo:
El versículo menciona primero a los creyentes y luego dice: ‘quienes crean en Dios ...’. El contexto muestra que la última frase se refiere a la creencia auténtica, a la fe verdadera, mientras que ‘Los creyentes ...’ mencionado al principio se refiere a los que se autodenominan creyentes. El versículo dice que Dios no da ninguna importancia a los nombres, como ser ‘musulmanes’, ‘judíos’, ‘cristianos’ o ‘sabeos’ ... El único criterio, la única norma de honor y felicidad es la creencia auténtica en Dios y en el Día de la Resurrección, acompañado por las buenas acciones ... Este tema ha sido expuesto repetidamente en el Corán ... (“al-Mizan”, vol. 1, pp. 276-77, versión en inglés).

 

El Corán también discrimina entre los amigos y los no amigos de los musulmanes: “Verás que los más hostiles a los creyentes (musulmanes) son los judíos y los asociadores, y que los más amigos de los creyentes (musulmanes) son los que dicen: ‘Somos cristianos’. Es que hay entre ellos sacerdotes y monjes y no son altivos” (C. 5:82).

 

De la misma manera, el Corán marca o señala a quiénes deben brindar su amistad los musulmanes: “Dios no os prohíbe que seáis buenos y equitativos con quienes no han combatido contra vosotros por causa de la religión, ni os han expulsado de vuestros hogares. Dios ama a los que son equitativos. Lo que sí os prohíbe Dios es que toméis como amigos a los que han combatido contra vosotros por causa de la religión y os han expulsado   de vuestros hogares o han contribuido a vuestra expulsión. Quienes les tomen como amigos, ésos son los impíos” (C. 60:8-9).


    Creo que lo dicho sirve para aclarar la cuestión de quiénes   pueden ser, entre los cristianos, los amigos y los no amigos de los musulmanes, según el juicio del Corán en la materia.

ABU DHARR MANZOLILLO
Casilla de Correos 204, Suc. 13
1413 BUENOS AIRES
Argentina, Diciembre de 1996.- 

 

 

 

ADDENDA. ARROJANDO MAS LUZ SOBRE LOS
CENTROS “ACADEMICOS” QUE PROPAGAN EL “ISLAM NORTE AMERICANIZADO”

 

    El Dr. Ghorab tiene que ser aplaudido por su admirable libro: Subvertir el Islam: La función de los Centros Orientalistas (1995). Su valor y franqueza sin cortapisas debe servir de inspiración a los musulmanes preocupados por la investigación veraz. El Dr. Ghorab alcanzó su objetivo en lo que hace a la identificación de una importante vanguardia en la actual cruzada europeo-norteamericana contra el movimiento islámico, es decir, en la detección de la formación de una red anti-musulmana de instituciones y eruditos que se ubican y trabajan bajo la fachada de “Estudios Islámicos”.

 

    Al exponer el Dr. Ghorab, como producto de su investigación, qué son los “Estudios Islámicos”, demuestra cómo esta nueva escuela de pensamiento obtiene su legitimación por medio del empleo de profesores y eruditos musulmanes sumisos, lo que se ejemplifica con Jafaar Sheikh Idris, Yusuf al-Qaradawi, Abdullah Nasif y Akhbar Ahmed, por nombrar sólo a algunos.

 

    Misioneros y profesores protestantes, como el obispo Kenneth Cragg, el Reverendo Montgomery Watt y John Espósito, están siempre al alcance de la mano y dispuestos a dirigir distintos "Estudios Islámicos". Y eso es lo que muestra el Dr. Ghorab, junto al papel de los sauditas, que son quienes financian dichos programas a distintas instituciones europeas y norteamericanas, tanto dentro como fuera del mundo islámico.

 

    El Dr. Ghorab presenta detalladamente la función del Centro Oxford para “Estudios Islámicos”, a la vez que menciona otras instituciones con programas similares, como el Hartford Seminary, el College of the Holy Cross o la Universidad de Princeton. El Dr. Ghorab ha prestado un gran servicio al movimiento islámico al dar los nombres de las personas y los lugares que se ocupan de subvertir  el  Islam.


    Los musulmanes que piensen concurrir a esas instituciones o realizar consultas a esos eruditos, deberían estudiar primero cuidadosamente el libro del Dr. Ghorab. Pueden y deberían escribirse muchos libros más acerca de los numerosos programas de “Estudios Islámicos” que están proliferando en las instituciones académicas occidentales. Esto es especialmente perentorio desde el momento en que centros de enseñanza dirigidos por musulmanes, como el Instituto de Pensamiento Islámico de Malasia, contratan los cuerpos de profesores casi exclusivamente en las universidades occidentales.

 

    La Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York se ajusta a la descripción hecha por el Dr. Ghorab en lo que hace a un centro de estudios para subvertir del Islam. En tanto que allí no existe ningún departamento islámico per se, el Islam es el tema central de las materias de los siguientes Departamentos: de Idiomas y Culturas del Medio Oriente (MELAC), de Religión, de Música, de Antropología. Asimismo, el Islam es el elemento principal del Instituto de Oriente Medio, el cual, si bien al principio estuvo dirigido por judíos y cristianos, también incorporó unos pocos profesores musulmanes para el logro de sus objetivos.

 

    En tanto que la matrícula estudiantil de la Universidad es un tercio judía, algunos musulmanes se gradúan allí y de éstos unos pocos en el MELAC.  De todos modos el MELAC es especialmente popular entre los musulmanes débiles o nuevos, quienes esperan aumentar su fe o aprender más respecto a su religión e historia por el simple hecho de cursar en ese lugar unas pocas asignaturas.

 

    Antes que nada, el MELAC ofrece programas para el estudio del idioma y también cursos sobre Islam, referidos al estudio de textos clásicos. En la facultad están presentes Maan Madina, Hamid Dabashi, George Saliba y Jeanette Wakin. Producto de la Universidad Americana de Beirut, Madina es un árabe nacionalista-secular y se sirve de sus cursos de idioma árabe para promover los trabajos de Taha Husein, Ali Abdul Raziq y Michel Aflaq (fundador del Partido Ba’ath y mentor de Saddam Husein). Madina es un ávido coleccionista de arte islámico y ocasionalmente ofrece cursos en asociación con el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Para Madina el Islam es un vestigio del pasado árabe, el cual debe ser revisado por los eruditos occidentales o conservado en los museos. Wakin ofrece cursos sobre textos islámicos. Aunque hace años que enseña en la Universidad de Columbia, aparentemente no tiene ningún doctorado en filosofía. Su legitimidad académica proviene de ser estudiante de Joseph Schacht, el conocido orientalista que buscó desacreditar la saricah aduciendo que era anacrónica e irrelevante para la sociedad moderna. Wakin, además de suscribir ese punto de vista, también adscribe a la otra "gran contribución" de Schacht a los estudios islámicos, es decir, ¡que todos los hadices son inventados y por lo tanto no confiables como fuentes!. Los cursos que dicta Wakin y que llevan el disfraz de “estudio de idiomas”, tienen como objetivo, cuidadosamente elegido, el ataque a los fundamentos de la civilización islámica.


    Muchos de los estudiantes que van a aprender idiomas en la Universidad de Columbia son preparados para servir a la Mossad israelí o a la CIA norteamericana. Los estudiantes mediocres que desean hacer esa carrera obtienen becas para proseguir sus estudios en lugares como la Universidad Americana de El Cairo o el Robert College en Turquía. Los estudios del Departamento MELAC incluyen también la preparación de musulmanes para servir a la política gubernamental norteamericana. Un estudiante musulmán, de origen jordano-estadounidense, admitió que se estaba especializando en el idioma, a fin de poder aprobar un examen en el Departamento de Estado de los EEUU. El estudio del idioma con objetivos políticos, aunque disfrazado como algo “cultural”, es el motivo de ser del MELAC y lo que garantiza su continuación, aunque ofrece algo más que cursos de idiomas.

    Saliba se ocupa de las ciencias islámicas, adscribiendo a la escuela de pensamiento de Hans Küng y a libros como “Recolección del Corán” de John Burton, el cual ataca la validez del Corán como palabra de Dios.

 

    Por su parte, Dabashi es un iraní disgustado que guarda rencor hacia el Imam Jomeini y hacia la Revolución Islámica. Como otros profesores, enseña literatura y filosofía islámica a través del prisma de la tradición occidental, cayendo en lo que denuncia el Dr. Ghorab: 1) se niega la validez de la Revelación; 2) se ignora la autenticidad de las fuentes islámicas; 3) se acepta promover el Islam sólo y únicamente como objeto de estudio académico; 4) se evita cualquier compromiso personal con el Islam.

 

    Los estudios políticos del Islam son tarea del Instituto de Oriente Medio, el cual forma parte de la Escuela de Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Columbia y es un filón para el reclutamiento de agentes destinados a la CIA. El Instituto alberga historiadores orientalistas como Richard Bulliet y un elenco de investigadores  sionistas. Se plantea asediar permanentemente al movimiento islámico y se obsesiona por desacreditar al Imam Jomeini y a la Revolución Islámica. En la lista de quienes fueron sus directores se encuentra Linda S. Walbridge, una erudita Baha’i norteamericana que se especializa en musulmanes norteamericanos y cuyo marido, también erudito en “Estudios Islámicos”, está editando la enciclopedia de Bahaismo.

 

    Aunque uno espera encontrar todo lo mencionado solamente en Departamentos cuyo objetivo declarado es el estudio del Islam y el Oriente Medio, vemos que también hay otros Departamentos de la Universidad de Columbia con gente parecida. Por ejemplo, la División de Etnomusicología del Departamento de Música, está dirigida por Dieter Christensen, quien posee una larga y cuestionada historia de estudio del mundo islámico, incluyendo trabajos sobre Irán en la época del Sha. Ahora tiene a su disposición una suerte de "alfombra mágica" para ir a Omán todos los años, a partir de 1985, invitado por el Sultán Qabos, quien contrata eruditos para que le aconsejen sobre política cultural musulmana. Christensen dirige el Centro de Música Tradicional en Muscat (capital de Omán).


    En sus seminarios en la Universidad de Columbia, Christensen, que no sabe una palabra de árabe, dice que el Islam es un obstáculo para el estudio académico, quejándose a menudo de los musulmanes omaníes “extremistas” que realizan muchas interrupciones (en la jornada de trabajo) debido a las oraciones diarias, o del hecho de que el mes de Ramadán interrumpe sus investigaciones programadas. Al mismo tiempo, se jactaba, con expresiones de júbilo, por el hecho de emborracharse con cerveza   junto a los omaníes “modernos”.             También edita el Anuario de Música Tradicional, el cual es usado por eruditos sionistas y anti-musulmanes para atacar al Islam y deformar los criterios islámicos. Es probable que Christensen esté vinculado a los servicios de inteligencia de Israel, Alemania y los EEUU, a la vez que posee las fojas de actuación de estudiantes graduados cuyas investigaciones en el mundo musulmán o en cualquier otra parte se relacione con las actividades misioneras.

 

    La Asociación de Estudiantes Musulmanes (MSA) en Columbia refleja lo que son los “Estudios Islámicos” en la práctica. A principios de la década del 90 el presidente de la MSA fue un judío convertido al Islam (quien dijo que ese hecho había cambiado su forma de pensar). Modelo de musulmán “moderado”, era estudiante del Departamento de Religión, lugar en el que se presenta al Islam como violento y una antítesis del budismo, religión ésta preferida de dicho Departamento. Mientras el mencionado judío convertido al Islam estuvo a cargo de la presidencia, parecía que los rabinos tenían más poder en la Asociación que los propios musulmanes. Por ejemplo, en una oportunidad se concedió a otros el lugar en el que se hacía regularmente el rezo del viernes, el cual ya había sido reservado con suficiente antelación por la Asociación. Ello motivó que un grupo de musulmanes sugiriese, como una forma de protesta, rezar a la vera del camino, dado que eso venía sucediendo cada vez que cualquier otro grupo necesitaba un local para reunirse. Después de consultar con su rabino, el presidente de la Asociación hizo los arreglos del caso ... ¡para que los musulmanes rezaran en el sótano del recinto de la Iglesia!.

 

    Al igual que las demás Asociaciones de Estudiantes Musulmanes, la de la Universidad de Columbia también responde a los sauditas. Cuando en 1992 el embajador saudita, Bandar bin Sultan, ofreció unirse a un grupo sionista para conmemorar la expulsión de los judíos y musulmanes de España, la principal Asociación de Estudiantes Musulmanes de Indiana llamó a la inmediata aplicación del plan a sus satélites en los distintos recintos universitarios. Pero al proponer algunos estudiantes musulmanes de Columbia invitar al Dr. Tomas Irving -erudito musulmán en el tema de la España islámica-, los estudiantes judíos protestaron diciendo que era “extremista” y “antisemita”, eufemismo sionista este último, dicho sea de paso, que es usado contra cualquiera que cuestiona la supremacía israelí. En consecuencia el programa fue cancelado ya que los sauditas y sionistas no pudieron asegurarse un orador “moderado”.

 

    El Dr. Ghorab ha identificado correctamente a quienes respondían a esos criterios dentro de los programas de “Estudios Islámicos”, aunque agendas similares se pueden encontrar en muchas organizaciones distintas fuera de lo académico. Es en función de todo esto que nos parece que corresponde a los musulmanes comprometidos que están asociados a cualquiera de esas instituciones u organizaciones hacer propia la iniciativa del Dr. Ghorab y ayudar a exponer el sentido de dichos programas en sus respectivas áreas de trabajo.


    Es mucho lo que hay que hacer en tal sentido en los EEUU, lugar del mundo donde está la base de lo que Saied Qutb llamó “Islam norte americanizado”. Personas como John Espósito son distinguidas en EEUU como eruditos islámicos por distintas organizaciones musulmanas. Como señala el Dr. Ghorab, Espósito fue invitado por los sauditas allá por 1983, cuando sugirió establecer un instituto para “Estudios Islámicos” en EEUU. Desde entonces, el Sheij Espósito ha actuado a discreción sobre los Consejos de asesores de las organizaciones musulmanas norteamericanas, y más recientemente sobre el Consejo Musulmán Norteamericano, compartiendo dicha distinción con otros personeros principales de los “Estudios Islámicos”, incluidos Hassan Hathout y Ali Mazrui. El ubicuo Jafaar Sheikh Idris también aparece en la reunión del Consejo Musulmán Norteamericano, organismo que necesita ser investigado por sus relaciones con los sauditas y el Islam oficial en Egipto y otros lugares, como así también por sus conexiones con las agencias y corporaciones gubernamentales norteamericanas. El Consejo Musulmán Norteamericano comenzó a actuar en junio de 1990, sólo dos meses después que Hathourt, miembro de la mesa directiva, participó de una conferencia auspiciada por Arabia Saudita en Riyadah, según informa el Dr. Ghorab. El primer boletín informativo del Consejo se editó en el otoño de 1990, en el momento en que los sauditas estaban estructurando el apoyo “musulmán” a la homicida guerra estadounidense por el petróleo contra Irak.

 

    Uno de los objetivos enunciados por el Consejo es comprometer la participación de los musulmanes en los partidos políticos norteamericanos, lo cual es también un objetivo político gubernamental de EEUU, recomendado por los analistas de la CIA y por la Corporación RAND, según un informe especial preparado por el Departamento de Defensa norteamericano en 1990. Robert Crane, uno de los ideólogos y miembro fundador del Consejo Musulmán Norteamericano, cuya larga historia al servicio del gobierno estadounidense incluye su designación como embajador en los Emiratos Arabes Unidos por el presidente  Reagan, se ajusta a la descripción que hace el Dr. Ghorab de aquellos que buscan “redefinir” qué es lo que resulta conveniente (a los intereses no islámicos). El Consejo también aparece representando un importante papel en lo que hace a la división de los musulmanes entre “moderados” y “extremistas”, con lo que agrega otro tema a la agenda de los “Estudios Islámicos”. Esto se evidencia en la actitud ante las manifestaciones públicas de Steve Emerson, personero de la “jihad” sionista contra los musulmanes, o aparece en el “juicio” fraudulento hecho al Sheij Omar Abdel Rahman y a otros musulmanes en Nueva York.

 

    El Dr. Ghorab estableció los fundamentos metodológicos para identificar y exponer sistemáticamente la verdadera intención de los contenidos de los programas de “Estudios Islámicos” en occidente y en los institutos musulmanes. Asimismo, vinculó dichos programas a la cruzada occidental en marcha contra el movimiento islámico, mostrando que los mismos operan al servicio de los taguts (opresores). Los musulmanes comprometidos pueden y deberían encontrar las formas para continuar la esforzada tarea del Dr. Ghorab, de modo que se pueda evitar, si Dios quiere, que el "Islam Norte americanizado” (es decir,   las políticas islámicas aplicadas por ciertos gobiernos, sobre todo árabes, en beneficio de los intereses estadounidenses y en perjuicio de la comunidad mundial musulmana) gane más terreno.-

 

 

Nota escrita en inglés por Rahhalah Haqq y publicada en “Crescent International”, Vol. 25, Nº 9, p. 7, correspondiente a la segunda quincena de Julio de 1996, editado en Ontario, Canadá.