APRECIACIONES SOBRE EL ESOTERISMO ISLÁMICO Y EL TAOÍSMO

 ABD AL-WAHID YAHIA

(RENÉ GUÉNON)

 

ÍNDICE

 

Prólogo

"En el Islamismo, escribió Guénon, la tradición es de esencia doble, religiosa y metafísica; puede calificarse muy exactamente de exotérico el lado religioso de la doctrina que, en efecto, es el más exterior y el que está al alcance de todos, y de esoterismo su lado metafísico, que constituye su sentido profundo y que es, por lo demás, conside­rado como la doctrina de la minoría; y esta distinción conserva, verdaderamente, su sentido propio puesto que hay ahí dos caras de una sola y misma doctrina."

Es conveniente añadir que, para Guénon, el esoterismo es siempre y en todas partes el mismo, sean cuales fueren los nombres utilizados, según la diversidad de los países y las tradiciones. Si el conocimiento verdadero de la última Realidad es el objeto final de la búsqueda esotérica, los métodos utilizados, aunque a menudo análogos, no son forzosamente idénticos; pueden variar como varían también las lenguas y los individuos. "La diversidad de los métodos, nos escribía Guénon el 3 de octubre de 1945, responde a la diversidad misma de las naturalezas individuales para las que están hechos; es la multiplicidad de las vías que conducen todas a un objetivo único."

 En este librito, hemos reunido en capítulos cierto número de artículos antiguos relativos al Sufismo (Et-­Taçawwuf), es decir, al esoterismo islámico. Se completará no sólo por algunos pasajes que hacen referencia a éste en sus diferentes obras, sobre todo en Le Symbolisme de la Croix, sino también por dos artículos reproducidos en los Symboles fondamentaux: "Les mystères de la lettre Nûn" y "Sayful-Islam".

Hemos ofrecido como primer capítulo el artículo sobre el esoterismo islámico, publicado en los Cahiers du Sud, aunque sea posterior a los demás por la fecha de aparición, porque es el que mejor precisa las particularidades de la iniciación en el Islam, definiendo las nociones fundamentales del Taçawwuf: Shariyah-Tarîqah-Haqîqah; la primera constituye la base exotérica fundamental necesaria; la segunda, la Vía y sus medios y la tercera, el objetivo o el resultado final. En los demás capítulos, Guénon expone con su claridad sintética habitual lo que es el Tawhid y el Faqr, y da unos ejemplos de ciencias tradicionales a propó­sito de la Angelología del alfabeto árabe, de la Quirología y de la Ciencia de las letras (Ilmûl-hûrûf).

 René Guénon ha hablado detenidamente, sobre todo en Aperçus sur l´Initiation, Le Régne de la quantité et les signes des temps (2) e Initiation et Réalisation Spirituelle, de lo que ha llamado la "Contra-iniciación" y la "Seudo­iniciación". Los autores árabes han tratado también sobre esta cuestión a propósito de los awliyâ es-shaytân y a propósito de los 'falsos sufíes" que son, dice uno de ellos, como lobos entre los hombres".

Abû Ishâq lbrâhîm al-Holwânî preguntaba un día a Hus­sein ibn Mançûr al-Hallâj lo que pensaba de la enseñanza eso­térica (madhab al-bâtin). AI-Hallâj le respondió: "¿De cuál quieres hablar, de la verdadera o de la falsa? (bâtin al-bâtil aw bâtin al-Haqq). Si se trata del esoterismo verdadero, la vía exotérica (shariyah) es su aspecto exterior y el que la sigue verdaderamente descubre su aspecto interior, que no es otro que el conocimiento de Allâh (marifah Allâh); en cuanto al falso esoterismo, ambos aspectos, exterior e interior, son a cuál más horrible y detestable. Manténte, pues, apartado de él."

 Guénon dirá igualmente: "Quienquiera que se presente como instructor espiritual sin ligarse a una forma tradicio­nal determinada o sin conformarse a las reglas establecidas por ésta, no puede tener verdaderamente la calidad que se atribuye; puede ser, según los casos, un impostor o un ‘iluso', que ignora las condiciones reales de la Iniciación; y en este último caso más todavía que en el otro, es muy de temer que no sea demasiado a menudo, en definitiva, nada más que un instrumento al servicio de algo que quizá el mismo no sospecha." (3)

 El último capítulo está consagrado al Taoísmo y al Confucianismo. Demuestra que la diferencia entre el esote­rismo y el exoterismo se encuentra igualmente en las formas no religiosas de la Tradición. Y es normal, ya que se trata aquí, tanto para los ritos como para la perspectiva, de una diferencia de naturaleza e incluso de naturaleza profunda.

Mucho más antiguo que La Grande Triade (4), el último libro que Guénon publicara en vida y en el que más habló de la civilización china, este artículo contiene una reflexión final que no carece de interés. En efecto, Guénon declara en él que, sean cuales sean las condiciones cíclicas que podrán causar la desaparición más o menos completa del aspecto exterior de la tradición china, el esoterismo de ésta, el Taoísmo, jamás morirá porque, en su naturaleza esencial, es eterno, es decir, que está más allá de la condi­ción temporal.

Como hemos hecho anteriormente para los libros póstumos que hemos presentado a los lectores desde hace varios años (Etudes sur La Franc-Maçonnerie et le Compagnonnage, Etudes sur l'Hindouisme, Formes Traditionnelles et Cycles Cosmiques así como para la nueva edición de Le Théosophisme) hemos añadido algunas reseñas de libros y de revistas en las que Guénon da interesantes preci­siones sobre la ortodoxia tradicional.

  

NOTAS:

 (1). Edición en castellano: Símbolos fundamentales de la Ciencia Sagra­da. Paidós, Barcelona.

 (2). Edición en castellano: El Reino de la Cantidad y los Signos de los Tiempos. Paidós, Barcelona.

 (3). Initiation et réalisation spirituelle; capítulo sobre "Vrais et faux instructeurs spirituels", p. 144-145.

 (4). Edición en castellano: La Gran Tríada. Ed. Obelisco. Barcelona, 1983 (agotado a fecha de 2001).

         

                                                                                                            Roger Maridort, febrero de 1973.