EL PROFETA DEL ISLAM

SU VIDA Y OBRA

 

Traducción: 'Abdullah Tous y Naÿat Labrador

 

 

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La despedida del Profeta (s.a.s.)

 

        “Alabado sea Allah; nosotros lo alabamos, nosotros le pedimos socorro, le imploramos su perdón, y nos volvemos a él; y buscamos protección ante Allah contra los vicios de nuestras almas y contra la maldad de nuestras acciones. Quien quiera que sea guiado por Allah no se perderá; y quien quiera Allah que se pierda, nadie lo guiará. Yo atestiguo que no hay otro dios sino Allah el cual no tiene asociados con él; y atestiguo que Muhammad es su siervo y enviado.

        Yo os recomiendo, OH siervos de Allah, el temor de Allah y os incito a obedecerlo. Yo busco de esta forma comenzar por lo que es mejor.

        Así pues, OH pueblo, escuchad lo que os digo, pues no se si podré encontraros aquí después de este año.

        OH pueblo, en verdad vuestra sangre, vuestros bienes y vuestro honor son inviolables hasta el reencuentro con vuestro Señor, tan inviolable como este mismo día, en este mes, en esta región ; -¿He conseguido hacer llegar (el mensaje)? Oh Allah, se testigo de esto. Así pues el que reciba unos bienes en depósito que los devuelva a aquel que se los confió.

        Y la usura del tiempo de la ignorancia esta abolida, sin embargo vosotros tenéis derecho sobre vuestros capitales: no seáis ni opresores ni oprimidos. Allah ha decretado que no haya más usura. Y la primera usura por la cual comienzo es la usura de mi tío ‘Abbas ibn ‘Abd al-Muttalib.

        Y la venganza por los asesinatos del tiempo de la ignorancia queda suprimida; y la primera venganza a la que renuncio es la sangre de mi sobrino ‘Amir ibn Rabi’ah ibn al-Harith ibn ‘Abd al-Muttalib (cuyo hijo ha sido asesinado).

        Y los cargos del tiempo de la ignorancia quedan abolidos, menos la custodia de la Kaaba y el de aguador (los peregrinos).

        Y el asesinato intencional será castigado por el talión y la muerte casi intencional, producida por el palo o la piedra, costará cien camellos (como precio de sangre) quien exigiera más, será como las gentes del tiempo de la ignorancia -¿He conseguido hacer llegar el mensaje? OH Allah, se testigo de esto.

        Así pues, OH pueblo, Satán está en verdad desesperado de ser adorado en vuestra tierra; pero sería dichoso de ser obedecido en otras cosas: en esos pequeños actos vuestros que vosotros consideráis sin valor. Estad pues en guardia contra él por bien del Islam.

        Oh  pueblo, en verdad, que la intercalación (de un mes profano en medio de los meses de la tregua de Allah) en un añadido a  la incredulidad; están perdidos por  este añadido aquellos que se han vuelto incrédulos: convierten profano este mes durante un año, y lo convierten en sagrado en otro año, para observar exteriormente el número (de los meses), que Allah ha hecho sagrados; profanan lo que Allah ha hecho sagrado y convierten en sagrado lo que Allah ha hecho profano. Y, en verdad, el tiempo debe volver a la situación en que Allah lo creó el día que él creó los cielos y la tierra. Y en efecto, el número de meses según Allah es de 12, en el libro de Allah, el día que él creó los cielos y la tierra. De estos 12 meses, cuatro son sagrados; de los que tres son consecutivos y uno está aislado:

Dhu’l-Qa’dah. Duh’l-Hiyya y Muharram, y Rayabdes- que se encuentra entre el mes de Yumâda y Cha’bân.-¿He conseguido hacer llegar el mensaje? OH Allah, se testigo de ello.

        Ahora bien, OH pueblo, en cuanto a vuestras mujeres, ellas tienen un derecho sobre vosotros, y vosotros tenéis un derecho sobre ellas: en favor vuestro les compete a ellas no dejar pisar vuestro lecho por nadie salvo por vosotros mismos, y que ellas no dejen entrar en vuestra casa a nadie que vosotros no queráis, excepto con vuestro permiso; y que ellas no cometan promiscuidades. Si ellas son promiscuas Allah os ha dado en verdad permiso para reprenderlas, y establecer camas separadas y de amonestarlas, pero suavemente. Si ellas cesan y os obedecen, os compete a vosotros suministrarle alimentos y vestidos adecuados, y asegurar a vuestras mujeres el mejor trato. Porque en verdad, ellas son como prisioneras vuestras, y no pueden hacer nada por ellas mismas. Y en verdad, vosotros las habéis tomado como un regalo de Allah y os está permitido acercaos a ellas por voluntad de Allah. Temed pues a Allah en lo que concierne a las mujeres y aseguradles el mejor  trato -¿He conseguido hacer llegar el mensaje?

        OH Allah, se testigo de ello.

        OH pueblo, en verdad, los creyentes son hermanos. Y los bienes de un hermano son intocables salvo que él esté de acuerdo. -¿He conseguido hacer llegar el mensaje?.

        OH Allah se testigo de ello.

        No os volváis incrédulos después de mi muerte los unos que se apoyen en los otros. Y en verdad, he dejado ante vosotros medios que impidan vuestro descarrilamiento: el libro de Allah y la conducta de su profeta.- ¿He conseguido hacer llegar el mensaje?

        OH Allah, se testigo de ello.

        OH Pueblo, en verdad, vuestro Señor es uno, y vuestro antepasado es uno: todos descendéis de Adán, y Adán fue hecho de la tierra. El más digno ante Allah es aquel que más le tema. Y ningún árabe tiene superioridad sobre un no árabe salvo en la piedad. ¿He conseguido hacer llegar el mensaje? OH Allah se testigo de ello”. Y él añadió: OH vosotros, todos los presentes, haced llegar este mensaje a los ausentes. OH pueblo, en verdad, Allah ha fijado para cada heredero su porción de herencia: no está pues permitido hacer un testamento en favor de un heredero (en más de lo que le corresponda). Y el testamento en favor de un extranjero no puede sobrepasar el tercio (de la totalidad de la herencia). Y el niño pertenece a la cama (¿a la madre?) y el hombre que ha cometido adulterio es lapidado.         Cualquiera que, reclame (la paternidad) de otro que no sea su padre y cualquiera que reclame la propiedad más que de lo que es propietario, caiga sobre ellos la maldición de Allah, de los ángeles y de todos los humanos. No se aceptará de ellos (el día del juicio final) ningún pago ni equivalente (rescate). ¡Y la paz esté con vosotros!.

        El Profeta había puesto cuidado que todas las muchedumbres pudieran oír su gran discurso, y unos “altavoces” humanos habían sido colocados de trecho en trecho para repetir cada frase que él pronunciaba. Este discurso no tenía aparentemente ningún carácter político, pero hacía falta preparar la opinión pública musulmana para un régimen supra-racial, ¿no es revolucionario declarar y enseñar que un árabe no tiene ninguna superioridad sobre un no árabe?. Dirá además: hay que obedecer a la autoridad legal detentada incluso por un negro con la nariz cortada".

         El discurso fue pronunciado en ‘Arafât, el viernes 9 Dhu’l Hiyya, y la revelación de un verso del Corán, que data del mismo día, anunció en efecto que la misión de Muhammad estaba completamente acabada: “Hoy os he perfeccionado vuestro Din y he completado Mi gracia con vosotros y os he elegido el Islam como Din.

         Los musulmanes celebran el aniversario de este día memorable como la Fiesta Grande (‘îd al-Kabir). O más exactamente, al día siguiente de ese día, ya que es el 10 de ese mes, en Mina, cuando se pone fin al estado de sacralización, y cuando se sacrifica un animal cuya carne es consumida o distribuida entre los amigos o peregrinos más pobres. Esperando la afluencia de centenares de miles de peregrinos, ese año, el Profeta había llevado con él un gran número de camellos para dar una fiesta sobre todo a los peregrinos más pobres (un camello es suficiente para alimentar a una centena de personas durante una jornada); y parece ser que había pedido a ‘Ali, entonces de viaje oficial en Yemen, que trajera consigo de allí tantos camellos como pudiera y que se reuniera con él en la peregrinación. Según al-Baihaqi y ad-Diyarbakri, el Profeta tenía en ese momento una centena de camellos en total, de los cuales degolló con su propia mano 63, pidiendo a ‘Ali que se ocupara del resto. Las mismas fuentes añaden que ese día, el Profeta liberó también 63 esclavos; “precisamente un camello y un esclavo por cada año de su vida”. Muslim y Abû Dawud y otros entre las mejores fuentes hablan de un milagro que observaron entonces: esos animales eran conscientes de la suerte que les esperaba, y estaban tan encantados que cada uno de ellos se precipitaba hacia el Profeta, para que éste pudiera sacrificarlos primero. Según Abû Dawud (12/14), fue durante la peregrinación del Adiós y según otros en Hunain, cuando el Profeta prohibió la práctica de mut’a (matrimonio por tiempo limitado). Si es que esto no proviene de un pequeño lapsus  calami o lapsus linguae por parte del narrador –Ya que en árabe las grafías “Jaibar” y “Hunain” se diferencian en muy poco sobre todo si carecen de puntos diacrílicos- se puede pensar que el Profeta renovó en la conquista de Meca y en su última peregrinación la prohibición que él había ya promulgado en Jaibar en el año 7 H., y esto a instancias de otros detalles en sus discursos de parecidas ocasiones históricas.

        Algunos días más tarde, Muhammad dejó Meca para volver a Medina. Por el camino, cortó un pequeño equívoco que había surgido entre su yerno ‘Ali y algunos musulmanes: Cuando acampaba en  Jumm, donde había reservas de agua (cerca del puerto de Rabigh) él dio la razón a ‘Ali diciendo: “Para quien quiera que yo sea su amigo (maulá), ‘Ali, es su amigo; OH Allah, sed amigos de aquel que él es mi amigo y sed enemigos de aquel que él es mi enemigo”. El incidente quedó cerrado, pero el día quedó marcado sobre todo en la secta chií, que ve en ello la nominación de ‘Ali por el Profeta como su sucesor. No hay ni que decir que los demás no dieron ningún sentido político a estas palabras.

         La decisión del Profeta de volver a Medina es un ejemplo de la manera en la que el Islam separa el culto y la  política: Meca quedará como centro cultural y espiritual del Islam, las capitales políticas se cambiarán de

vez en cuando, pero las unas y las otras quedarán sujetas siempre a las mismas leyes coránicas, para crear la unidad en la diversidad, característica en la enseñanza de Muhammad.

 

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