La doctrina y la práctica del Dhikr
1ª
Parte
Abdel
‘alim Lara Llobet
Quienes crean, aquellos cuyos corazones se
tranquilicen con el recuerdo de Allah
-¿cómo no van a tranquilizarse los corazones con el recuerdo
de Allah?-, (Sura Ar-Ra’d,
13:28)
Allah
ha
ordenado, en Su Libro sagrado, que los Creyentes se dediquen a Su Recuerdo (Dhikr),
de día y de noche, en voz alta o silenciosamente, de pie, sentados o
tumbados.
Dhikrullah, tal como lo practicaba el Profeta (s) y sus Compañeros
(los Sahaba) y los Seguidores después
de ellos (los Tabein y los Tabein
Tabein), y de acuerdo con todos los ‘ulama,
es algo necesario para los creyentes y una orden firme de Allah.
Veremos que el Corán, la Sunna del Profeta (s), los maestros sufíes y los
sabios islámicos, coinciden todos en aconsejar al buscador en el Camino de
Allah hacer dhikr
continuamente en todos los estados de su vida y frecuentar la compañía de la
gente en reuniones de dhikr.
Aquí queremos presentar algunas evidencias de la necesidad de hacer Dhikr, una descripción de algunos de sus tipos y formas, opiniones de sabios del Islam y de maestros del sufismo sobre su doctrina y su práctica, con las referencias del Corán y los Hadices.
Dhikr,
que se suele traducir por recuerdo (= remembranza, rememoración), incluye también
los conceptos de mención, llamada, invocación, recordatorio, admonición.[i]
El
Dhikr se entiende, en el sentido religioso del término, como una práctica de
invocación por medio de una fórmula o de una palabra sagrada expresada
verbalmente –el dhikr jali o jahri (en voz alta)-- o mentalmente
–el dhikr khafi o silencioso. Se puede practicar individualmente y en
solitario en el marco del retiro espiritual (khalwa) o colectivamente en
las asambleas o reuniones de fieles. Más allá de las técnicas y de las
modalidades de su aplicación, el dhikr sigue siendo el medio más eficaz para
luchar contra los asaltos del mental, contra la distracción y la dispersión de
la vida cotidiana y para asegurar una presencia espiritual viva y vivificante
que permita al fiel participar con todo su ser en la adoración de su Señor.[ii]
LA DOCTRINA DEL DHIKR
De
los dichos de los Imames
y de los Sabios sobre el Dhikr
Imam Ghazzali
(r) decía:
“Debes saber que Allah desvela todos los velos de la ignorancia y lleva
a la gente al estado visionario a través de su continuo Dhikr.
La primera etapa del Dhikr es el Dhikr
de la Lengua, luego viene el Dhikr del
Corazón, y finalmente la Aparición de la Presencia Divina en el recitador de dhikr, haciéndosele innecesario el seguir haciendo dhikr.”[iii]
El gran sabio Shihabuddin Ibn Hajar al-Haythami (r) decía:
“para el buscador en sus primeras etapas, antes de lograr ser un
Conocedor, debe obedecer las órdenes de su shaikh,
que le proporciona ambos conocimientos, el conocimiento divino y el conocimiento
de la Shari’ah. Porque él es el
Gran Médico que ha probado y sentido toda la Sabiduría Celestial mediante el
mantenimiento del Dhikr en su corazón.”
Ibn Qayyim al-Jawziyya
(r) decía en su libro[iv]:
“No hay duda de que el corazón se oxida, igual que el cobre
y la plata. Su pulimento es el dhikr,
que lo convierte en una especie de espejo blanco. La oxidación del corazón es
debida al descuido y al pecado. Su pulimento se hace mediante dos acciones:
arrepentimiento[v]
y dhikr. Si el corazón de alguien está
nublado, los reflejos de imágenes no serán claros, verá la falsedad como
verdad y la verdad en la imagen de la falsedad (batil). Cuando el corazón está demasiado oxidado, el corazón se
oscurece, y en la oscuridad las imágenes de la Verdad y de la Realidad nunca
aparecen. La mejor manera de pulirlo es mediante el Dhikrullah.”
Y continuaba en otro sitio diciendo[vi]:
“Si
una persona quiere ser guiada, debe buscar a una persona que sea de la gente de Dhikr.
Si encuentra a alguien que es de la Gente de Dhikr,
que hace Dhikr continuamente, y que
sigue la Sunna del Profeta (s), debe pegarse a él.”
Ibn ‘Ata’llah al-Iskandari
(r) decía[vii],
“Mediante el Dhikr dejas atrás
el descuido y el olvido, y mantienes tu corazón Presente con Allah,
Todopoderoso y Glorioso. La mejor manera de acercarse a Su Presencia es
recitando el nombre de ‘Allah’ con el corazón y con la lengua, o recitando
cualquiera de Sus Nombres, Sus Atributos o una de Sus prescripciones o uno de
Sus actos, o incluso cualquier obra que permita acercarse a Allah el Altísimo.”
Y en la misma obra también escribió:
“El Dhikr expulsa del cuerpo
sustancias impuras producidas por exceso de comida o por el consumo de comida ilícita.
A la comida lícita no la toca. Así los componentes nocivos son quemados y los
componentes beneficiosos permanecen.”
Abul Qasim al-Qushayri
(r) decía[viii],
“El Dhikr es el apoyo más
fuerte en el camino de Allah, ‘Azza wa
Jall. Nadie puede llegar a la Presencia Divina si no es mediante la recitación
continua de Dhikr.”
También decía: “El dhikr es la manifestación de la santidad, el faro de la
unión entre el hombre y su Creador, la concreción de la voluntad [del servidor
de hacer camino hacia Allah], el signo de la autenticidad del Comienzo [en la vía
que lleva a Allah] y su práctica es el signo de bondad. No hay nada más allá
del dhikr. Todas las propiedades elogiables regresan al dhikr y nacen con la práctica
del dhikr”.
Y todavía dijo: “El dhikr es un pilar sólido en el camino de la Verdad
(Allah el Altísimo). Mejor todavía, es el fundamento mismo de dicha vía.
Nadie puede llegar a Allah el Altísimo, si no es
con un dhikr abundante y continuo”.
Mulay al-‘Arabi ad-Darqawi
(r) escribió[ix]:
“Uno de nuestros hermanos me dijo: ‘No soy nada’. Yo le contesté:
‘No digáis, “yo no soy nada”; tampoco digáis “yo soy algo”. No digáis:
“yo necesito esto y aquello”; tampoco digáis: “yo no necesito nada”. En
cambio decid: ‘Allah’, y veréis
maravillas.’
Otro
hermano me dijo: ‘¿Cómo se puede curar el alma?’ Le contesté: ‘Olvídalo
y no pienses en ello, porque quien no olvida su alma (no se olvida a sí mismo)
no se acuerda de Allah.’ Pues sois incapaces de concebir que es la existencia
del mundo que nos hace olvidar a nuestro Señor. Lo que nos hace olvidarlo es la
existencia de nosotros mismos, de nuestro ego.”
“Vemos
que el Dhikr es el pulimento del corazón, y la llave para el aliento
Divino que revive a los espíritus muertos dirigiéndolos hacia las Bendiciones
de Allah el Glorioso y Sublime y decorándolos con Sus Atributos y llevándolos
del estado de descuido al estado de completo despertar. Si nos mantenemos
ocupados con el Dhikrullah, la
felicidad y la paz nos será garantizada, porque el Dhikr es la llave de la felicidad y el Dhikr es la llave de la alegría y el Dhikr es la llave del Amor Divino.”[x]
Hay muchas formas de dhikr (recuerdo de Allah), ya sea a través de la obediencia de las Leyes de Allah, ya sea a través de la repetición de ciertas frases.
Shaykh
Ahmad Sirhindi (r)
nos
ayuda a clarificar la relación entre las diferentes formas de dhikr
:
“Recordad que dhikr significa
evitar el olvido de Allah de cualquier forma que sea posible. Al revés de lo
que la gente piensa no se reduce a repetir la fórmula de nafi
wa ithbat (la ilaha illa Allah) o
repetir la ism dhat (Allah).
De hecho cada acto de sumisión a los mandatos de Allah, sea positivo o
negativo, es un recuerdo de Allah. Incluso la compra-venta en que se cumplen las
normas de la Shar’ es dhikr; de igual
forma, el matrimonio y el divorcio llevados a cabo de acuerdo a las leyes de la
Shari’ah son dhikr. Porque quien
realiza estos actos de acuerdo a la Shar’
es consciente del Dador de la Shar’
y no Le olvida.
Sin duda, el dhikr que consiste en decir los nombres y atributos de Allah es más
efectivo y más útil para generar el amor de Allah, y ganar Su proximidad; y el
dhikr que consiste en someterse a los
mandatos de Allah, en llevar a cabo Sus órdenes o absteniéndose de Sus
prohibiciones, es menos efectivo para producir esas cualidades. Sin embargo,
algunos han adquirido esas cualidades como resultado de practicar el dhikr
en el sentido de obedecer los mandatos de Allah y evitar Sus prohibiciones. Pero
esos casos son escasos. Khwajad Naqshband dijo sobre Zain ‘l-Din Tabyadi que
llegó a Allah por el camino del conocimiento.
Por otro lado, el dhikr de decir los nombres y atributos de Allah, es una forma (wasilah)
de dhikr obedeciendo las normas de la Shar’ en la vida. Porque es imposible cumplir las normas de la Shar’
en todos los aspectos si uno no tiene un gran amor por el Dador de la Shar’,
y el gran amor de Allah depende del dhikr
de Allah, diciendo Sus nombres y atributos. Por lo tanto, se debe decir dhikr
para hacer este noble dhikr.”[xi]
“Por
recuerdo de Dios me refiero no sólo al recuerdo con la lengua, sino en todas
sus formas.
Cuando Allah da la orden de quitar el último velo, se llega al Yawm-id-Din.
Entonces se Le ve tal como se ve la luna en el cielo. Tras los velos de la
bondad y la maldad yace la verdad. De ahí viene la Orden de Allah de hacer
dhikr, para que esos velos puedan quitarse. Y así Allah ha dicho en el Corán:
“Este día, Nosotros hemos quitado el velo y hoy tu visión es clara y lo ves
todo.” Y a partir de ahí, Él ha dicho: “Leed vuestro libro; el libro
vuestro, y es suficiente que juzguéis vosotros mismos.” Es importante hacer
esto hoy, no esperar a mañana para quitar el velo de cada cara, empezando por
la vuestra; y no podéis quitar este velo si no recordáis mucho a Dios.
Hay dos clases de recuerdo, el recuerdo por la lengua de tu mente y el recuerdo
del corazón. A través de la mención de la lengua tu corazón también empezará
a recordar. Y cuando tu corazón recuerde a Allah, entonces tu lengua parará,
pues tu corazón empezará a vivir en tu Dios. Cuando estás cerca de Él no
necesitas gritar, pues no sería cortés llamarle cuando estás ante Su
Presencia. Y esta Presencia es la presencia perfecta para el ser humano, cuando
su corazón y todo lo que hace está con Dios. Por esto, se ha dicho que, “El
recuerdo de Dios es la bandera, y quienquiera que tenga este recuerdo en su
corazón tiene más santidad que un santo; y dondequiera que este recuerdo
abandona a una persona, ésta desaparece.”
Así como toda la sangre fluye desde y hacia el corazón, así la mención de
Allah en el corazón empieza a propagarse por el cuerpo y por todo el ser.
Entonces cada acción se convierte en una expresión del recuerdo de Dios. La
mano empieza a recordar al tocar, el ojo al ver, el oído al oír, y todo el
cuerpo empieza a recordar. Y así, empezando por la lengua, llega al corazón, y
a través del corazón se propaga a todo el cuerpo. Entonces la mano toca sólo
lo que Dios quiere, los ojos ven sólo lo que Dios quiere, los oídos oyen sólo
lo que Dios quiere, y entonces la lengua empezará a mencionar de una nueva
forma. ¿Cómo? No diciendo nada que pudiera encolerizar a Dios. Cuando se
alcanza este punto, se es un árbol sagrado, el Árbol del Recuerdo, y de este
árbol todo sale limpio. Cuando la mención de Dios llega al corazón, es como
una espada con la que puedes matar a todos tus enemigos; la espada de Allah.
Puedes matar a tu shaytan, a tu nafs,
y a tu dunya.
El profeta Muhammad (s) dijo: “Si pasas por los jardines de los que recuerdan
a Dios, siéntate feliz.” Y sabed también que la mención perfecta es la
aniquilación de uno mismo en Dios. Cuando tu recuerdo sea así, Allah te
trasladará al nivel más alto del dhikr, que no tiene fin. Y éste es un amor
que no conociste nunca antes, de manera que Dios te traslada de estación en
estación hasta la estación más elevada. Tal como Allah ha dicho en el Corán:
“Mientras agradezcas, Yo te daré más.”
Y sabed, estimados y queridos míos, que cada plegaria y todo lo que hagáis
tiene un tiempo particular, pero la mención de Dios no tiene un tiempo específico.
En todo momento podéis recordar a Dios, mientras trabajáis, mientras andáis,
mientras dormís, mientras coméis, … siempre. Por esto Dios ha dicho:
“Recordad mucho. Recordad mientras estéis sentados, mientras estéis de pie,
y en cualquier posición.” Y una persona que estaba con el Profeta (s) le
preguntó: “Las órdenes que Dios nos ha dado son muchas, decidnos cuál es la
mejor de todas.” Y el Profeta, la paz y las bendiciones de Allah sean sobre él,
contestó, “Vuestra lengua debe estar siempre húmeda mencionando a Allah.”
Pues no hay otro camino a la puerta de Dios que el camino del recuerdo de Dios.
En esto debe usarse todo el tiempo y toda la energía, desde el principio hasta
el fin, en todo. Y así pues, estimado, usa toda tu respiración sólo para el
recuerdo de Dios y estate atento al olvido. Por todo esto, mantente siempre en
el recuerdo, en todas las estaciones, con la lengua cuando tu corazón todavía
no menciona a Dios, porque al principio aún no puedes estar presente, pero si
continúas con el recuerdo, ganarás esa presencia. Entonces Allah abrirá para
ti el jardín del recuerdo. Cuando tu corazón se tranquilice en el recuerdo, se
llenará de luz y se acercará a Dios. Y entonces por Él tomarás conciencia de
todo lo que hay en este mundo, al tomar conciencia de ti mismo.
El recuerdo de la lengua es la estación de al-awam,
la típica persona que recuerda pero no comprende este recuerdo. Pero cuando el
recuerdo alcanza su corazón, éste es el recuerdo de al-khawas,
la gente especial. El recuerdo de al-khawas es el recuerdo del corazón. Luego
viene el recuerdo del espíritu, la estación de la visión sin límites, sin
fin, y ves a Dios como si estuviera ante ti todo el tiempo. Éste es el recuerdo
de los perfectos (al-khawas ul-khawas).
Aquí estás en la verdad sentado en presencia del Rey.
Al final, la verdad del dhikr alcanza el punto de parar de mencionar a Dios, al
quedar inmerso en el océano de la Presencia donde no hay palabras. Estás ante
Dios, y no hay necesidad de llamarLo. Como cuando se viaja, se necesita un vehículo
para llegar, pero una vez se ha llegado, ya no se necesita. Pero esto no
significa que tires el vehículo, lo conservas todo el tiempo. A partir de
ahora, recuerdas con todo, con el corazón, con la lengua, con las manos, con
todo. Es la visión ilimitada. Oyes a Allah en todo; en cada voz. Cuando
escuchas música, oyes el recuerdo; en las voces de los animales, en cada canto
de cada pájaro, en todo oyes el dhikr. Ésta es la estación de la libertad
comprobada (maqam us-shuhud al-mutlaq) y es el verdadero recuerdo.
Cuando la persona alcanza esta estación, ha llegado a la esencia del dhikr.
La plegaria se convierte en recuerdo, también el canto, todo lo que hagas es
recuerdo. Es la esencia del recuerdo. El Profeta Muhammad (s) dijo de esto,
“Una hora de recuerdo es mejor que la adoración de setenta años.” Que
significa: cuando llegas al sosiego y empiezas a ir a través y más allá de
todo, del qué y del porqué, ves al Amado creador de todo. Cuando estás
sosegado y recuerdas esto durante una hora, yendo a través y más allá, esa
hora es mejor que setenta años de plegarias.”[xii]
[i]
Letters of a Sufi
Master.The Shaykh ad-Darqawi, notas 4, 29 y 48
al pie de Titus Burckhardt.
Les
vertues du Dhikr.- Cheikh
Abdelkader Aïssa. p.8. Ed. IQRA. Paris, 1996.
[ii] Les vertues du Dhikr.-
Cheikh Abdelkader Aïssa.
p.7. Ed. IQRA. Paris, 1996.
[iii]
Kitab al-Arba’in
fil-Usul ad-Din, p. 52-55.
[iv]
Al-Wabil as-Sa’ib,
p. 52
[v]
Petición de perdón (al-istighfâr)
[vi]
Al-Wabil as-Sa’ib,
p. 53
[vii] Miftah al-Falah (La llave del éxito), p.4
[viii]
Risalat al-Qushayriyya
[ix]
Letters of a Sufi
Master,
p.18.
[x]
The Naqshbandi Sufi
Way, history and guidebook of the Saints of the Golden Chain.-
Shaykh Muhammad Hisham Kabbani
[xi] Sufism and Shari’ah: A study of Shaykh Ahmad Sirhindi’s effort to reform sufism.- Muhammad Abdul Haq Ansari. p.232-233. Originalmente de las cartas de Shaykh Ahmad Sirhindi, vol.II:46.
[xii] Enseñanzas sufis del Shaykh Muhammad al-Jamal ar-Rifa’i as-Shadhuli.