Dichos de los Salihín sobre las excelencias

del Salat 'ala n-Nabi

 

Bismillah

As salamu ‘aleikum wa rahmatullah

 

Querido Mimón:

        Te mando esta recopilación de dichos sobre la práctica de salât ‘ala n-nabí como continuación a la carta que anteriormente te mandé. Dice 'Abdullah que la primera te gustó y que estás de acuerdo con sus contenidos. Al-hamdulillah.

        Desgraciadamente, ya ves que por cuestiones de este tipo, de no honrar y respetar debidamente al Rasûl (), en tu barrio la gente ha tenido que abandonar la mezquita de siempre e ir a la de Reina Regente, como así ha hecho tu padre. Es una lástima el estado actual de cosas en la Cañada y la fitna surgida entre las dos mezquitas.

 

        Creo que si verdaderamente siguiéramos al Profeta Muhammad (), y no sólo en el atuendo y la apariencia, estas cosas no pasarían. Y justamente son la gente que más dicen seguir la Sunna los que presionan a los musulmanes para decir salawât ‘ala n-nabí en voz alta en las mezquitas... ¿Crees de verdad que gente así son mantenedores de la Sunna de Sidnâ Muhammad ()? Francamente a mi no me lo parece.

 

Ma’a s-salama

 

Bismillahi r-Rahmâni r-Rahîm

 

        1.    Sidnâ Abu Bakr as-Siddiq (r.a.): “Recitar el salât ‘ala n-nabí apaga los hunûb como el agua apaga el fuego. Recitar el salam por el placer de Allahu Ta’ala es más meritorio que liberar a un esclavo. Amar a Sidnâ Muhammad () es superior a morir en el ÿihad o morir mártir en él ”. (Al Qul al-Badi).

 

        2.     Seyyida A’isha as-Siddiqa (r.a.): “La belleza de cualquier asamblea es recitar salât ‘ala n-nabí. Embelleced vuestras asambleas. El salât ‘ala n-nabí es también un camino hacia el Paraíso”. (Sadât ad-Dârain)

 

        3.     Sidnâ Abdullah ibn Ma’sûd (r.a.): aconsejó una vez a Sidnâ Çaid ibn Wahhâb (r.a.) que “Cuando llega el viernes, no olvides recitar mil salawat ‘ala n-nabí” (Sadât ad-Dârain).

 

        4.   Sidnâ Hudaifa (r.a.): “Recitar salât ‘ala n-nabí derrama sobre el recitador, sus hijos y sus nietos el espíritu del Îmân” (Sadât ad-Dârain).

 

        5.     Sidnâ ‘Omar ibn ‘Abd al-‘Açiç (r.a.): ordenó a los musulmanes impartir el ‘ilm del Dîn (conocimiento del Islam) y recitar el salât ‘ala n-nabí los viernes. (Al-Qul al-Badi).

 

        6.     Sidnâ al-Imam Ya’far as-Sâdiq (r.a.): “El jueves, a la hora del ‘asr, Allahu Ta’ala ordena a los malaika celestiales que desciendan. Tienen plumas de oro y páginas de plata. Permanecen en la tierra hasta el ocaso del viernes y registran los nombres de aquellos que han recitado salât ‘ala n-nabí”. (Al-Qul al-Badi).

 

        7.     Sidnâ al-Imam ash-Shafi’i (r.a.): “Considero la recitación en todo momento de salât ‘ala n-nabí como un acto excelso” (Sadât ad-Dârain).

 

        8.    Sidnâ ibn Nu’man ibn Abu Hanifa (r.a.): “Es opinión unánime entre los grandes ‘ulamá que la recitación de salât ‘ala n-nabí es la acción mejor entre las acciones” (Sadât ad-Dârain).

 

        9.     Sidnâ Allama Hulaini (r.a.): “Honrar a Sidnâ Rasûlullah () es estar en el camino del îmân. El estado de reverencia es más sutil que el de afecto. Sentimos cariño por nuestros padres, hijos y amigos, pero debemos tener un grado mucho más sutil de reverencia por Sidnâ Rasûlullah ()”.  Después comenzó a citar el Corán y el Hadiz, y dijo más tarde: “Esta era el ‘amal de los sahâba porque ellos habían visto a Sidnâ Rasûlullah () con sus propios ojos. Entre los comportamientos excelentes de nuestros días está que cuando sentimos o vemos el nombre de Sidnâ Rasûlullah (), hagamos salat ‘ala n-nabí”. Y “Incluso los malaika mandan salât  y salam sobre Sidnâ Rasûlullah () para conseguir la cercanía a Allah. Nosotros, que somos lo mejor de la creación, debemos leer el salât ‘ala n-nabí en abundancia, para conseguir también la cercanía a Allahu Ta’ala”. (Sadât ad-Dârain).

 

        10. Sidnâ al-Qutb ar-Rabbani ‘Abd al-Qâdir al-Yilani (r.a.): ¡Musulmanes! Haced del acto de frecuentar la casa de Allah (las mezquitas) y de la recitación del salât ‘ala n-nabí una obligación para vosotros” (Al-Fath ar-Rabbani).

 

        11. Sidnâ ‘Arif Sâwi (r.a.): “El salât ‘ala n-nabí es la wadifa que puede conducir al aspirante a la cercanía de Allah aunque no tenga un múrshid. El Shaytân puede descarriar a quien recite otras wada’if sin un múrshid. Pero un hombre no puede ser descarriado si recita el salât ‘ala n-nabí, porque entonces su múrshid es Sidnâ Rasûlullah (). En ese caso, el Shaytân nunca puede descarriar al recitador” (Sadât ad-Dârain).

 

        12. Sidnâ Allâma Hâfid Shams ad-Dîn as-Sajâwi (r.a.): recogió los siguientes puntos de mashaij eminentes: “La ruta excelente al camino del Îmân es recitar el salât ‘ala n-nabí; si alguien pretende mostrar gratitud por los dones que ha recibido de Allah, la mejor manera que tiene de hacerlo es recitar el salât ‘ala n-nabí. Muchas de las cosas que hemos recibido nos han llegado a través de la generosidad de Sidnâ Rasûlullan (); debemos incrementar la recitación del salât ‘ala n-nabí porque es nuestro medio para alcanzar el éxito en al-âjira”. (Sadât ad-Dârain).

 

        13. Sidnâ Allâma al-Uqlaishi (r.a.): “¿Cuál es el ‘amal que puede hacer entrar a una persona en el Yanna y hace que obtenga grandes beneficios de ella? ¡La recitación de salât ‘ala n-nabí! El salât ‘ala n-nabí es una magnífica luz y un comercio que no tiene pérdidas. Los distinguidos awliyâ lo han convertido en ‘amal diario. ¡Oh murîd! Aférrate al salât ‘ala n-nabí. Con él, tus encuentros van a ser limpios, tus obras se van a purificar y tus deseos se verán cumplidos. Mediante el salât ‘ala n-nabí también estarás a salvo del shukrat al-mawt (la agonía de la muerte)”. (Al-Qul al-Badi).

 

        14. Sidnâ Allâma al-‘Irâqi (r.a.): “¡Oh murîd! Aumenta la recitación del salât ‘ala n-nabí. Éste salva de las grandes calamidades y hace que se alcancen grandes bendiciones. Con un solo salât ‘ala n-nabí, recibirás diez bendiciones de Allahu Ta’ala y diez de tus dhunûb te serán perdonados. Aumentarás en rango diez veces y los mala-ika pedirán por tu perdón” (Sadât ad-Dârain).

 

        15. Sidnâ ‘Arif billah al-Imam Shi’râni (r.a.): “Hemos jurado a Sidnâ Muhammad () que: incrementaremos la recitación de salât ‘ala n-nabí; enseñaremos a la Umma cuáles son las bendiciones que provienen de recitar el salât ‘ala n-nabí; inculcaremos a la Umma la demostración de amor y reverencia por él()  como se hace en el salât ‘ala n-nabí; enseñaremos a la Umma que la persona que recite mil o diez mil veces el salât ‘ala n-nabí ha hecho la mejor de las obras; el recitador del salât ‘ala n-nabí tiene que intentar estar con el wudû y leer con el corazón y el alma; el salât ‘ala n-nabí es el medio para alcanzar la cercanía a Sidnâ Rasûlullah (). A ninguna criatura se le ha dado tanta autoridad y poder como a Sidnâ Rasûlullah (); y que la creación empezará a amar al recitador del salât ‘ala n-nabí. (Sadât ad-Dârain).

 

        16. Sidnâ Abu l-Abbâs Ahmad at-Tiÿani (r.a.): “Recitar el salat ‘ala n-nabí es la clave para todo bien. Es la clave del ghaib (lo oculto) y del conocimiento espiritual. En consecuencia, quien huya del salât ‘ala n-nabí huye de todo bien. No alcanzará la cercanía con Allahu Ta’ala”. En una carta a un murîd suyo le aconsejó “El dzikr más ventajoso es aquél cuyo fruto es más dulce y cuyo efecto es más beneficioso. Ese dzikr es la recitación de salât ‘ala n-nabí. Éste da más fuerza al recitador y repele cualquier mal. Por este motivo el recitador de salât ‘ala n-nabí se convierte en un amigo de Allahu Ta’ala”. (Sadât ad-Dârain).

 

        17. Sidnâ al-Imam al-Muhaddizín Allâma al-Qastalâni (r.a.): “El dzikr mayor, más magnífico, más generoso, más sublime, más excelente y más distinguido es la recitación del salât ‘ala n-nabí”. (Sadât ad-Dârain).

 

        18. Shah ‘Abdurrahîm, padre de Sha Waliullah al-Muhaddiz ad-Dahlawi (r.a.): “Todo lo que he conseguido, tanto en el dunyâ como en el âjira ha sido por la bâraka del salât ‘ala n-nabí” (Al-Qul al-Yamîl).

 

        19.  Sidnâ ash-Sheij ‘Ali Jawwas (r.a.): “Aquél que desee algo o que tenga alguna necesidad debe leer el salât ‘ala n-nabí mil veces con la máxima concentración y después hacer du’â a Allahu Ta’ala. In sha Allah, conseguirá su objetivo”. (Huÿÿatullahi ‘ala l-‘alamín).

 

        20.  Sidnâ ‘Allâma Yúsuf ibn Isma’il an-Nabhâni (r.a.): “Si una persona recita el siguiente salât ‘ala n-nabí trescientas veces al día, y en tiempos de dificultad y ansiedad lo hace mil veces, hallará solución a sus problemas y facilidades en las dificultades: As salâtu wa s-salâmu ‘aleika Ya Seyyidi Ya Rasûlullah, sallallahu ‘aleika wa sállam”. (Huÿÿatullahi).

 

        21. Sidnâ ash-Sheij ‘Abd al-‘Açiç Taqi ad-Dîn (r.a.): “La mejor de las nawafil es la recitación del salât ‘ala n-nabí”. (Nuçhatun Nâdhirín).

 

        22. Sidnâ ‘Abd al-Haqq al-Muhaddiz ad-Dahlawi (r.a.): en el prólogo de su libro Ajbar al-ajiyâr suplica a Allahu Ta’ala de la siguiente manera: “¡Allah! No poseo ninguna obra digna de Ti. Todos mis actos están impregnados de ma’siat y malas intenciones, excepto una, que es recitar con asiduidad, respeto y reverencia el salât y el salâm sobre Tu Habib, Sidnâ Rasûlullah (). No tengo duda que el salât y el salâm serán aceptados en Tu Infinita Misericordia. No rechazarás aceptarlo”.

 

        23. Sidnâ Juaÿa al-Hassan al-Basri (r.a.): “Quien desee beber en abundancia de la Fuente del Kauzar tiene que recitar el siguiente salât ‘ala n-nabí: Allahumma salli ‘ala Muhammadin wa âlihi wa ashabihi wa açuaÿihi wa durriátihi wa ahli báitihi wa amhârahu wa ansârihi wa ashiâ’ihi wa maÿíslihi wa ‘alainâ ma ahum aÿma’ina. Ya Arhama r-Rahîmín”.

 

        24. Sidnâ ‘Abd al-Açiç Dabbagh (r.a.): una vez le preguntaron que diera la razón por la cual mediante la recitación de salât ‘ala n-nabí se allana el camino al Yanna. Respondió: “Simplemente porque el mismo Yanna ha sido creado de la Luz de Sidnâ Rasûlullah ()”. (Ibriçi Sharîf).

 

        25. Sidnâ ‘Allama al-Fâsi, autor de Mutali’ al-Musarrât: “Allahu Ta’ala ha hecho el salât ‘ala n-nabí como medio para conseguir su cercanía. Quien aumente su recitación alcanzará un elevado estado espiritual y cercanía con Allah. Se iluminarán su rostro y su corazón”.

 

        26.  Sidnâ ‘Allâma Isma’il al-Haqqi: “Los awliyâ han aconsejado que aquellos que quieran hacer tauba tienen que ser humildes en sus actos y que aumenten la recitación de salât ‘ala n-nabí. También tienen que recordar que Sidnâ Rasûlullah () es el mejor de los intercesores y los medios para conseguir la tauba, porque fue mediante él () que fue aceptada la disculpa de Sidnâ Âdam (a.s.)”. (Tafsîr Ruh al-Bayân). 

 

        27. Sidnâ Mulla Mu’in al-Kashifi (r.a.): “Allahu Ta’ala es independiente de su creación. En Su Infinita Misericordia manda salawât a Sidnâ Muhammad (). Por este motivo los musulmanes debemos recitar cuánto podamos salât ‘ala n-nabí para estar vinculados a Sidnâ Rasûlullah ()”. (Ma’âriÿ an-Nubûwwa).

 

        28. Sidnâ al-Imam Fajruddín ar-Râçi (r.a.): “La orden de recitar salât ‘ala n-nabí proviene del hecho que el hombre es débil. Al recitarlo, el hombre será lo suficientemente fuerte como para ser testigo de la Nûr de Allahu Ta’ala. Mediante su recitación, el corazón del musulmán quedará absorbido en la Nûr de Sidnâ Rasûlullah (). Es por esta Nûr que puede ser testigo de la Nûr de Allah. Por este motivo an-Nabí Muhammad () ha dicho que el más próximo a él () en el Día del Juicio serán aquellos que lean con abundancia as-salât ‘ala n-nabí”. (Ma’âriÿ an-Nubûwwa).

 

        29.  Sidnâ Kâb Ashâbi (r.a.): “Ciertamente que no pasa ningún día sin que 70 ángeles se presenten en Másÿid an-Nabawi y se pongan a recitar as-salât ‘ala n-nabí. Cuando llega el atardecer, vuelven a los cielos. Esta procesión de mala-ika continúa diariamente hasta Yawm al-Qiyâma. En ese Día, Sidnâ Rasûlullah () llegará con setenta mil mala-ika e irá hacia la explanada de Mehshar”.

 

        30. Sidnâ al-Imam ash-Shi’râni (r.a.): una vez le preguntaron cuál era el mínimo y el máximo de veces que se podía recitar el salât ‘ala n-nabí. Dijo: “No hay ni número mínimo ni máximo a este respecto. Lo importante es recitarlo con tanta intensidad que pueda provocar la absorción en Sidnâ Rasûlullah (), como le ocurrió a Yalal ad-Dîn as-Suyûti en setenta y cinco ocasiones en estado de vigilia”. (Miçân al-Kubrà).

 

        31. Sidnâ as-Shaij al-Akbar Mu’in ad-Dîn ibn al-‘Arabi (r.a.): “Quienes pretendan amar y respetar a Sidnâ Rasûlullan () deben incrementar su recitación del salât ‘ala n-nabí con paciencia y perseverancia hasta que, por la rahma de Sidnâ Muhammad () tenga la oportunidad de ser bendecido con la absorción en él ()”.