La mano negra detrás del 11-M

 

A finales de 2015 el cineasta francés Cyrille Martin dio a conocer su documental “Un nuevo Dreyfus: Jamal Zougam chivo expiatorio del 11-M”. 

En una entrevista resumía las razones por las cuales está convencido de que el único condenado por los atentados en los trenes de Madrid del 11 de marzo de 2004, Jamal Zougam, es inocente.

El documental está traducido al español y se encuentra disponible en VimeoYoutube y Documanía

Resume las investigaciones que periodistas como Fernando Múgica y Luis del Pino publicaron en los años posteriores al atentado (hay una síntesis de ellas en el artículo Desmontando la versión oficial sobre el 11-M). 

Pero Martin no acepta la teoría del Del Pino, Jiménez Losantos y otros periodistas según la cual el PSOE y otros (incluida ETA) estuvieron detrás del atentado; en cambio, incluye una entrevista con el historiador Daniele Ganser, quien explica las numerosas operaciones terroristas llevadas a cabo por la CIA durante décadas.

Hay tantos paralelismos entre el 11-M y el 11-S, que todo apunta a que fueron los servicios secretos estadounidenses los que provocaron ambos atentados (ver Dossier 11-S / Al Qaeda / Bin Laden)  @SItunberri / LEx

El documental (francés) sobre el 11-M que lo explica prácticamente TODO

Lo difícil en un tema con tantas subtramas como los atentados en Madrid del 11-M consiste en sintetizar la información de manera que quede bien explicado, y de manera gráfica, si estamos hablando del formato vídeo. 


Este documental a partir de la información servida en Francia es todo un ejercicio de periodismo de divulgación y de síntesis, tan bien hecho, que hasta a los lectores hispanoamericanos (menos enterados sobre el tema) les parecerá apasionante, pues realmente la ocultación de las pruebas para acabar condenando a un inocente como Jamal Zougam es prácticamente calcado a la laureada película “En el nombre del Padre”. 

Al margen de contar con los testimonios en audio del propio juicio, uno, que creía saberlo todo sobre este tema, ha tenido tiempo para aprender un par de cosas: que las fotografías de los explosivos que iban en la famosa mochila ¡aparecieron únicamente en la NBC News, puesto que el carrete “fue incautado por unos policías a la brigada científica! 


La segunda cosa que me ha sorprendido es la declaración de la jefa del laboratorio de los Tedax, quien afirmó en el juicio ¡que nadie le exigió en 4 años que aclarara cuál explosivo era el que había explotado! 


Dentro de la gravedad del asunto (200 muertos y un inocente que lleva 13 años en la cárcel) hay cosas en este asunto que son hilarantes. 

El único “pero” que se le puede poner es que los ejercicios de la OTAN basados en bombas en trenes europeos, que coincidieron con los atentados, tan sólo se nombran en una imagen que apenas pasa unos segundos en pantalla. 

Por lo demás, el mejor vídeo sobre el tema hasta la fecha, sin discusión. 

 

A unos pocos días del aniversario de la matanza, es bueno que este vídeo corra por la Red.

 

Un nuevo Dreyfus, Jamal Zougam ¿chivo expiatorio del 11-M? from Cyrille Martinon Vimeo.

http://nuevodesordenmundial.blogspot.com.es/2017/02/el-documental-frances-sobre-el-11-m-que.html

Desmontando la versión oficial sobre el 11-M

www.laexcepcion.com (11 de marzo de 2016)

En 2009 Mathieu Miquel expuso gran cantidad de datos que evidencian que la versión oficial y el veredicto sobre los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid son insostenibles. 

Resumimos su artículo, rigurosamente documentado:

  • El 11 de marzo los especialistas en explosivos neutralizaron dos mochilas no explotadas en los trenes. En el momento de inventariar los objetos de los trenes se descubrió en una comisaría de Vallecas una mochila que contenía una bomba con dinamita, metralla, un detonador y un teléfono móvil. La bomba no explotó porque había un cable que simplemente no estaba conectado. El especialista en explosivos encargado de desactivarla declaró en el juicio que aquella «chapuza» no se correspondía con la complejidad del resto del dispositivo.

  • Los especialistas en explosivos explicaron que ellos habían registrado cuatro veces todos los objetos abandonados en los vagones y certificaron que era imposible que la bomba aparecida milagrosamente estuviese entre ellos. No hay fotos de la mochila anteriores al momento en que fue desactivada.

  • Esa mochila-bomba era la única que contenía metralla. ¿Por qué era diferente a las demás?

  • Rafa Zouhier, un narcotraficante marroquí de poca monta,confidente de la Guardia Civildio la pista sobre Jamal Ahmidan, alias“El Chino”, otro traficante marroquí, del que no se ha probado que tuviera relación alguna con Zougam, el condenado por el atentado.

  • Tres semanas después de los atentados, la policía localiza a la banda del Chino en un apartamento de Leganés; fuerzan la puerta del apartamento y se produce una explosión en la que mueren los siete sospechosos y un policía del GEO. Entre los escombros del apartamento aparecen explosivos del tipo Goma 2 Eco, algunos textos y un vídeo reclamando la autoría del atentado, pero las personas que aparecen en el video no son identificables ya que portan máscaras. La mayoría de los siete muertos son narcotraficantes de poca monta.

  • Una furgoneta Renault Kangoo se hallaba en el aparcamiento de la estación del metro de Alcalá. Un conserje de la estación dijo que salieron de ella hombres con aspecto de europeos del este. La furgoneta fue inspeccionada el 11 de marzo por perros policía que no detectaron nada. Tras ser trasladada a dependencias policiales, aparecen en ella siete detonadores, explosivo del tipo Goma 2 Eco y una casete con una grabación del Corán. ¿Por qué habrían de abandonar los terroristas ese vehículo dejando en él esos objetos?

  • No existe una factura que pruebe que la tarjeta SIM del móvil de la mochila de Vallecas fue vendida al condenado Zougam. Lo único que permite llegar a esa conclusión es el testimonio de su proveedor, que dice recordar específicamente la venta de esa tarjeta SIM entre cientos de otras tarjetas. El supuesto uso que Zougam hizo de esa tarjeta no responde a la lógica. Y tras el atentado Zougam prosiguió su actividad normal hasta el día de su arresto, en la tarde del 13 de marzo. A pesar de que toda España sabía desde el 12 de marzo por la mañana que la policía había desmantelado una de las bombas, él no trató de esconderse ni huir.

  • Zougam fue identificado por varias personas como presente en uno de los trenes, pero fue tras difundirse ampliamente su foto en los medios. Además los testimonios se contradicenEl tribunal finalmente sólo acepta el de dos amigas rumanas, una de las cuales añadió su testimonio un año después de que empezara a declarar la primera. Ambas con el tiempo fueron cambiando detalles sobre el sospechoso, que siempre ha negado toda implicación en el atentado.

  • El veredicto reconoce que se ignora cuáles de entre las siete personas fallecidas en el piso de Leganés se dedicaron a poner las bombas y dónde lo hicieron.

  • Durante mucho tiempo, la policía habló de un tiroteo callejero entre varios de sus agentes y una banda de magrebíes que finalmente se refugiaron en el piso de Leganés. Las grabaciones de las conversaciones entre las patrullas de la policía hubieran permitido aclarar estos hechos. Pero cuando el juez de instrucción pidió esas grabaciones, la policía respondió que no habían sido conservadas.

  • Esta versión de la persecución desaparece posteriormente del discurso oficial para dar paso a otra explicación (la única que figura en el veredicto), según la cual para llegar al piso de Leganés rastrearon un teléfono sospechoso y dieron con un propietario que afirmaba haber alquilado el apartamento a un grupo de árabes.

  • Ningún vecino pudo ver claramente a los sospechosos. Y no existen huellas ni registro alguno de los impactos de bala que deberían existir en el lugar después del supuesto intercambio de disparos.

  • El argumento decisivo para sostener la tesis del suicidio es que los sospechosos supuestamente se comunicaron por teléfono con sus familias durante el asedio para despedirse de ellas. El único familiar citado en el juicio como testigo de esas llamadas fue el hermano de uno de los sospechosos, quien declaró que no pudo reconocer la voz de su hermano durante la llamada, y que pensó que no era él, razón por la cual avisó de inmediato a la policía.

  • Cada uno de los tres informes sobre esas llamadas desde el piso de Leganés contradice el anterior en numerosos aspectos.

  • Si hacía cuatro días que los medios venían anunciando que los sospechosos estaban siendo buscados y que sus fotos habían sido divulgadas, ¿por qué se reunieron todos en un apartamento? ¿Por qué esperarían aquellos criminales, que supuestamente acababan de cometer un crimen masivo, a que la policía evacuara toda la vecindad antes de volar el apartamento?

  • El estilo de vida del Chino y los demás sospechosos no se corresponde con el islamismo radical que supuestamente los llevó a perpetrar la masacre.

  • Los vagones donde explotaron las bombas fueron destruidos sólo dos días después del atentado, eliminándose así pruebas fundamentales.

  • El veredicto reconoce que no se sabe aún con precisión qué explosivo explotó en los trenes. El jefe de los especialistas en desmantelamiento de bombas que supervisó las operaciones el 11 de marzo declaró que el visible desgarramiento de las estructuras de los vagones era característico de explosivos de alto poder, de tipo militar, y no de dinamita.

  • La policía italiana grabó y tradujo en 2004 las conversaciones telefónicas de un egipcio que residía en Italia, Rabei Osman, en las cuales supuestamente se atribuía la organización del atentado. Durante el juicio, nuevas traducidas solicitadas por la defensa mostraron que las frases en las que Osman se atribuía el atentado fueron simplemente inventadas por los traductores italianos. La justicia española se vio por lo tanto obligada a absolverlo de todo vínculo con el atentado, cuando este hombre había sido presentado como el cerebro del grupo islamista. En el veredicto no se designa por lo tanto a nadie como cerebro del atentado.

  • Tres meses después de los atentados la policía encontró un vehículoSkoda Fabia a 20 metros del lugar donde se había encontrado la furgoneta Kangoo, con rastros del ADN de uno de los muertos de Leganés. Sin embargo, numerosos observadores dudan que un vehículo estacionado tan cerca de la furgoneta Kangoo haya podido pasar inadvertido durante tres meses; además su número de matrícula ni siquiera figura en los registros recogidos el 11 de marzo. Resulta que ese vehículo había estado abandonado durante tres semanas en un barrio de Madrid en noviembre de 2003, recibiendo numerosas multas, hasta que desapareció. Y se sabe que en los meses previos se usó para delitos como robos callejeros. Es decir, que para cometer uno de los peores atentados que nunca se hayan visto en Europa a los terroristas no se les ocurrió nada mejor que utilizar un auto robado, implicado en toda una serie de delitos, que había permanecido abandonado en la calle durante un tiempo, que había sido multado repetidamente, y al que ni siquiera cambiaron las matrículas. El tribunal no tuvo por lo tanto más remedio que descartar el Skoda de la lista de elementos de prueba del veredicto.

  • El testigo Hassan Serroukh declaró ante el juez de instrucción que en su declaración ante la policía jamás había descrito a Zougam como un fanático religioso, como figuraba en la declaración, que había sido por tanto manipulada.

  • Dos actores claves del atentado son confidentes de las fuerzas de seguridad: el mencionado Zouhier (a quien la Guardia Civil llamó los dos días antes del atentado), y Emilio Trashorras, quien supuestamente habría proporcionado al Chino explosivos procedentes de una mina asturiana. Trashorras también habló con un policía en los días en que puso los explosivos en manos del Chino, pero el policía asegura que Trashorras no le dijo nada de esa operación. Trashorras afirmó que la policía le había pedido que inventara ese episodio con la promesa de que gozaría de la condición de testigo protegido y de que no tendría más problemas con la justicia. ¡Ninguno de los confidentes denunció que se iba a cometer un crimen!

  • Estos colaboradores de la policía estuvieron bajo seguimiento entre enero de 2003 y febrero de 2004. Pero la vigilancia cesó once días antes de la operación de entrega de los explosivos, y veinticuatro días antes del atentado.

  • El apartamento vecino del piso de Leganés estaba “casualmente” ocupado por un policía que se dedicaba a la lucha antiterrorista.

Todos estos comportamientos sospechosos, antes y después del atentado, vinculados a la evidente inconsistencia de la pista islamista, hacen pensar que los verdaderos culpables se encuentran bajo la protección del aparato del Estado.

11-M: LAS MENTIRAS DE LOS TRENES

Durante dos años y medio, nos hicieron mirar para otro lado. En lugar de mirar hacia los trenes, nos hicieron fijar nuestra atención en una furgoneta de Alcalá. En lugar de hablar de los análisis del explosivo de los trenes, nos hablaron del explosivo encontrado en una comisaría de Puente de Vallecas.

En lugar de decirnos qué iniciadores se pudieron reconstruir a partir de las muestras recogidas en los trenes, nos presentaron un teléfono móvil hallado en Vallecas y nos hicieron mantener la mirada fija en él mientras nos conducían hasta un locutorio de Lavapiés.

Como en los trucos de magia, en los que el prestidigitador atrae nuestra atención con la mano derecha mientras con la izquierda prepara el mazo de cartas, también el 11-M nos sometieron a un ejercicio de ilusionismo.

Todo lo que se hizo, desde un principio, no estaba destinado a otra cosa que a apartar nuestra vista, y la del juez, de aquellos trenes reventados donde 192 personas fueron asesinadas. 

Había que presentar a la opinión pública una realidad virtual y hacer que mantuviera su vista fija en ella. Había que hacerla mirar hacia otro lado.

SE HAN OCULTADO LOS INFORMES DE ANÁLISIS DE LOS FOCOS DE EXPLOSIÓN

El día 11 de marzo, estallaron diez bombas en cuatro trenes de la línea Guadalajara-Atocha, repletos de público a esa hora. Esas diez bombas causaron la muerte a 192 personas y heridas a más de mil setecientas.

Además de esas diez bombas que estallaron, los Tedax hicieron detonar otras dos bombas de manera controlada en las propias estaciones.

 

Cuando estalla una bomba, la Policía recoge muestras en los focos de explosión para analizarlas y así determinar el tipo de explosivo utilizado.

Existen algunos explosivos que no dejan ningún resto, o muy pocos, pero la mayoría de los explosivos sí que dejan restos casi siempre. Por ejemplo, la Goma-2 ECO o el Titadyne (que son dos marcas comerciales de dinamita) sí que dejan restos. A lo largo de los últimos años, ETA ha puesto centenares de bombas, y sólo en un puñado de ocasiones no se encontraron los restos suficientes como para poder identificar el explosivo empleado.

El 11-M, la Policía recogió restos en los focos de explosión, como hace siempre. Y esos restos se hicieron analizar , como es la costumbre. 

Sin embargo, dos años y medio después de la masacre, seguimos sin saber qué fue lo que estalló en los trenes, porque a la opinión pública y al juez se le han ocultado cuidadosamente los resultados de los análisis realizados a esos restos.

Al juez había que haberle enviado un informe donde se indicaran los componentes químicos detectados en cada foco de explosión.

Conociendo los componentes químicos concretos, es posible determinar el tipo de explosivo, o al menos descartar algunos explosivos determinados.

Sin embargo, lo único que se le envió al juez (mes y medio después de los atentados) fue un resumen donde se decía que se habían encontrado “componentes genéricos” de dinamita en ocho de los diez focos de explosión, sin especificar cuáles eran esos componentes.

A pesar de que lo pidieron las acusaciones particulares que representan a las víctimas y a pesar de las denuncias efectuadas desde la prensa independiente, a dia de hoy, trece años después, siguen sin hacerse públicos los análisis detallados de los explosivos empleados en los trenes.

Durante estos años nos han estado diciendo que las bombas de los trenes utilizaban Goma-2 ECO. 

El único argumento que dan para decirnos que los terroristas usaron Goma-2 ECO es que en la mochila de Vallecas (que apareció muchas horas después del atentado en una comisaría) se encontró ese explosivo. Sin embargo, se niegan a publicar los análisis de los focos de explosión de los trenes.

Como veremos a continuación, existen graves sospechas de que la razón por la que se ocultan esos análisis es porque, en realidad, en los trenes no se usó Goma- 2 ECO. Y el problema es que, si no se hubiera usado Goma-2, toda la versión oficial se derrumba.

“Todavía no sabemos la verdad, pero sí hemos cerrado ya la primera fase, demostrando la falsedad de la versión oficial. Y ahora es cuando podemos comenzar a abordar la siguiente fase: la de determinar qué fue lo que realmente pasó.”

NO SE ENVIARON LAS MUESTRAS A LA POLICÍA CIENTÍFICA

Son muchas las irregularidades que condujeron a que sigamos sin saber qué explotó en los trenes. Para empezar, las muestras recogidas en los focos de explosión de los trenes hubieran debido enviarse a la Policía Científica, que es quien se encarga de realizar todos los análisis en las investigaciones.

En lugar de eso, las muestras recogidas en los trenes se enviaron a la Unidad Central de Desactivación de Explosivos (los Tedax), que no dispone de laboratorios tan sofisticados.

A la Policía Científica sólo se le permitió analizar los explosivos encontrados fuera de los trenes (por ejemplo, el explosivo encontrado en la furgoneta de Alcalá o el de la mochila de Vallecas). 

Pero las muestras encontradas en los trenes, que eran las verdaderamente importantes, se guardaron cuidadosamente en poder de los Tedax.

Ni siquiera se cumplieron los protocolos en lo que a los Tedax se refiere. Porque el protocolo marca que, si esas muestras se envían a los Tedax, deben enviarse a la sede del grupo de Tedax provincial, no a la Unidad Central. 

Así se recoge en la declaración del jefe provincial de los Tedax ante el juez el Olmo.

Nadie ha querido explicar todavía por qué se quiso mantener al margen a la Policía Científica. Más adelante veremos que no es este el único caso, dentro de las investigaciones del 11-M, en que se actuó así.

SI HABÍA NITROGLICERINA, ENTONCES NO ERA GOMA-2 ECO

Así pues, no se enviaron las muestras a la Policía Científica, sino que las analizaron los Tedax. Y en lugar de dar los análisis completos, lo único que se le ha dicho al juez es que aparecieron “componentes genéricos de dinamita”, sin indicar cuáles.

Pero entonces, si se niegan a entregar los informes de análisis de los explosivos, ¿cómo podemos saber qué explosivo se utilizó en los trenes?

Existe un dato que nos puede ayudar. En su declaración ante la Comisión 11-M, el jefe de los Tedax, Sánchez-Manzano declaró que en los focos de los trenes se había detectado nitroglicerina, que es uno de los componentes de algunas dinamitas.

Las marcas comerciales de dinamitas se fabrican utilizando componentes diferentes, pero todas ellas tienen algo en común y es que todas se fabrican empleando uno o más de los siguientes tres componentes fundamentales: nitroglicerina, nitroglicol y nitrato amónico. 

Por ejemplo, la dinamita Titadyne tiene estos tres componentes fundamentales, además de algunos otros componentes complementarios. La dinamita Goma-2 ECO, por su parte, sólo tiene dos de esos tres componentes fundamentales: nitroglicol y nitrato amónico (no contiene nitroglicerina).

¿Se da cuenta del problema que plantean las declaraciones del jefe de los Tedax, Sánchez-Manzano, ante la Comisión 11-M? 

La Goma-2 ECO es, precisamente, uno de los tipos de dinamita que no contiene nitroglicerina.

Por tanto, si Sánchez-Manzano dijo la verdad, significaría que si no nos enseñan los análisis de los focos de explosión es porque en ellos aparece nitroglicerina, lo que implicaría que no se utilizó Goma-2 ECO en las bombas de los trenes.