Según la revista estadounidense Foreign Policy [1], Israel ha pagado 75 dólares mensuales a miles de participantes en la guerra contra Siria desde 2013 y, a partir de agosto de 2014, incluso les envió armas a través de 3 puntos de paso de la línea de demarcación que delimita el Golán ocupado por las fuerzas israelíes.
Sin embargo, también según Foreign Policy, Israel parece haber puesto fin a ese apoyo a los yihadistas en julio de 2018, a raíz de un acuerdo con Rusia según el cual los iraníes presentes en Siria se retirarían a 80 kilómetros de la línea de demarcación.
Aunque estas “revelaciones” de
Foreign Policy coinciden con cosas que ya habíamos anunciado
desde hace mucho en la Red Voltaire, lo cierto es que la publicacion
estadounidense se queda por debajo de la realidad:
El
apoyo israelí a los yihadistas que debían destruir el
Estado sirio en realidad comenzó antes de los acontecimientos
en Siria. La primera acción armada –de hecho una operación
militar–, registrada en la mezquita al-Omari de la ciudad siria
de Deraa, el 18 de marzo de 2011, fue dirigida por oficiales
israelíes. Aquella operación se terminó con la toma por asalto
del centro regional de la inteligencia siria encargado de
vigilar el Golán ocupado por Israel.
Israel
organizó las acciones de los yihadistas que expulsaron a
los cascos azules de la ONU, en agosto de 2014, de la zona de
separación cuya seguridad debía garantizar la FNUOS (Fuerza de
las Naciones Unidas para la Observación de la Separación)
a lo largo de la línea de demarcación. La expulsión de los
soldados de la ONU, cuyo lugar tomaron los yihadistas, facilitó
el envío a los terroristas de armamento pesado a través
del Golán ocupado por Israel. En junio de 2016, Estados Unidos
y Rusia habían llegado a un acuerdo para presentar juntos al
Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución que
exigía a Israel poner fin a su apoyo a al-Qaeda y restablecer
la presencia de los soldados de la ONU en la línea de
demarcación del Golán [2].
En el último momento, el Pentágono se opuso a la presentación de
aquel proyecto de resolución.
La
«ayuda humanitaria» de Israel a los «rebeldes»
incluyó atención médica a más de 3 000 elementos de al-Qaeda
heridos en combate. Los yihadistas heridos eran atendidos
en Israel, en el Ziv Medical Centre, donde el primer ministro
israelí Benyamin Netanyahu incluso fue filmado mientras
felicitaba a oficiales de al-Qaeda hospitalizados (ver foto).
El
proyecto de acuerdo ruso-israelí sobre la retirada iraní que
Netanyahu pretendía obtener no fue aceptado por la parte rusa.
El papel de Israel en la agresión exterior contra Siria ya había sido mencionado antes, en terminos cercanos a los de Foreign Policy, por el Wall Street Journal [3]. El diario estadounidense del mundo de la finanza establecía incluso una comparación con la operación «Buena frontera» realizada por Israel en la frontera libanesa justo antes de invadir el Líbano –en 1982. Si Foreign Policy no hace la misma comparación es sólo porque esa revista explica el respaldo a los yihadistas en Siria con la retórica anti-iraní.
[1] “In Secret Program, Israël Armed and Funded Rebel Groups in Southern Syria”, Elizabeth Tsurkov, Foreign Policy, 6 de septiembre de 2018.
[2] «El Consejo de Seguridad de la ONU se dispone a exigir que Israel rompa con al-Qaeda», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 3 de julio de 2016.
[3] “Israel Gives Secret Aid to Syrian Rebels”, Rory Jones, Noam Raydan y Suha Ma’ayeh, The Wall Street Journal, 19 de junio de 2017.