Los herederos de los Profetas

Ibn Rajab al-Hanbali

 

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CAPÍTULO II

 

 LOS CAMINOS QUE LLEVAN AL CONOCIMIENTO SAGRADO

 

        Empecemos explicando el hadiz de Abu Darda, “A aquel que viaja en busca del conocimiento sagrado, Allah lo colocará en una senda que conduce hasta el Paraíso”.

 

        En otra versión del hadiz se dice, “Allah le facilitará una senda que conduce hasta el Paraíso”. Otra versión que se encuentra en Muslim, basada en la autoridad de Abu Hurayra (r.a.), dice, “A aquel que viaja en busca del conocimiento sagrado, Allah le facilitará una senda que le conduzca hasta el Paraíso”.

 

        “Viajar en la búsqueda de una senda que conduzca hasta el conocimiento sagrado”, podemos entenderlo literalmente como el caminar hasta las asambleas de conocimiento. También esta frase puede encerrar un significado más general, como el viajar a través de una senda intangible que conduzca hasta la adquisición del conocimiento. Todo ello incluye la memorización, el estudio, la lectura, la toma de apuntes, la comprensión, la contemplación y otros actos que facilitan el aprendizaje.

El dicho del Profeta (s.a.s.), “Allah le facilitará una senda que le conduzca hasta el Paraíso”, encierra muchos significados. Entre ellos, que Allah ayuda al estudiante de este conocimiento en su búsqueda, facilitándole su éxito. Esta ayuda viene expresada en la aya coránica, “Hemos hecho fácil la memorización del Corán. Acaso no habrá alguien que lo recuerde” (Corán, 4:17)

 

        Algunos comentadores de esta aya dicen, “¿Hay alguien sincero en su búsqueda de conocimiento a quien pueda ayudársele?”

 

        Son muchas las sendas que conducen hasta Allah; entre ellas, que Allah facilite al buscador que actúe según los dictados de Aquel, suponiendo que sea el puro amor hacia Allah lo que guíe al buscador, si esto es así, Allah le facilitará la adquisición del conocimiento. Es una senda que lleva hasta el Paraíso. Se ha dicho, “Aquel que actúa según lo que sabe, Allah le otorga un conocimiento que aún no sabe”. También se ha dicho, “La recompensa de lo bueno es lo bueno que ello inicia”. Esto viene corroborado por Allah cuando dice en el Corán, “Allah aumenta la guía de aquellos que buscan la guía” (Corán, 19:76) y también ha dicho, “Aquellos que aceptan ser guiados, Allah incrementa su guía y derrama sobre ellos piedad”, (Corán, 47:17)

Aquellos que buscan el conocimiento con el propósito de ser guiados en la rectitud, Allah les incrementa en Su guía y en conocimiento útil. Este tipo de conocimiento tiene como consecuencia un actuación recta. Estas son las sendas que conducen hasta el Paraíso. Además de todo lo anterior, Allah hace que el buscador se beneficie del conocimiento en la Próxima Vida ayudándole a atravesar la Vía y a superar lo horrores y obstáculos que la preceden.

 

 

El Conocimiento es la Esencia de la Guía

 

        El conocimiento constituye la vía más directa para llegar hasta Allah, para aquel que sigue la senda del conocimiento le han sido allanados los caminos, tanto en este mundo como en el Otro, que conducen hasta el Paraíso. Aquel que viaja por una senda sin conocimiento, pensando que es el camino hasta el Paraíso, ha elegido la senda más difícil y penosa, no alcanzando nunca su destino a pesar de sus tremendos esfuerzos. La senda que conduce hasta el conocimiento vivencial de Allah es aquella que encierra el conocimiento útil revelado por Él a Sus mensajeros y en  Sus escrituras. Este es el conocimiento que conduce por el Sendero recto, en él la luz se impone sobre la oscuridad de la ignorancia, de la ambigüedad y la duda. Allah se refiere a él  en Su Libro como una luz que guía a través de la oscuridad, “De Allah os ha llegado una luz y un libro claro. Mediante él, Allah guía a aquellos que buscan Su complacencia hasta senderos de paz y los saca de las tinieblas hacia la luz” (Corán, 5:15-16)

El Profeta (s.a.s.) comparó a aquellos que son poseedores de conocimiento con estrellas que guían a la gente en medio de la oscuridad. El Iman Ahmad ibn Hanbal relata de Anas (r.a.) que el Profeta (s.a.s.) dijo, “Los sabios de la tierra son como las estrellas del cielo mediante las cuales la gente se guía en la oscuridad de la tierra y el mar. Si la estrellas se extinguen, incluso los genios pueden extraviarse.”

 

        Esta metáfora es profunda, pues la senda para la comprensión de la unicidad de Allah, del conocimiento experiencial de Allah, de Sus leyes, Sus recompensas y castigos, no se puede obtener mediante el conocimiento empírico, sino mediante la Revelación, y así lo ha dejado claro en Su Libro y mediante la lengua de Su Mensajero (s.a.s.)

 

        Los sabios son la guía en medio de las tinieblas de la ignorancia, la ambigüedad y el desvarío. Cuando estos guías se pierden, los pasajeros se desorientan.

 

        Los sabios, al igual que las estrellas, son poseedores de tres beneficios: guían a la gente en la oscuridad; adornan el cielo y son armas que repelen a los demonios que ascienden en los cielos.   

 

        Los sabios son el garante ante aquellos que guiados por sus caprichos introducen innovaciones en el Din. Por tanto, en tanto permanezca el conocimiento, la gente será guiada, pero el conocimiento sagrado permanece siempre y cuando permanezcan los sabios, cuando éstos disminuyen en número, la gente cae en el error. El Profeta (s.a.s.) relata este significado en un hadiz: “Allah no retira el conocimiento extrayéndolo de los corazones de los hombres, sino que se lleva a los sabios. Cuando los sabios desaparecen, la gente toma por guía a los ignorantes, estos ignorantes emiten sentencias y juicios sin conocimiento alguno. Están en el error y conducen al error a los demás.”

 

        Tirmidi relata de Jubayr ibn Nufayr (r.a.) basándose en la autoridad de Abu Darda:

         “Estábamos con el Profeta (s.a.s.) quien dijo, ‘Habrá un tiempo en el que el conocimiento será arrebatado de la gente hasta tal punto en que no obtendrán beneficio del mismo.’ Ziyad ibn Lubayd dijo, ‘Oh Mensajero de Allah, ¿como retirará Allah de nosotros el conocimiento si recitamos el Corán?, juro por Allah que lo recitamos y se lo enseñamos a nuestros hijos y mujeres!’, y él (s.a.s.) dijo, ‘Te considero como uno de los sabios de Medina; los judíos y cristianos tienen la Torá y los Evangelios, pero ¿se benefician algo de ello?”

 

        Jubayr ibn Nufayr dijo,

         “Me encontré con ‘Ubada ibn al-Samit y le dije, ¿no vas a escuchar lo que Abu Darda está diciendo?, entonces le informé acerca de la pérdida del conocimiento. Dijo, ‘Abu Darda ha hablado la verdad’. Si quieres te informaré sobre el primer conocimiento que perderá la gente, se trata de la humildad (el término árabe es jushu’a el cual encierra algo más que humildad en castellano, denota además un sentimiento de pequeñez ante la inmensidad e inconmensurabilidad de Allah que sobrecoge al corazón del hombre), entrarás en las mezquitas y difícilmente  hallarás a un apersona con este sentimiento.”

 

        Nasa’i relata un hadiz similar de Jubayr ibn Nufayr, proveniente de ‘Awf ibn Malik (r.a.), del Profeta (s.a.s.), quien dice, que mencionó el desvarío de judíos y cristianos a pesar de que estaban en posesión de sus Escrituras.

Jubayr ibn Nufayr también ha relatado:

         “Me encontré con Shaddad ibn Aws y le informé acerca del hadiz de ‘Awf ibn Malik, y dijo, ‘ha hablado la verdad, ¿te hablo acerca de la primera consecuencia de la pérdida del conocimiento?, la humildad desaparecerá hasta tal punto de que no verás a un solo hombre humilde”

 

        El Iman Ahmad relata un hadiz en el que Ziyad ibn Lubayd (r.a.) decía algo mientras que el Profeta (s.a.s.) dijo, “Eso será en el tiempo en el que el conocimiento haya desaparecido”, Ziyad mencionó este hadiz y dijo, “¿acaso los cristianos y judíos no tienen la Torá y el Evangelio sin que actúen conforme a los mismos?”.

 

        Todas estas narraciones están de acuerdo en que la pérdida de conocimiento consiste en no actuar basándose en él. Los Compañeros explicaron que la razón de esto reside en la desaparición del conocimiento interior de los corazones, por conocimiento interno o interior se referían a la humildad (jusuhu’a). Abundando en este mismo sentido, Hudhayfa (r.a.) relata, “Seguramente, la humildad será el primer conocimiento que se pierda.”