Argelia

 

          Por si no lo sabían Argelia es un país situado en el norte de África, con 998 Km. de costa mediterránea, con una superficie de 2.381.740 kilómetros cuadrados y, lo más importante, cuenta con fecundos yacimientos de petróleo, gas natural, hierro, fosfatos, uranio... además cuenta con una población de 31.736.075 habitantes. La religión dominante es el Islam, el 99% de los argelinos son musulmanes. También existe una comunidad cristiana y judía que son menos del 1% del total de la población. Cuento todo esto para que no se nos olvide que Argelia también existe y sobre todo existen los argelinos, uno de los pueblos más castigados, masacrados y torturados que pisan nuestro planeta. También lo digo por que, probablemente no recuerden que en el año 1992 comenzó una tragedia para todos los que vivían en ese país.

 

         Voy a resumir los hechos: Todo comenzó en 1988, la terrible situación de crisis que vivía Argelia por entonces provocó manifestaciones y disturbios. Hasta el momento el FLN ( Frente de Liberación Nacional ) había gobernado el país como partido único. Es una historia que se repite en todos los países descolonizados. En el caso argelino la descolonización estuvo precedida por una guerra especialmente cruel y sangrienta, en la que los “pie noir” ensayaron los métodos de lucha que luego los americanos utilizarían en Vietnam. La Francia de los valores sociales y humanísticos ( Liberte, Egalite, Fraternite ) abandonó su colonia argelina matando y destruyendo todas las infraestructuras que pudo, es decir, puso en practica una estrategia de “tierra quemada”. De esta obscena guerra surgió un partido totalitario, el mejor discípulo de los métodos coloniales franceses. El FLN estaba dirigido por élites educadas en liceos franceses que muy pronto empezaron a repartirse el apetitoso pastel argelino. Este partido gobernó de forma totalitaria Argelia mientras pudo. Sin embargo los argelinos se cansaron de pasar necesidad y de ver como engordaban las cuentas bancarias de sus lideres. El FLN es un partido formado no solo por importantes familias empresariales, también por militares de alta graduación y otros de menor rango pero con altas ambiciones. Todos ellos forman clanes, que luchan por el poder o que lo controlan. En 1991 se convocaron las primeras elecciones legislativas libres. Para sorpresa de muchos el vencedor fue el FIS, Frente Islámico de Salvación, partido de ideología islamista, es decir lo que los “mass media” llaman fundamentalistas. El que escribe, lejos de comulgar con la ideología de este partido, piensa que los resultados democráticos de unas elecciones deben ser aceptados, a pesar de los pesares... sin embargo los islamistas suponían u grave peligro... pero ¿para quién?. No creo que ningún país de la región deseara tener como vecino a un país gobernado por islamistas, y por supuesto que decir de occidente, con Irán les basta y les sobra y la lección estaba bien aprendida desde el año 79. Pero los menos interesados en una victoria islamista eran los generales y todos los que hasta el momento habían disfrutado de cómodas posiciones económicas. Tras el “autogolpe” (curioso eufemismo que me recuerda a Fujimori) se inicia le drama: el ejercito declara el estado de emergencia, las detenciones se suceden, empiezan las ejecuciones extra judiciales, los arrestos ilegales. Casi 8 años más tarde un oficial del ejercito argelino ( H. Souadïa) desvela la realidad que con tanto mimo habían estado camuflando entre el gobierno de Argelia y los medios de comunicación occidentales: es el mismo ejercito quien realiza las matanzas. No es que el GIA (Grupo Islámico Armado) no cometa estos delitos, lo que ocurre es que el ejercito les ayuda, incluso los servicios secretos cuentan con unidades especiales que, vestidos como los fundamentalistas, realizan masacres en el entorno rural ( el mismo entorno que había votado masivamente al FIS en el 92 ). Ser musulmán en Argelia es peligroso, pues existe una “caza de brujas” que no respeta a nadie. No se puede hacer el salat. No se debe acudir a las mezquitas. La policía y el ejercito deambulan por los pueblos argelinos, ebrios y drogados, extorsionando, secuestrando y torturando en cuarteles que se han convertido en la más terrorífica de las pesadillas. La extorsión y el chantaje son moneda común. Cuando terminan sus rondas diarias de crímenes, los oficiales se ponen en contacto con la prensa para denunciar los “ atentados de GIA”.

 

        Mientras Europa mira hacia otro lado. Francia les vende armas, CEPSA ha llegado a un importante acuerdo con Sotranch, la poderosa compañía que gestiona la explotación de los gaseoductos argelinos. Esta compañía esta controlada por miembros del gobierno argelino y militares, estos resultan ser los principales beneficiarios. Para colmo de las ironías, Corea del Norte, uno de los países que pertenecen al “Eje del Mal” envía a Argelia asesores militares para luchar contra el terrorismo islámico. ¿Por qué se han ignorado estos terribles hechos? ¿Cómo es posible ocultar un conflicto en el que han perdido la vida más de 100.000 argelinos? ¿Por qué la prensa ha ignorado y continua ignorando los terribles crímenes que allí se han cometido?. Pero la pregunta más importante es ¿Quiénes se benefician del sufrimiento argelino?.

 

 

Escuadrones de la muerte: las declaraciones de Zeroual

Abed Charef, para el diario de Orán

 

        Los escuadrones de la muerte han existido. Han matado. Están aún en la impunidad.

 

        La declaración es dura. Muy dura. Proviene del anciano presidente Liamine Zeroual. Según Louisa Hanoun, el anciano jefe de estado había reconocido, en el transcurso de un encuentro oficial, la existencia de escuadrones de la muerte que actuaban en Argelia a mediados de los años 90. Zeroual afirmaba que estos grupos no estaban institucionalizados, ni constituidos por estructuras oficiales, pero dependían de “ grupos de interés” más difíciles de identificar. Según la versión de Liamine Zeroual, los escuadrones de la muerte no estaban constituidos de la misma manera que los de América Latina, donde estaban bajo el dominio de la policía, militares y miembros de los servicios especiales.

 

        Louisa Hanoun había realizado una pregunta al jefe de estado relativa a los escuadrones de la muerte hacía tres años, cuando el diario “La mañana de Argelia” acababa de publicar una información relacionada con la existencia de estos grupos. Cuando la información salió a la luz fue considerada como una coartada para apoyar al candidato opositor Mohamed Betchine, entonces en guerra contra las instituciones argelinas. Louisa Hanoun había considerado, por su parte, que la información era extremadamente grave y estaba deseosa de confirmarla mediante una declaración de Zeroual.

 

        Con su respuesta el jefe de Estado pretendía visiblemente disculpar a las instituciones oficiales, a todos los servicios de seguridad implicados, de los cuales él era la más alta autoridad. Es posible que también pretendiera ofrecer una pista debido a que él había llegado a una situación en la que no podía hacer frente a otros clanes (grupos de interés) integrados en el gobierno, más fuertes que él. Esta declaración no hace más que confirmar un estado de las cosas que aunque no era admitido, era conocido.

 

        Mediante determinantes acusaciones, apuntaladas por los familiares de las víctimas, por un lado, y por otro lado, por el testimonio de oficiales desertores del ejército, como Habib Souaïdia y Mohamed Samraoui, se va delimitando la culpabilidad de las masacres perpetradas. Hasta el momento, al menos, una organización clandestina, de opacos contornos, ha manifestado que devolverá golpe por golpe, en la más pura tradición de los escuadrones de la muerte. Se denomina a si misma: OJAL (Organisation des jeunes officiers libres, Organización de jóvenes oficiales libres). Esta organización ha declarado su intención de capturar a los islamistas sospechosos de colaborar con los grupos armados. Han encontrado cierto eco entre los “erradicadores” de radicales islámicos, sobre todo desde que Redha Malek, entonces jefe del gobierno, había declarado que “El miedo debe cambiar de bando”. Hizo estas declaraciones en Orán, durante el funeral de Abdelkader Alloula.

 

        Otras organizaciones, aún más clandestinas, han afirmado tener las mismas intenciones. En algunos casos las amenazas provienen de un simple jefe militar de zona. El alcalde de Relizane, Hadj Ferguène, ha sido públicamente acusado de secuestro, asesinato, torturas...y otros delitos parecidos. Noureddine Aït-Hamouda ha sido acusado del asesinato de Matoub Lounes. No obstante son muy pocos los que se atreven a afirmar públicamente la existencia de escuadrones de la muerte en Argelia, creados y estructurados por miembros del gobierno argelino. Estos escuadrones son reclutados entre los miembros de los servicios de seguridad y fuerzas paramilitares. Siempre por las mismas razones: tienen las armas y un alto grado de motivación, la venganza, el pillaje, son “partisanos del orden” su objetivo es servir al poder y beneficiarse de la impunidad que se les otorga.

 

        Esta situación desembocó con el tiempo en la famosa cuestión del “Kituki”. Quienes se atreven a plantear la pregunta son inmediatamente acusados de islamistas por el poder y sus defensores más encarnizados. Pero la situación no deja lugar para las dudas. Las ejecuciones extrajudiciales, por utilizar un eufemismo jurídico, tienen lugar en muchas ocasiones.

 

Origen: www.anp.org

Traducción: Asociación Cultural Zawiya