EL PROFETA DEL ISLAM

SU VIDA Y OBRA

 

Traducción: 'Abdullah Tous y Naÿat Labrador

 

 

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La hendidura de la luna  

        De vez en cuando se producían altercados entre el Profeta y sus conciudadanos. Un día le hostigaron un poco más, le pidieron que dividiera la luna, si era un verdadero enviado de Allah. Para ser un reformador inspirado no es necesario en absoluto, según el Islam, hacer milagros, ya que todo depende de Allah y no del hombre, incluso el mismo Profeta. Sin embargo en toda la historia de la humanidad, se han atribuido milagros a los hombres piadosos. No nos asombremos pues si en este tema, también en la biografía de Muhammad (s.a.s.), los cronistas nos digan que antes esta burla, Muhammad (s.a.s.), hizo un signo a la luna y la dividió en dos. Después de algún tiempo las dos partes se unieron como antes. Algunos abrazaron el Islam, otros tuvieron una prueba para acusarlo de magia negra.

        Las peticiones de milagros, se multiplicaban cada vez más, y el Corán nos la ha conservado en la memoria: le pidieron que les hiciera ver a Allah físicamente y que resucitara a los muertos. Se le pidió  que construyera una escalera hasta el Cielo, construir casa de oro, alejar a las montañas de Meca, crear ríos que corrieran como los de Siria, hacer descender un ángel visible a todos que les asegurara de la veracidad de Muhammad, etc. El Profeta les decía: Allah es todopoderoso, él es capaz de hacer de todo, pero yo no he venido para hacer milagros; mi única misión es guiaros y advertiros de todas aquellas cosas que se apartan de los mandamientos de Allah.

 

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