VOCABULARIO SUFI |
KITÂB AT-TASÁWWUF
de Ibn 'Aÿîba
3ª PARTE
AL-MUYÂHADA
Consiste
en el destete del Ego de
todas sus rutinas y costumbres, así como la lucha en todo momento contra sus
caprichos junto con la ruptura de sus hábitos en toda circunstancia.
Algunos
han dicho: "Sus fundamentos son tres pilares: no comer más que cuando sea
imprescindible; no dormir más que cuando te venza el sueño, y no hablar más
que cuando sea necesario".
Su final o conclusión
es la Mushâhada, pues no hay Muÿâhada trás esta, y no hay unión
entre Mushâhada y Muÿâhada, pues el final del esfuerzo es la
conclusión del viaje. Cuando se produce la llegada no queda más que el
descanso.
La Mushâhada (es decir la Contemplación) del Amado se acompaña del Adab (recordemos que adab es la manera adecuada de comportamiento en cada circunstancia particular; cada relación impone su adab) necesario ante El mismo; este adab viene definido por tres aspectos: la Muÿâhada del cuerpo y los miembros, que consiste en cumplir con las normas establecidas y alejarse de lo prohibido; la Muÿâhada de las conciencias que consiste en la expulsión de todo pensamiento pernicioso y el afianzamiento en la Presencia pura de Allah, y por último la Muÿâhada de los Secretos interiores, que consiste en la permanencia de la Contemplación (shuhûd), y en no dirigirse a otra cosa que no sea Allah.
AL-WILÂYA
Es la consecución de
la "intimidad" (uns) tras el esfuerzo del camino. El resultado
de la Wilâÿa es la realización del Fanâ (extinción de uno
mismo) en la Esencia (Dzât) trás la extinción del mundo sensorial,
desapareciendo lo que nunca ha llegado a ser y permaneciendo lo que nunca dejó
de ser. Su comienzo es el afianzamiento en el Fanâ, y su final es la
realización del Baqâ. El ascenso en grado y la perfección de la Wilâÿa
se realiza eternamente sin final.
Dijo Ibrâhîm ibn
Adham a un hombre: "¿Querrías ser uno de los íntimos (waly) de
Allah?, dijo, sí. Ibrâhîm le dijo: No desees nada de este mundo ni del otro,
y vacía tu alma para Allah, Señor de la Fuerza y la Majestad. Dirígete hacia
Él buscando su compañía e intimidad”. Otro dijo: “El waly es aquel
en quien su aspiración (himma) es Allah; su ocupación es Allah; y su
extinción (fana) es permanente en Allah”.
Este concepto tiene
tres niveles: la Wilaÿa de la generalidad, aquella que es para la gente
del Imán (facultad cognoscitiva del corazón para la comprensión de los
Malaika, de los Mensajes revelados y de los Profetas)
y de la Taqwà (conciencia de la Presencia permanente de Allah),
tal como dice el Aya Coránica: "Los íntimos de Allah no siente temor
ni tristeza. Aquellos que se han abierto a su Señor y que tiene taqwà del
mismo"; la Wilâÿa de la Élite, para aquellos que están
inmersos en la Ciencia de Allah, y la Wilâÿa de los escogidos entre la
Élite, para aquellos que permanecen afianzados en la Gnosis de Allah con la
cualidad de la Visión cara a cara (al-‘iyân).
Según se relata en
un hadîz, se le preguntó al Profeta (s.a.s.), "¡Oh Profeta, ¿quienes
son los íntimos (waly) de Allah?", y él (s.a.s.) dijo, aquellos
que son amantes en Allah"; y en otra versión del mismo hadiz se dice
"aquellos que miran en la interioridad del mundo, allá donde la gente sólo
ve su superficialidad". Este hadîz contiene la Wilâÿa de la Élite
y la Wilâÿa de los elegidos entre la Élite, pero Allah sabe más.
AL-HURRIYA
Consiste en la
depuración de la conciencia de todo amor o deseo que no sea Allah hasta que no
quede ningún resto en ella de alteridad. Esta es la Hurriya
adquirida (kasbìa), la cual es condición para la concesión de la Hurriya
otorgada (wahbîa). También se puede decir que es la ausencia del
esclavo ante la manifestación del Señor y la extinción de las tinieblas de lo
contingente en la Luz de la Eternidad; o bien puede entenderse como la
desaparición de los seres formales ante la manifestación del Señorío
permaneciendo lo Real y desapareciendo la creación, y entonces el sello de la
libertad se marca sobre el esclavo, y su servidumbre y sus actos de 'ibada
pasan a ser actos de agradecimiento y no acciones compulsivas, tal como dijo el
señor de los Gnósticos (s.a.s.), "¿Acaso no seré un esclavo
agradecido?". Dijo el Imân al-Yunaîd: "La servidumbre del gnóstico
es una corona depositada sobre su cabeza", aludiendo a la perfección de la
perfección.
AL-'UBÛDÎA
Es el establecimiento
de las normas de cortesía ante el Señorío de Allah, junto con la percepción
de la debilidad humana. Algunos han dicho: es la obediencia mediatizada por el
respeto y el honor, y la consideración de lo que hay en ti en cuanto a
insuficiencia y precariedad. También puede entenderse como el abandono de toda
elección ante la ejecución del Destino (qadar); o también como el
abandono de toda fuerza y poder personal junto con el reconocimiento de aquello
que te gobierna y que te mantiene a través de sus dones.
De
todas las definiciones dadas la de ibn 'Atâ Allah las reúne a todas:
"La preservación de los límites, el cumplimiento de los pactos, la
complacencia con la existencia, y la paciencia ante la pérdida". El mejor
ejemplo para entender la 'ubûdîa es considerarte como un esclavo que ha
sido comprado por un rey comportándote con tu Señor de la misma forma en que
te gustaría que se comportara contigo tu esclavo, pues este no tiene ante su Señor
poder alguno en ninguna cosa; ante las decisiones de su Señor no tiene elección
ni voluntad propia, y no se viste más que con la ropa de los esclavos y de los
siervos, atento a la orden y a la prohibición de su Señor, y si es hábil e
inteligente trabajará en aquello que complace a su Señor antes de que este se
lo ordene comprendiendo la más mínima alusión de aquel, además de todas las
otras normas de comportamiento que se esperan de un esclavo cumplidor.
Dijo Abu 'Alî ad-Daqâq
(r.a.) "La 'ubûdîa es la perfección de la 'ibâda".
Se pueden establecer
tres grados: el primero es la 'ibâda, el segundo la 'ubûdîa, y
el tercero la 'ubûda; el primero es para la generalidad, el segundo para
la Élite, y el tercero para los elegidos de entre la Élite.
La 'ubûda es la libertad otorgada (wahbîa), pero Allah sabe más.
AL-QANÂ'A
Consiste
en la satisfacción ante el
destino apartándose de la búsqueda de lo superfluo, el contentamiento con la
existencia y el abandono del lamento hacia lo perdido. Es el fundamento de la
vida excelente y de una subsistencia hermosa. Allah ha dicho: "Allah los
proveerá con un favor hermoso", es decir, algunos de los que emigraron
(de Meca a Medina) fueron asesinados o bien murieron, y a los que permanecieron
Allah les concedió una gracia hermosa que es el fruto de la riqueza de Allah.
La consecuencia de al-qanâ'a es el cierre de la puerta a la
avaricia, y la apertura de la puerta de la moderación, y esto es lo que se
busca en los asuntos mundanos, pero sin embargo es reprobable que se busque en
los asuntos de la Otra vida, en el aumento del conocimiento, y en el ascenso en
grados de la Gnosis, y es por ello que se ha dicho: "Al-Qanâ'a con
respecto a Allah es privación y carencia".
AL-'ÂFÎA
Es la calma del corazón
y su vaciamiento de desasosiego, inquietud y fluctuación. La 'âfîa es
perfecta cuando el silencio es hacia Allah y la complacencia (ridà)
con Él.
Se
dice en el hadîz: "A nadie se le concede un bien tras la certeza (yaqîn),
excepto la 'âfîa".
En cuanto al-'âfîa de la generalidad de los musulmanes consiste en la calma de sus corazones ante el mundo causal pues la persecución de las causas formales tiene por resultado la agitación y la turbación de sus corazones ante la falta de la luz de la certeza (yaqîn).
En cuanto al-'âfîa
de la Élite consiste en el silencio de sus corazones ante el Generador de las
causas; se trata de una aâfîa permanente, y tal vez se aumente la
certeza de sus corazones ante la agitación del mundo causal, tal como han dicho
algunos: "Somos como las estrellas, cuanto más intensa es la oscuridad más
se refuerza nuestra luz".
Dzû an-Nûn al-Misrî
ha dicho: "Aunque el cielo fuera de cristal, la tierra de cobre y mis hijos
estuvieran en la indigencia, no me preocuparía por su subsistencia".
Y al-'âfîa de la Élite
de la Élite es la calma en la contemplación de lo Real, ausentándose al mundo
de las causas, y ahogándose en el océano de la Unidad y en los secretos de la
Singularidad.
La pena y la tristeza
no entran en sus dominios, y la pureza de sus bebidas no son enturbiadas. Que
Allah nos haga ser de ellos.
AL-YAQÎN
Es la calma del corazón
que se dirige hacia Allah a través de la Ciencia, sin que en él se produzcan
cambios, transformaciones, fluctuaciones, cesando la agitación ante los estímulos,
y elevándose por encima de la duda en la contemplación de lo Oculto.
Sus signos son tres: 1) elevación de la aspiración por encima de las
criaturas en caso de que sea necesario, 2) abandonar el elogio de ellos con el
don, 3) wa tanaçuh 'an dzamihim 'inda al-mana'a.
El Yaqîn de la generalidad consiste en la unificación de las acciones
encontrando la calma en la prohibición y en la obediencia; el Yaqîn de la Élite
consiste en la unificación de Sus Atributos, contemplando la creación como
muerta, en sus manos no hay ni calma ni movimiento; y el Yaqîn de la Élite de
la Élite consiste en la unificación de Su Esencia, contemplándoLo en toda
cosa, y conociéndolo en toda cosa, y no contemplan con Él cosa alguna.
Podemos hablar de tres categorías: la “Ciencia de la Certeza”, el
“Ojo de la Certeza”, y la “Verdad de la Certeza”. La primera es la
consecuencia del desarrollo de la vía argumentativa; la segunda se produce como
consecuencia del desvelamiento ante la evidencia (al-bayân), y la
tercera se produce como resultado de la Visión cara a cara (al-‘yân).
La primera cualidad es para los señores del Intelecto entre las gentes del Imân;
la segunda es para los poseedores de la Percepción entre las gentes de la
nobleza en la Visión del cara a cara; y la tercera es para la gente del
afianzamiento y consolidación en el rango de la Excelencia (ihsân).
Se podría comparar al siguiente símil: hay quien ha escuchado hablar de Meca,
pero no la ha visto, este es el poseedor de la Ciencia de la Certeza, pero si
llega a contemplarla, aún sin entrar en ella, se convierte en el poseedor del
Ojo de la Certeza, pero si entra en ella y conoce sus caminos y lugares, se
encontrará en la Verdad de la Certeza. De esta forma se puede clasificar a la
gente en relación a su grado de conocimiento de Allah.
La
gente permanece velada hasta que le alcanza la Ciencia de la Certeza de la
existencia de lo Real (al-haq); la gente del Camino llega a la
Visión cara a cara cuando se produce su extinción en la Esencia, entonces
brillan sobre ellos las luces de los Significados, y se ausentan de ellos las
sombras de las formalidades, si no salen del estupor que les produce la extinción
no se afianza en ellos la permanencia de la Contemplación de lo Real, en caso
contrario se produce la consolidación de la Contemplación y el afianzamiento
de sus pies en el conocimiento de lo Real asentándose en la Verdad de la
Certeza, y esto constituye el colmo de la Gracia y la Felicidad. Que Allah nos haga de
ellos con su Favor y su Generosidad. Amin.
AN-NI'AMA
Su consecuencia es la
alegría, el gozo, y el alejamiento de los pesares, así como la consecución de
los propósitos.
Se divide en dos clases: la ni'ama externa, como por ejemplo la
salud, la suficiencia en los medios de sustento; y la ni'ama interna,
como el Imân, la Guía (en el sendero recto del Islam) y la Gnosis.
La gente en relación a la ni'ama exterior puede clasificarse en
tres apartados: aquellos que se alegran y disfrutan por el favor concedido por
el placer que este reporta, pero que debido a este don quedan velados de Aquel
que es fuente del mismo; después están aquellos que se regocijan con el favor
dado al contemplar que son objetos de favor por parte de Aquel que es fuente del
mismo y con el don otorgado Lo recuerdan, y por último aquellos que se
regocijan sin cosa alguna excepto Él. Allah ha dicho: "Di Allah y luego deja que sigan jugando en sus discusiones". El
agradecimiento de los primeros cesa cuando cesa el don otorgado, mientras que el
agradecimiento de los últimos es permanente, tanto en las alegrías como en las
desgracias, y este es el agradecimiento de la Élite.
AL-FIRÂSA
Consiste en una idea
que asalta el corazón, o bien una inspiración súbita que se manifiesta en
aquel. Según dice el hadiz: "Temed a
la sagacidad (firâsa) del mumin, pues el mira con la Luz de Allah", y
esto se produce en la medida de la fuerza de la cercanía y el conocimiento (de
Allah) del sujeto que la posee. Cuando se fortalece la cercanía y se consolida
el conocimiento, la firâsa se hace más auténtica, porque cuando el espíritu
se encuentra próximo a lo Real, no se manifiesta en él otra cosa que la
Verdad.
Se pueden distinguir tres grados: la firâsa del común de los
musulmanes que consiste en la percepción de aquello que encierran las
conciencias de las gentes y de lo que permanece oculto en sus estados, y esto en
verdad es una prueba para aquel que no ha adoptado las características y
atributos del Rahman; la firâsa de la Élite que consiste en la
percepción de los secretos de los estados y las tensiones internas, así como
el ascenso sobre las luces del Malakût, y la firâsa de los elegidos
entre la Élite que consiste en la visión de los secretos de la Esencia, y la
visión de las luces de los Atributos, así como la inmersión en el oceáno de
los secretos del Yabarût. Y dijo al-Kattânî: "Es
el desvelamiento de lo Real, y la visión de lo Oculto", y dijo al-Wâsitî:
"Son los resplandores de la Esencia y
el asentamiento en la totaidad de los secretos de lo Oculto ascendiendo
progresivamente en ello hasta que contempla a las cosas desde el punto de vista
de loReal hablando (fayatakallamu) por encima de las conciencias de las
criaturas ".
Su expresión fayatakallamu, significa que no hay nada que
condicione a la firâsa de la Élite, pero Allah sabe más.
AL-JULUQ
Es una facultad por
medio de la cual las acciones son expresadas con fluidez; si las acciones
resultantes de dicha facultad son buenas, tal como la benevolencia, el perdón,
la generosidad y similares, reciben el nombre de juluq hasan, por
el contrario si las acciones resultantes son de carácter perverso, tal como la
ira, la improvisación o la avaricia, reciben el nombre de juluq sayi-an.
Dijo Wahab: "Un hombre no se comporta
en la misma forma 40 mañanas seguidas, a menos que Allah haya dispuesto en él
esa froma de ser ".
El juluq hasan es algo que se adquiere, mientras que al juluq siyyi hay que combatirlo hasta que desaparezca; el primero es semejante al ayuno y al qiyâm, (en el sentido del esfuerzo que hay que hacer para obtenerlo) y es el fruto del Sufismo, y quien no embellece su naturaleza su Sufismo llega a ser como un árbol sin frutos; el resultado del embellecimiento de su naturaleza es que no se encolerice, que no sea avaricioso ni guarde rencor. En Allah confiamos.