Qiyâm al-layl. Construir la Noche

 

 

  

   ¿Puede la noche oscura trasformarse en un resplandor de luces, o que el silencio absoluto quede perfumando con ayas del Corán? Sí, puede la quietud triste dispersarse cuando se doblan las espinas dorsales y las frentes son llevadas al suelo, cuando la estéril sequedad se humedece con las lágrimas en las últimas horas de la noche, con la concentración atemorizada de los corazones, con la depuración de las almas delicadas, con la mención del Nombre de Allah, con la vela de los ojos, con las frentes prosternadas, con los costados apartados del suelo.

   Se trata del atardecer de los sâlihîn, la noche de los ‘âbidîn. Es la fuerza de la aspiración de los que intensifican su devoción en la oscuridad, el placer de los que conversan con Allah. Es la intimidad de los solitarios, el amor de los fieles. Se trata de la lucha espiritual de los peregrinos hacia Allah, el denso esfuerzo interior de los acuartelados en las frontereas entre este mundo y el otro. Allahu Akbar: ¡qué magnífica es esa noche, amable, placentera, temible!

   Nada tiene que ver esa noche con el sueño profundo, ni con la pesada dejadez, ni con la negligencia absoluta. Es la diferencia que hay entre la luz y la oscuridad, entre lo elevación y la vileza, entre las Pléyades y la tierra. Es el Qiyâm al-Layl, oh durmientes. Escuchad su llamada, proclamada por los que han llenado los momentos de la noche con la obediencia a Allah, los que la han colmado con sus salawât.

   He aquí a Zum‘a al-‘Âbid quien, después de pasar en vela todo lo largo de la noche en Salât, en el momento del sahar (el despuntar de las primeras luces), llamaba gritando: “Oh, caravana de viajeros que ha hecho un alto en el camino, ¿vais a estar dormidos toda esta noche? ¿No vais a despertar y reiniciar el viaje?”. Cuando salía el sol, clamaba: “Por la mañana, la gente elogia el viaje nocturno” (Sifat as-Safwa, 2/229-230).

 

UNA NOCHE ENTRE ELLOS...

   Déjame mostrarte sus noches. Es más, déjame que pasemos, tú y yo, una noche con ellos. Abû Hurayra (radiallâhu ‘anhu), él, su esposa y su servidor, dividían la noche en tres partes: uno de ellos pasaba la primera parte en vela haciendo el Salât , y luego levantaba al siguiente (Nuzhat al-Fudalâ, 1/199). La noche (en su casa) era, toda ella, Salât y Munâŷâ, lagrimas y concentración temerosa, mención del Nombre y gratitud, y la consigna “no al lecho cómodo y al dulce sueño”.

   Son los descritos con las palabras más más elocuentes y bajo una imagen magnífica cuando Allah ta‘âlà dice: “Sus costados se apartan de los lechos e invocan a su Señor con temor y esperanza” (Saŷda, 16). El Corán dibuja para ellos “la imagen de los lechos en la noche que invita a los costados del ser humano al sueño y al descanso, a disfrutar del sueño, pero esos costados humanos no responden a la invitación, porque tienen otra ocupación que los aparta de los suaves lechos y del dulce sueño, para ocuparse en su Señor, deteniéndose en su Presencia, dirigiéndose a Él con temor reverencial y con una ambición, rivalizando entre sí el miedo y la esperanza (Zilâl, 5/2812-2813).

 

¡QUE ALLAH NO HAGA DORMIR A MIS OJOS!

   Presta oídos a Yazîd ar-Raqqâshî mientras dice: “”Si duermo y luego despierto, y luego vuelvo a dormir, ¡que Allah no permita a mis ojos dormir!”. Medita en este diálogo con su lecho cuando ‘Abd al-‘Azîz ibn Abî Rawwâd “hacía su cama para dormir en ella durante la noche, podía la mano sobre el lecho, sentía (su suavidad) y decía: “¡Qué suave eres, pero los lechos del Jardín son áun más suaves que tú!”. Luego, se levantaba para su Salât.

 

   Esos eran gentes a los que algo más gozoso y placentero ocupaba no dejándoles tiempo para el cómodo y dulce sueño. Estaban ocupas en dirigirse a su Señor, apegando a Él sus espíritus y sus cuerpos. La gente dormía y ellos permanecían de pie y llevaban la frente al suelo. La gente se ataba a la tierra mientras ellos se asomaban al Trono del Misericordioso, el Magestuoso, el Generoso (Zilâl, 5/2578).

    Allah recompense a al-Fudayl ibn ‘Iyâd, quien expuso de una forma admirable una situación se los sentimientos y la espiritualidad cuando dijo: “He tenido tiempo de llegar a conocer a gentes que sentían pudor ante Allah en la negrura de la noche a causa de (lo que consideraban) un exceso de postración. Cuando alguno de ellos se acostaba y al poco su costado se removía, se decía a sí mismo: “Esto no es para ti. Levántate, y toma lo que te corresponde de la Otra Vida”.

   No debes olvidar que en ese afán agotador ellos disfrutaban, se alegraban con pasar la noche en vela, pues miraban a la noche con unos ojos distintos a los nuestros. Para ellos, la noche era una patria en la que se anima el espíritu, en el que éste sentía placer y se sentía cómodo, yendo entre alegría y regocijo, y en el que el espíritu hablaba e insistía. El espíritu, durante la noche, se ponía ante su Creador, se consagraba al diálogo con Él, aspirando las brisas que provienen de Él, recogiendo las luces que vienen de esa cercanía, y cuando se vertía sobre él en esos estados espirituales (As-Salât wa t-Tahaŷŷud, 301).

   Esta es la razón de sus consejos, pues habían actuado, y de sus recordatorios, pues habían aprendido, y de su insistencia, pues se habían adelantado. He aquí a al-Hasan que os llama diciendo: “Soportad la noche. Alargad el Salât hasta el sahar y luego sentaos e invocad con corazón roto y pedid perdón” (As-Salât wa t-Tahaŷŷud, 303).

 

   ¡PROSTÉRNATE Y ACÉRCATE!

   Abû Muhammad al-Ŷarîrî dijo: “Fui a ver a al-Ŷunayd y lo encontré haciendo el Salât, y lo alragó mucho. Cuando acabó, le dije: “Ya eres mayor y tus huesoso son débiles, tu piel ya es delgada, y tus fuerzas se han vuelto débiles, ¿por qué no abrevias tu Salât?”, y él le respondió: “¡Calla! Un camino en el que hemos conocido a nuestro Señor, no debemos abreviarlo. Tu alma, con lo que la cargas, aprende a soportar. El Salât es comunicación, llevar la frente al suelo es proximidad. Por ellos, Allah ta‘âlà ha dicho: “”¡Prostérnate y acércate!”. Quien deja el camino de la cercanía, a punto está de ser conducido al camino de la lejanía” (As-Salât wa t-Tahŷŷud, 309).

 

  Abû Sulaymân ad-Dârânî renovó esta escuela de jurisprudencia, y detalló esos sentimientos al decir: “La Gente de la Noche disfrutan más que la gente de la diversión con sus entretenimientos. Si no fuera por la Noche, no me gustaría permanecer en este mundo. Si Allah no diera a las Gentes de la Noche más recompensa que le placer que encuentran en el Salât de la Oscuridad, ese placer ya de sí es mejor que el Salât que hacen” (As-Salât wa t-Tahŷŷud, 311).

 

   En la oscuridad de la noche para los hombres hay luces, / algunas son soles y otras son lunas.

 

   Sus corazones viajan en la noche a la luz de esas estrellas; / esa es la Estancia y su Dueño es el Vecino.

 

   Los imaginas que están muertos, inmóviles, / pero están con Allah en idas y venidas.

 

   Si pronuncian algo son recitaciones (del Corán) y menciones del Nombre; / si están callados es en meditación y reflexión.

 

  Despiertos para el que merece ser recordado / y ese Recuerdo tiene oídos y ojos.

 

 

   No han considerado el Qiyâm (construir la noche pasándola en vela haciendo Salât) sea una práctica menor, porque el alma lo desea, las intenciones son sinceras, y el temor a Allah embarga sus sentimientos. Aquél en quien la motivación es fuerte, y su deseo es abundante, y su temor de Allah es inmenso, ve como su alma se activa y se hace ligero su cuerpo, y lo difícil se le hace fácil, y el esfuerzo es llevadero (As-Salât wa t-Tahŷŷud, 315).

 

Aquí tienes la interpretación práctica de ello en lo que dijo un hombre a Hamma al-‘Âbid: “¿Cuál es la mejor de tus acciones?”, a lo que respondió: “No me ha llegado jamás el momento de un Salât sin que yo estuviera preparado para él. Cuando lo acababa he tenido siempre más ganas de hacerlo que antes de comenzarlo. Si no fuera por que las obligaciones que Allah no ha impuesto deben ser interrumpidas, me gustaría pasar mis noches y mis días de pie, inclinado, con la frente en el suelo” (As-Salât wa t-Tahŷŷud, 316).

 

 

DESEO Y SED

   Ese es el deseo, el apego, el saboreo y el allanamiento ante Allah. Los corazones se ponen en contacto con Allah, cuando Él los ve sedientos de venerarle, que toman sorbos de Él y no se hartan, quieren más y no se apartan, disfrutando esas almas con la Mención de su Nombre, recogen su parte y no se van, se sumergen en Él y no se cansan, pues “Sila ibn Ashyam pasaba en vela la noche y no se apartaba de su lugar de Salât para dirigirse (con los primeros rayos del sol) a su lecho más que cuando sólo podía hacerlo gateando (a causa del cansancio)” (As-Salât wa t-Tahŷŷud, 288).

   Los mûminûn en su práctica de pasar la noche en vela recogidos ante su Señor siguen el ejemplo del Señor de la Creación (sallàllâhu ‘alaihi wa sallam), a quien se le dirigió su Señor diciéndole: “Oh, tú, que te has arropado bajo una manta, levántate por la noche (y no duermas) más que un poco”. Su Dueño lo llamó diciéndole: “Por la noche, sumérgete en la invocación de tu Dueño, como acto que te acerque a Él”. Y pasó sus noches en vela, más de lo que le fue ordenado hacer, y le preguntaron por sus afanes, pues llegó a tener entumecidas las piernas, y él (s.a..s.) respondió: “¿No habré de ser un esclavo agradecido?”.

 

   Al-Hasan los describió (a las Gentes de la Noche) diciendo: “He acompañado a gentes que pasaban en vela las noches para su Señor, con la frente en el suelo y de pie en la oscuridad de la noche. Pasaban la noche sobre sus extremidades mientras las lágrimas recorrían sus mejillas. Unas veces estaban inclinados, otras veces estaban prosternados, en conversación con su Señor, pidiéndole que liberara del yugo sus cuellos. El agotamiento de la noche no los cansaba. Sus corazones estaban imbuidos por la bella esperanza en el Día del retorno a Allah. Y amanecían al día siguiente contentos por el cansancio que los había alcanzado por Allah, esperando su hermosa recompensa, sintiéndola ya. Allah se apiade de la criatura que rivalice con ellos en semejantes actos y no esté satisfecho con su cortedad, creyendo que tiene bastante con poco. Ciertamente, el mundo abandonará a su gente, y los actos de la gente del mundo serán rechazados. Allah se apiade de quien así piense, y luego llore con lágrimas que humedezcan su barba” (As-Salât wa t-Tahŷŷud, 340-341).

   La descripción (de las Gentes de la Noche) se extendería. Feliz es quien siga su ejemplo, y me digo a mí mismo y a vosotros: “Así eran,... ¿seremos así?”.  

 

هل من الممكن أن يصير الليل المظلم مُشرق الأنوار؟ أو يتعطر الصمت المطبق بآيات القرآن؟. نعم، يمكن أن يتبدد السكون الموحش بانحناء الأصلاب وسجود الجباه، ويتبلل الجفاف اليابس بدموع الأسحار، وخشوع القلوب، وتزكية الأنفس زكية، وذكر الألسن، وسهر الأعين، وجباه ساجدة، وجنوب متجافية.

 

 

إنه مساء الصالحين وليل العابدين. إنها همة المتهجدين ولذة المتضرعين. إنه أنس المنفردين وحب المخلصين. إنها مجاهدة السالكين ومكابدة المرابطين؛ الله أكبر، ما أروع هذا الليل وما أحبه وما أمتعه وما أروعه.

 

أين هذا الليل من نوم طويل وركون ثقيل وغفلة تامة؟ شتان بين النور والظلمة، وبين السمو والدنو، وبين الثرى والثريا. إنه قيام الليل أيها النائمون، اسمعوا النداء ممن عمروه بالطاعات، وملئوه بالصلوات.

 

 

فهذا "زمعة العابد" كان يقوم فيصلي ليلا طويلا فإذا كان السَحَر نادى بأعلى صوته: " يا أيها الركب المعرسون، أَكُل هذا الليل ترقدون؟ ألا تقومون فترحلون"، فإذا طلع الفجر نادى: " عند الصباح يحمد القوم السرى" [صفة الصفوة 2/229-230].

 

ليلة بينهم..

دعني أريك ليلهم، بل دعني وإياك نقضي ليلة معهم. هذا أبو هريرة رضي الله عنه كان هو وامرأته وخادمه يقسمون الليل ثلاثا، يصلي هذا ثم يوقظ هذا " [نزهة الفضلاء 1/199]. فالليل كله صلاة ومناجاة، ودموع وخشوع، وذكر وشكر، والشعار لا للفرش الوثيرة، والنوم اللذيذ.

 

إنهم الموصوفون بأبلغ قول وأعظم صورة في قوله تعالى:{ تَتَجَافَى جُنُوبُهُمْ عَنِ الْمَضَاجِعِ يَدْعُونَ رَبهُمْ خَوْفا وَطَمَعا } [السجدة:16]، يرسم القرآن لهم " صورة المضاجع في الليل تدعو الجنوب إلى الرقاد والراحة والتذاذ المنام ولكن هذه الجنوب لا تستجيب؛ لأن لها شغلا عن المضاجع اللينة والرقاد اللذيذ شغلا بربها، شغلا بالوقوف في حضرته، والتوجه إليه في خشية وفي طمع يتنازعها الخوف والرجاء " [الظلال5/2812-2813].

 

 

 لا أنام الله عيني

استمع إلى يزيد الرقاشي وهو يقول: "إذا نمتُ فاستيقظتُ ثم عدتُ في النوم فلا أنام الله عيني"، وتأمل هذا الحوار مع الفراش حيث كان عبد العزيز بن أبي رواد " يُفرش له فراشه لينام عليه بالليل، فكان يضع يده على الفراش ويتحسسه ثم يقول: ما ألينك، ولكن فراش الجنة ألين منكثم يقوم إلى صلاته.

 

هؤلاء القوم مشغولون عن النوم المريح اللذيذ بما هو أروح منه وأمتع، مشغولون بالتوجه إلى ربهم، وتعليق أرواحهم وجوارحهم به، ينام الناس وهم قائمون ساجدون، ويخلد الناس إلى الأرض وهم يتطلعون إلى عرش الرحمن ذي الجلال والإكرام " [الظلال 5/2578].

 

ولله در الفضيل بن عياض وهو يعرض وضعا شعوريا إيمانيا بديعا؛ حيث يقول: " أدركت أقواما يستحيون من الله في سواد هذا الليل من طول الهجعة، إنما هو على الجنب فإذا تحرك قال: ليس هذا لكِ، قومي خذي حظكِ من الآخرة.

 

ولا تنس أنهم كانوا بذلك التعب يتلذذون، وبالقيام يفرحون، وبعيون غير أعيننا إلى الليل ينظرون. فهو عندهم موطن تنتعش فيه الأرواح، وتبتهج وترتاح، وتتقلب بين مسرات وأفراح، وتكثر من المساءلة والإلحاح. فهي قائمة بين يدي خالقها، عاكفة على مناجاة بارئها، تتنسم من تلك النفحات، وتقتبس من أنوار تلك القربات، وما يَرِدُ عليها في تلك المقامات " [الصلاة والتهجد ص301].

 

ولذا جاءت وصاياهم وقد عملوا، وتذكيرهم وقد اعتبروا، وحثهم وقد سبقوا، فها هو الحسن ينادي بكم قائلا: " كابِدوا الليل، ومدوا الصلاة إلى السحر ثم اجلسوا في الدعاء والاستكانة والاستغفار" [الصلاة والتهجد ص303].

 

اسجد واقترب

وقال أبو محمد الجريري: " قصدتُ الجنيد فوجدتُه يصلي فأطال جدا، فلما فرغ قلتُ: قد كبرتَ وَوَهَنَ عَظْمُكَ ورق جلدكَ وضعفتْ قوتكَ ولو اقتصرتَ على بعض صلاتك، فقال: اسكت، طريق عرفنا به ربنا، لا ينبغي لنا أن نقتصر منه على بعضه، والنفس ما حملتها تتحمل، والصلاة صلة والسجود قربة ولهذا قال تعالى: { وَاسْجُدْ وَاقْتَرِبْ }، ومن ترك طريق القرب يوشك أن يُسلَك به طريق البعد" [الصلاة والتهجد ص309].

 

ويجدد أبو سليمان الداراني هذا الفقه، ويبين هذا الشعور بقوله: " أهل الليل بليلهم ألذ من أهل اللهو بلهوهم، ولولا الليل ما أحببت البقاء في الدنيا، ولو لم يعط الله تعالى أهل الليل في ثواب صلاتهم إلا ما يجدون من اللذة فيها لكان الذي أعطاهم أفضل من صلاتهم [الصلاة والتهجد ص 311].

 

في ظلمة الليل للعباد أنوار *** منها شموس ومنها فيه أقمار

 

تسري قلوبهم في ضوئهن إلى *** ذاك المقام ومولاهم لهم جار

 

تخالهم ويك موتى لا حراك بهم *** وهم مع الله إقبال وإدبار

 

إن ينطقوا فتلاوات وأذكار *** أو يسكتوا فاعتبار وأفكار

 

مستيقظين لذي الذكرى فكلهم *** لذا التذكرِ أسماع وأبصار

 

ولم يستثقلوا القيام لأن النفوس راغبة، والنوايا صادقة، والخشية غامرة، " وإذا قوي الباعث وكثرت الرغبة، وعظمت الرهبة، نشطت النفس وخف الجسد، وذل الصعب، وهانت المؤنة " [الصلاة والتهجد ص315].

 

 

 

وإليك الترجمة العملية لذلك فيما قاله رجل لحممة العابد: "ما أفضل عملك ؟ فقال: " ما أتتني صلاة قط إلا وأنا مستعد لها ومشتاق إليها، وما انصرفت من صلاة قط إلا كنت إذا انصرفت منها أشوق إليها مني حيث كنت فيها، ولولا أن الفرائض تقطع لأحببت أن أكون ليلي ونهاري قائما راكعا ساجدا " [الصلاة والتهجد ص316].

 

 

 

شوق وظمأ

فذلك هو الشوق والتعلق والذوق والتعبد. وتتصل القلوب بالله؛ عندما تراها ظامئة للعبادة، ترتشف ولا ترتوي، تزيد ولا تحيد. وتتلذذ النفوس بالذكر، وتغترف ولا تنصرف، تنصب ولا تتعب، إذ " كان صلة بن أشيم يقوم الليل حتى يفتر فما يجيء إلى فراشه إلا حبوا " [الصلاة والتهجد ص288].

 

 

 ويقتدي المؤمنون حقا في قيام الليل بسيد الخلق صلى الله عليه وسلم. وقد خاطبه ربه: { يَاأَيهَا الْمُزملُ * قُمِ الليْلَ إِلا قَلِيلا } وناداه مولاه: { وَمِنَ الليْلِ فَتَهَجدْ بِهِ نَافِلَة لَكَ }، فقام ليله بلا مزيد عليه وسئل عن إتعاب نفسه وقد تورمت قدماه فقال - وما أعظم ما قال -: "أفلا أكون عبدا شكورا".

 

 

 

 

 ومن هنا جاء وصفهم بلسان الحسن حيث قال: " صحبت أقواما يبيتون لربهم في سواد هذا الليل سجدا وقياما، يقومون هذا الليل على أطرافهم، تسيل دموعهم على خدودهم، فمرة ركعا ومرة سجدا، يناجون ربهم في فكاك رقابهم، لم يَمَلُوا كلال السهر لما قد خالط قلوبهم من حسن الرجاء في يوم المرجع، فأصبح القوم بما أصابوا من النصب لله في أبدانهم فرحين. وبما يأملون من حسن ثوابه مستبشرين، فرحم الله امرأ نافسهم في مثل هذه الأعمال، ولم يرض من نفسه لنفسه بالتقصير في أمره باليسير من فعله، فإن الدنيا عن أهلها منقطعة، والأعمال على أهلها مردودة " ثم يبكي حتى تبتل لحيته بالدموع [التهجد وقيام الليل ص 340-341].

 

 

 

وحالهم يطول وصفه، والسعيد من اقتدى بهم، ولي ولكم أقول: " هكذا كانوا.. فهل نكون ؟ ".