ÍNDICE

 

Periodo de Medina 

622-632

 

 

 

Los Banu Qainuqa'

 

 

 

        En Medina y sus alrededores vivían varias tribus judías incluidas por el Rasûl Muhammad

 (s.a.s.) en los pactos de convivencia que había establecido al llegar a la ciudad desde Makka (Meca). El Rasûl Muhammad (s.a.s.)aceptó la pluralidad de comunidades y deseaba un buen entendimiento entre todas, dentro del respeto mutuo y la solidaridad en tanto que vecinos, cada cual con su especificidad reconocida.

        Sobre esta base, el Islam se extendería respetando siempre a las minorías, constituyéndose como marco en el que era posible la pluralidad. Desde el principio, el Islam jamás tuvo planteamientos exclusivistas. Las ideas de pueblo elegido (los judíos) y de pueblo salvado (los cristianos), no tenían ningún equivalente en el Islam. El Islam es apertura, es abrir caminos, es permitir encuentros y es mutua fecundación. Pero esto es absolutamente extraño para quienes basaban (como los judíos y cristianos) su identidad en planteamientos racistas y exclusivista.

        Desde los comienzos, los judíos se sintieron incómodos en la nueva situación. Solo podían alimentar su mito de pueblo elegido siendo perseguidos o destruyendo a los demás. Todo esto nos servirá para entender las maquinaciones y argucias que pusieron en funcionamiento para destruir el pie de igualdad que el Islam suponía.

        Ibn Is-haq en su sira cuenta: "El Rasûl Muhammad (s.a.s.) reunió a los Qainuqa' en el zoco de los Qainuqa' y les dijo: oh pueblo de los judíos temed a Allah para que no os destruya como a destruido a los Quraish (en la batalla de Badr). Abrazad el Islam, pues sabéis perfectamente que soy un enviado de la Verdad. Conocéis mi advenimiento en la claridad de vuestro libro. En mí se ha cumplido la promesa que Allah os hizo". Los judíos respondieron: "oh Muhammad, ¿piensas que somos estúpidos? Tu pueblo ignora todo sobre el arte de la guerra. Pronto sabréis que somos más fuertes".

        El Islam es la universalización de los mensajes de todos los profetas anteriores, pero los judíos preferían aferrarse a privilegios que habían inventado para ellos sus rabinos, asegurándose así su poder sobre un pueblo configurado para petrificarse. Esta es la razón por la que los judío eran incapaces de abrirse hacia nuevas posibilidades de la espiritualidad, cerrándose cada vez mas  en torno a la idea de pueblo escogido. Mientras el Rasûl Muhammad (s.a.s.) los invitaba a abrirse, ellos le declararon una guerra secreta que no tardaría en manifestarse abiertamente. Los violentaba enormemente que alguien que no era judío reivindicase el legado de sus profetas y los inquietase con el fundamento mismo de sus creencias, cuestionando así la idea de exclusividad que estaba en la base de su ciencia como pueblo.

        La chispa saltó de una forma fortuita. Una beduina, tras haber expuesto sus mercancías en el zoco de los Qainuqa', visitó la tienda de un joyero. Los hombres que se encontraban allí quisieron retirarle el velo, pero ella se opuso. El dueño de la tienda la agarró por el extremo de su túnica y tirando violentamente la desnudó. Ella se levantó y gritó. Un musulmán que se encontraba cerca acudió a ayudarla y el dueño de la tienda lo mató. Su familia acudió a los musulmanes pidiendo venganza. Pronto, un grupo de musulmanes pusieron sitio a la fortaleza de los Banu Qainuqa'.

        Encerrados en su fortaleza los Banu Qainuqa' desafiaban las reglas de convivencia que habían de regir la ciudad de Medina. Reaccionaban como grupo, desinteresados del resto a la vez que movían los hilos para granjearse la alianza de los hipócritas (munafiqin). Recordemos, que se llamó hipócritas a los cabecillas de Medina a los que la aceptación masiva del Islam en la ciudad les restó influencia sobre la población. Se hicieron musulmanes por conveniencia, esperando el momento en que podrían recuperar su antiguo poder. Conformaron un grupo que estuvo maquinando contra el Islam constantemente, con el agravante de actuar desde el seno mismo del Islam. Eran los aliados naturales de los judíos. El cabecilla de los hipócritas, Ibn Ubai, fue el encargado de interceder por los Banu Qainuqa' ante el Rasûl Muhammad (s.a.s.).

        Tras unas negociaciones en las que quedó patente la estrecha relación entre los judíos y los hipócritas, que no tenía más fin que la anulación del Islam, para que cada uno de esos dos grupos recuperara sus privilegios, el Rasûl Muhammad (s.a.s.) decidió la expulsión de los Banu Qainuqa'. La alianza que había sido contraída se disolvía así. Era la plasmación de la imposibilidad de contar con los judíos para establecer una nueva sociedad. El Qur-ân (Corán) dice: "Oh vosotros los que os habéis abierto a Allah, no toméis por aliados a los judíos y a los cristianos. Ellos se alían entre sí contra vosotros. Quien los tiene por aliados, les pertenece, y Allah no guía a los injustos. Puedes ver cómo aquellos cuyo corazón está enfermo (los hipócritas) se precipitan hacia ellos (buscando su alianza) y dicen: -tenemos miedo a quedar debilitados sin ellos-.