Los
nasara, plural de nasrani, es el nombre con el que se designa a los cristianos
en el mundo islámico. Aparece quince veces en el Quran, y por tanto los
comentadores como los geógrafos y los lexicógrafos, lo hacen derivar del
nombre de la localidad de Nazaret.
Esta
designación recuerda el nombre dado a ´Isa (a.s.) por sus contemporáneos, que
lo llamaban Jesús de Nazaret o Nazareno, por lo que sus discípulos fueron
llamados por los judíos “los nazarenos”, como atestiguan las Cartas de los
Apóstoles. Este nombre es el que verdaderamente corresponde a los seguidores de
´Isa (a.s.), más próximos a las tradiciones unitarias que a la de los
posteriores cristianos trinitarios. No obstante, en el uso actual se utiliza
para designar a los cristianos en general.
Otros
nombres que se emplean con frecuencia son los de “rum” (plural de rumi), que
designa originalmente a los bizantinos (los romanos). Sobre todo después de las
Cruzadas, se llamó “ifrany” o “frany” a los cristianos occidentales,
proviniendo el nombre del término “francos”, es decir, franceses.
Antes
del Islam, se pueden distinguir en la península de los árabes dos zonas de
cristianismo (no debemos confundir esas diversas formas del Din an-Nasara con el
cristianismo tal como lo conocemos en la actualidad). En primer lugar, el ángulo
suroeste, que comprende las tierras altas del Yemen dominadas por la tribu de
Himiar y habitado por una población compuesta en gran parte por agricultores
sedentarios que hablaban una lengua semítica distinta
del árabe, el sudarábigo, y por otro lado tenemos el resto de la península
con una población sobre todo de pastores nómadas que hablan árabe y
pertenecen a confederaciones tribales fluctuantes.
Los
oasis del sur, Nayrán, Márib y Hadramawt, habían conocido el Din an-Nasara,
sobre todo por la penetración bizantina-etíope del siglo sexto, pero matizado
por otras muchas influencias unitarias procedentes del norte. Sufrieron, en el
518 una persecución violenta por parte de los idólatras. En cuanto al Hiÿaç,
había grupos de nasara que habían sido evangelizados a partir del norte y muy
influenciados por los persas. En otras zonas de la península había incluso
“obispos”, con claras tendencias trinitarias pero con tendencias
separatistas respecto a la jerarquía católica-nestoriana de Iraq.
Los “cristianos” unitarios, que se distinguían de los hanifs sólo por su clara referencia al profeta ´Isa (a.s.), se hicieron rápidamente musulmanes porque encontraron en el Islam la continuidad lógica de su Dîn. No obstante, hasta el S.IX, permanecieron islotes menos afines a los unitarios en distintas zonas de la península (Yamama y Bahrain). En Sanaa, capital del Yemen, hubo obispos cristianos trinitarios hasta el 850.