Los herederos de los Profetas

Ibn Rajab al-Hanbali

 

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INTRODUCCIÓN

 

 

        El libro que a continuación ofrecemos es la traducción del denominado Los herederos de los Profetas, cuyo autor es Ibn Rajab al-Hanbali, quien compuso este pequeño tratado teniendo como base un hadiz de Abu Darda para resaltar la importancia de la que goza el conocimiento dentro del Islam.

 

        Ibn Rajab al-Hanbali fue discípulo de Ibn Taymiyya, junto con Ibn Qayyim al-Jawziyya, todos ellos pertenecientes  a la escuela hanbali de Fiqh, entre cuyos miembros figuró el gran sufí ‘Abd al-Qadir al-Yilani, quien influyó notablemente en Ibn Taymiyya, no hay que olvidar que este último perteneció a la orden sufí qadirí. A pesar de que Ibn Rajab al-Hanbali nació en el 736 de la Hégira en Bagdad, su obra goza hoy de plena actualidad dada la cantidad de supuestos sabios en el Islam que pertrechados con conocimientos más que dudosos, pretenden erigirse en sabios musulmanes con capacidad de dar veredictos legales y fatuas de lo más sorprendentes, su osadía va pareja a la falta de conocimiento en los ámbitos más elementales del Islam, empezando por la propia lengua árabe. Como dice Ibn Rajab al-Hanbali, cuando el conocimiento desaparece, el pueblo es guiado por los ignorantes.

 

El hadiz de Abu Darda que sirve de pretexto para todo el libro es el siguiente:

 

    - Cierto hombre se llegó hasta Abu Darda mientras este estaba en Damasco. Abu Darda le preguntó, “¿Hermano, qué te ha traído hasta aquí?”, él replicó, “Un hadiz del Profeta (s.a.s.) que tú relatas”. Abu Darda preguntó, “¿Has venido por algún interés material?”, él replicó, “No”. “¿Has venido por algún negocio?”, él replicó “No”. “¿Has venido tan solo por este hadiz?”, el replicó, “Sí”. Entonces Abu Darda dijo, “Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir, ‘Todo aquel que emprende el camino buscando el conocimiento sagrado, Allah le colocará en una senda que le conducirá hasta el Paraíso. Los ángeles bajan sus alas por aquel estudiante complacidos con su actuación. Las criaturas de los cielos y de la tierra piden la misericordia por el estudiante que busca el conocimiento, hasta los peces la solicitan. La superioridad del sabio sobre el hombre piadoso es como la superioridad de la luna llena sobre el resto de los cuerpos celestes. Los sabios son los herederos de los profetas. Los profetas no dejan dinero como herencia, sino conocimiento. Quien de ellos lo toma ha conseguido una participación abundante.” (Iman Ahmad ibn Hanbal, Abu Dawud, Tirmidi e Ibn Mayah relatan este hadiz en sus compilaciones.)  -