COLECCIÓN DE HADICES

 

 

KITAB AL-FADA’IL

 

LIBRO DE LAS CUALIDADES DEL PROFETA (s.a.s.) Y DE SUS COMPAÑEROS

 

 

I

GENEALOGÍA DEL PROFETA (s.a.s.) Y COMO LO SALUDÓ UNA PIEDRA ANTES DE LA PROFECÍA

 

            Uazila ibn al-Asqa relató: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “Ciertamente Allah ha distinguido a Kinana entre los descendientes de Isma’il y distinguió a Quraish entre los Kinana y entre los Quraish distinguió a los Banu Hashim y me distinguió a mi entre los Banu Hashim”.

 

        Yabir ibn Samura relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Yo reconozco en Meca a la piedra que solía saludarme antes de ser enviado (como profeta). Y puedo reconocerla aún ahora”.

 

 

 

II

LA EMINENCIA DE NUESTRO PROFETA (s.a.s.) SOBRE TODA LA CREACIÓN

 

            Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Yo seré el conductor de los descendientes de Adán el Día de la Resurrección y el primero en salir de la tumba y el primero en interceder y el primero cuya intercesión será aceptada”.

 

 

 

III

LOS PRODIGIOS DEL PROFETA (s.a.s.)

 

            Anas relató que el Profeta (s.a.s.) pidió agua y le dieron un recipiente. Entonces la gente comenzó a hacer la ablución (con el agua del recipiente) y conté entre sesenta y ochenta personas. Y yo vi como salía agua de sus dedos.

 

        Anas ibn Malik relató: Vi al Mensajero de Allah (s.a.s.) en el tiempo de la oración de la tarde y la gente pedía agua para realizar la ablución pero no había. Y le trajeron (un poco de) agua al Mensajero de Allah (s.a.s.). Y él puso su mano en el recipiente y ordenó a al gente que hiciesen la ablución con ella. Y vi como el agua salía de sus dedos. La gente realizó sus abluciones hasta que el último de ellos lo hizo.

 

        Anas ibn Malik relató que el Profeta de Allah (s.a.s.) estaba con sus Compañeros en Zaura (un lugar del mercado próximo a la mezquita) cuando pidió un recipiente con agua, puso su mano en él y el agua comenzó a manar de sus dedos. Y así todos sus Compañeros realizaron la ablución. Qatada (uno de los transmisores) dijo: ¿Y cuantos eran? ¡Oh Abu Hamza! (kunia de Anas ibn Malik) Dijo: Eran alrededor de trescientos.

 

        Anas relató que el Profeta (s.a.s.) estaba en Zaura cuando le llevaron un recipiente con agua en el cual no podía hundir su dedo o cubrirlo completamente con el agua. El resto del hadiz es el mismo.

 

        Yabir relató que Umm Malik solía enviarle al Profeta (s.a.s.) mantequilla refinada en una pequeña piel. Y sus hijos iban a pedirle condimentos cuando no tenían nada. Entonces ella iba hacia la piel que le enviaba al Profeta (s.a.s.) y encontraba allí mantequilla refinada y así continuó proveyendo de condimento para su familia hasta que ella la exprimió. Ella fue al Profeta (s.a.s.) que le dijo: “¿La exprimiste?”. Ella dijo: Si. Dijo: “Si la hubieras dejado te hubiera provisto siempre”.

 

        Yabir relató que un hombre fue al Profeta (s.a.s.) y le pidió comida. Entonces le dio medio uasq de cebada. Y el hombre, su esposa y sus invitados comieron de él hasta que lo pesó (para saber cuanto quedaba pero no había nada). Y fue al Profeta (s.a.s.) que le dijo: “Si no lo hubieras pesado hubieras comido de él y no se hubiera modificado”.

 

        Mu’adh ibn Yabal relató: Fuimos con el Mensajero de Allah (s.a.s.) en la expedición de Tabuk y él juntó las oraciones. Rezó la oración del mediodía junto con la de la tarde. Y la de la puesta del sol junto con la de la noche. Al día siguiente retrasó las oraciones. Luego salió y rezó la del mediodía con la de la tarde. Luego entró, después salió y rezó juntas las oraciones de la puesta del sol con la de la noche. Luego dijo: “Si Allah quiere mañana llegaremos a la fuente de Tabuk. Y no lleguéis allí hasta que sea el alba. Y aquel de vosotros que llegue que no toque el agua hasta que yo llegue”. Llegamos allí y dos hombres de los nuestros se nos habían adelantado. Y era un flujo de agua fino como el cordón de un zapato. El Mensajero de Allah (s.a.s.) le preguntó a los dos: “¿Habéis tocado el agua?”. Ellos dijeron: Si. El Profeta (s.a.s.) los retó y les dijo lo que Allah quiso que les dijera. Luego la gente tomó de a poco agua del manantial con sus manos, hasta que juntó algo y el Mensajero de Allah (s.a.s.) lavó sus manos y su rostro con ella. Luego la devolvió al manantial y entonces comenzó a fluir mucha agua de él hasta que la gente pudo beber en abundancia. Luego dijo: “¡Oh Mu’adh! Si vives mucho verás esta agua regar los jardines”.

 

        Abu Humaid as-Sa’idi relató: Salimos con el Mensajero de Allah (s.a.s.) para la expedición de Tabuk. Y llegamos a un arroyo cerca del jardín de una mujer. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Calculad el precio (de sus frutos)”. Hicimos el cálculo y el Mensajero de Allah (s.a.s.) lo calculó en diez uasqs. Y le dijo (a la mujer): “Haz el cálculo hasta que volvamos a ti, si Allah quiere”. Nosotros proseguimos hasta llegar a Tabuk. El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Esta noche soplará sobre vosotros una tormenta violenta, así que ninguno de vosotros se levante y aquel que tenga un camello que lo ate firmemente”. Y un viento intenso sopló, un hombre que se paró fue llevado por el viento y arrojado en las montañas de Taii. Y llegó un mensajero de Ibn Almá, el gobernador de Aila, al Mensajero de Allah (s.a.s.) con una carta y una mula blanca de regalo. El Mensajero de Allah (s.a.s.) le escribió (la respuesta) y le regaló una túnica. Luego regresamos hasta llegar al arroyo de al-Qurá. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) le preguntó a la mujer sobre su jardín: “¿Cuál es el precio de sus frutos?”. Ella dijo: Diez uasqs. El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Yo estoy partiendo, aquel de vosotros que quiera partir conmigo que lo haga y el que quiera puede quedarse”. Y salimos hasta llegar a las afueras de Medina. Y él dijo: “Esta es Taba y esta Uhud, la montaña que nos ama y que amamos”. Luego dijo: “La mejor de las casas de los Ansares es la casa de los Banu Nayyar, luego la casa de los Banu Abd al-Ashhal, luego la casa de los Banu Abd al-Hariz ibn al-Jazray y luego la casa de los Banu Sa’ida. Y hay bien en todas las casas de los Ansares”. Sa’d ibn Ubada vino a nosotros y Abu Usaid le dijo: ¿Has visto que el Mensajero de Allah (s.a.s.) ha declarado buenas las casas de los Ansares y nos ha ubicado al final? Sa’d fue al Mensajero de Allah (s.a.s.) y le dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! Tu has declarado buenas las casas de los Ansares y a nosotros nos has ubicado al final. El dijo: “No es suficiente para vosotros estar entre los buenos”.

        Este hadiz ha sido relatado por Amr ibn Iahia con la misma cadena de transmisores hasta las palabras: “Y hay bien en todas las casas de los Ansares”. Y no menciona el evento de Sa’d ibn Ubada.

 

 

 

IV

LA CONFIANZA DEL PROFETA (s.a.s.) EN ALLAH, EXALTADO SEA, Y LA PROTECCIÓN DE ALLAH CONTRA LA GENTE

 

        Yabir ibn Abdullah relató: Participamos con el Mensajero de Allah (s.a.s.) en una expedición hacia el Nayd. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) nos encontró en un valle con árboles espinosos. El Mensajero de Allah (s.a.s.) se detuvo bajo un árbol y colgó su espada de la rama bajo la que descansaba. La gente se repartió por el valle buscando también la sombra de los árboles. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Un hombre vino a mi mientras yo dormía y tomó mi espada. Yo me desperté y él estaba de pie al lado de mi cabeza, yo apenas me di cuenta y él ya tenía mi espada en su mano. Entonces me dijo: ¿Quién te puede proteger de mi? Yo le dije: Allah. Luego dijo por segunda vez: ¿Quién te puede proteger de mi? Dije: Allah. Entonces devolvió la espada a su vaina. Fue este hombre que está sentado allí”. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) no le hizo daño.

 

        Yabir ibn Abdullah al-Ansari, que era uno de los Compañeros del Profeta (s.a.s.), relató que participó con el Profeta (s.a.s.) en una expedición hacia Nayd. Cuando el Profeta (s.a.s.) regresó él también lo hizo. Un día ellos se dispusieron a descansar. El resto del hadiz es el mismo.

 

        Yabir relató: Partimos con el Mensajero de Allah (s.a.s.) hasta llegar a Dhat ur-Riqá. El resto del hadiz es el mismo, pero no se menciona: Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) no le hizo daño. 

 

 

 

V

RESPECTO AL PARECIDO DE LA GUÍA Y EL CONOCIMIENTO CON EL QUE EL PROFETA (s.a.s.) HA SIDO ENVIADO

 

        Abu Musa relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “La guía y el conocimiento con los que Allah, Poderoso y Majestuoso, me ha enviado es como la lluvia cayendo sobre la tierra. Si hay un buen terreno que recibe agua crecen abundantemente las hierbas y los pastos. Y si hay una tierra dura y estéril que retiene el agua, Allah beneficia a la gente con ella, ya que beben de ella y dan de beber a los animales. Y hay otro terreno que es estéril pero no retiene el agua ni crece la hierba. El primero se parece al que comprende la religión de Allah, y beneficia (a los otros) con lo que Allah me envió. (El segundo) es como el que se beneficia y beneficia. (Y el tercero) es como el que no presta atención (al conocimiento revelado) y no acepta la guía con la que he sido enviado por Allah”.

 

 

 

VI

EL AMOR DEL MENSAJERO DE ALLAH (s.a.s.) POR SU COMUNIDAD Y SU GRAN PREOCUPACIÓN PARA ADVERTIRLOS DE LO QUE PUEDE CAUSARLES PROBLEMAS

 

        Abu Musa relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Mi parecido y el de aquello con lo que Allah me ha enviado es como el de un hombre que va a su pueblo y le dice: ¡Oh pueblo! He visto un ejército con mis ojos. Yo soy simplemente un advertidor. (Y os advierto) que escapéis. Un grupo de su gente lo obedeció y escapó a un lugar seguro. Otro grupo lo desmintió, amanecieron en sus casas y fueron atacados por el ejercito, matados y derrotados. Entonces uno es como el que me obedece y sigue lo que yo he traído. Y el otro es como el que me desobedece y desmiente la Verdad que yo he traído”.

 

        Abu Huraira relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Yo y mi comunidad somos como una persona que prende un fuego, los insectos y las polillas caen en él y yo estoy ahí para retenerlos hacia atrás, pero vosotros saltáis en él”.

 

        Hammam ibn Munabbih relató: Entre los hadices que Abu Huraira relató del Mensajero de Allah (s.a.s.) uno es este: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Una persona prende un fuego y cuando se enciende, las polillas y los insectos comienzan a caer en él, yo trato de retenerlos pero pese a mis esfuerzos caen en él. Y así es el ejemplo de vosotros y el mío. Yo estoy tratando de impedir que caigáis en el Fuego y de salvarlos del Fuego, pero pese a mis esfuerzos os sumergéis en él”.

 

        Yabir relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Vosotros y yo somos como una persona que prende un fuego y los insectos y las polillas caen en él y él trata de evitarlo. Y yo trato de alejarlos del Fuego pero vosotros os resbaláis de mis manos”. ([1])

 

 

 

VII

EL OBJETIVO DEL PROFETA (s.a.s.)

 

        Abu Huraira relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Mi ejemplo y el de los profetas es como el de una persona que construye un edificio de un modo excelente y hermoso y la gente da vueltas alrededor de él diciendo: Nunca hemos visto un edificio mejor que éste, excepto que le falta un ladrillo. Y yo soy ese ladrillo”.

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Mi ejemplo y el de los profetas que me precedieron es como el de una persona que construye una casa excelente, hermosa y completa excepto por la falta de un ladrillo en una de las esquinas. La gente da vueltas a su alrededor complacidos con el edificio y diciendo: Si no fuera porque le falta ese ladrillo el edificio sería perfecto”. Y dijo Muhammad (s.a.s.): “Y yo soy ese ladrillo”.

 

        Abu Huraira relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Mi ejemplo y el de los profetas que me precedieron es como el de una persona que construye un edificio magnífico y hermoso, excepto por la falta de un ladrillo en una de sus esquinas. Y la gente da vueltas a su alrededor, les gusta el edificio y dicen: ¿Porqué falta ese ladrillo? Pues yo soy ese ladrillo y yo soy el Sello de los Profetas”.

 

        Abu Sa’id relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Mi ejemplo y el de los profetas”. El resto del hadiz es el mismo.

 

        Yabir relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Mi ejemplo y el de los profetas es como el de una persona que construye una casa y la completa y la perfecciona excepto por la falta de un ladrillo. Y la gente entra, se queda sorprendida y dice: ¡Si no le faltase ese ladrillo!”. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Yo soy el lugar de ese ladrillo y he venido para terminar con la cadena de profetas”.

        Este hadiz ha sido relatado a través de otra cadena de transmisores con una pequeña variación de palabras.

 

 

 

VIII

CUANDO ALLAH, EXALTADO SEA, QUIERE MOSTRAR SU MISERICORDIA CON UNA COMUNIDAD LLAMA A SU PROFETA ANTES

 

        Abu Musa relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Cuando Allah, Exaltado y Majestuoso, quiere demostrar Su misericordia a una comunidad de entre Sus siervos llama a Su profeta antes y hace que sea un precursor y una recompensa para ellos en el mundo que viene. Y cuando quiere destruir a una comunidad la castiga mientras su profeta todavía está vivo y hace que sea testigo de su destrucción y que sus ojos se refresquen con su destrucción, ya que ellos habían desmentido y desobedecido sus órdenes”.

 

 

 

IX

EL ESTANQUE DE NUESTRO PROFETA (s.a.s.) Y SUS ATRIBUTOS

 

        Yundab relató: Escuché al Profeta (s.a.s.) decir: “Yo estaré en el estanque antes que vosotros”.

        Este hadiz ha sido relatado por Yundab a través de otra cadena de transmisores.

 

        Sahl (ibn Sa’d) relató: Escuché al Profeta (s.a.s.) decir: “Yo iré al Estanque antes que vosotros y quien llegue beberá y quien beba nunca tendrá sed. Y vendrá a mi una gente que conoceré y que me conocerá. Luego habrá una mediación entre yo y ellos”. Abu Hazim dijo: Nu’man ibn Abu Aiiash lo escuchó y yo les relaté este hadiz. Y dijo: ¿Esto fue lo que escuchaste de Sahl? Dije: Si. Y yo atestiguo que (también) lo escuché de Abu Sa’id al Judri quien agregó que (el Profeta) dijo: “Ellos son de los míos. Y dirán: No sabes lo que han hecho después de ti. Y yo diré: ¡Ay del que cambie (su religión) después de mi!”.

        Este hadiz ha sido relatado por Abu Sa’id al-Judri a través de otra cadena de transmisores.

 

        Abdullah ibn Amr ibn al-As relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “El tamaño de mi Estanque (es tal) que se necesita un mes para rodearlo. Sus lados son iguales, su agua más blanca que la plata, su aroma más perfumado que el almizcle y sus cántaros son como estrellas en el cielo. Y quien beba de él jamás volverá a tener sed”. Asmá bint Abu Bakr dijo: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Yo estaré en el Estanque y veré a los que se acerquen a mi. Algunos serán detenidos antes de llegar a mi. Entonces yo diré: ¡Oh mi Señor! Ellos son de los míos y son de mi comunidad. Y se me dirá: ¿No te han explicado lo que hicieron después de ti? ¡Por Allah! No hicieron el bien después de ti y se giraron sobre sus talones”. Ibn Mulaika decía: ¡Oh Allah! Nos refugiamos en Ti de que nos giremos sobre nuestros talones ([2]) o de que seamos puestos a prueba sobre nuestra religión.

 

        A’isha relató: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: Escuché decir al Mensajero de Allah (s.a.s.) cuando estaba con sus Compañeros: “Yo estaré en el Estanque esperando a aquellos de vosotros que vendrán a mi. Y ¡por Allah! a algunos les impedirán llegar a mi, entonces yo diré: ¡Oh mi Señor! Son de los míos y de mi comunidad. Y El dirá: Ciertamente tu no sabes lo que hicieron después de ti. Ellos se volvieron constantemente sobre sus talones”.

 

        Umm Salama, esposa del Profeta (s.a.s.), relató: Solía escuchar a la gente mencionar el Estanque pero no lo había escuchado del Mensajero de Allah (s.a.s.). Un día mientras una chica me peinaba escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: “¡Oh gente!”. Y yo le dije a la chica: Aléjate de mi. Ella me dijo: El ha llamado a los hombres y no a las mujeres. Y yo le dije: Yo soy parte de la gente. Entonces el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Yo os precederé en el Estanque. ¡Tened cuidado! No vaya a ser que alguno de vosotros sea alejado de mi como un camello extraviado. Y yo diré: ¿Porqué (se lo aleja)? Y se me dirá: Ciertamente tu no sabes lo que han innovado. Y yo diré: Alejáos “.

 

        Umm Salama relató que escuchó al Profeta (s.a.s.) decir desde el púlpito mientras ella estaba siendo peinada: “¡Oh gente!”. Entonces ella le dijo a la que la peinaba: Deja mi cabeza. El resto del hadiz es el mismo.

 

        Uqba ibn Amir relató que un día el Mensajero de Allah (s.a.s.) salió y rezó la oración del muerto por los mártires de Uhud. Luego volvió y dijo desde el púlpito: “Yo os precederé (en el Estanque) y seré vuestro testigo. Y ciertamente ¡por Allah! es como si ahora estuviera viendo mi Estanque y ciertamente me han sido otorgadas las llaves de los tesoros de la tierra o las llaves de la tierra. Y ciertamente ¡por Allah! no temo que después de mi vosotros asociéis (algo con Allah), pero temo que compitáis por ellos (por la posesión de los tesoros de la tierra)”.

 

        Uqba ibn Amir relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) rezó por los muertos de Uhud. Luego subió al púlpito como el que se despide de los vivos y de los muertos. Y dijo: “Yo os precederé en el Estanque y su ancho es como la distancia entre Aila y Yuhfa ([3]). Yo no temo que después de mi vosotros asociéis algo con Allah sino que tengo miedo que este mundo os afecte y que compitáis entre vosotros por él y os matéis y que seáis destruidos como fueron destruidos los que os precedieron”. Uqba dijo: fue la última vez que vi al Mensajero de Allah (s.a.s.) sobre el púlpito.

 

        Abdullah relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Yo estaré en el Estanque antes que vosotros. Y tendré que apoyar a alguna gente pero finalmente tendré que ceder. Y yo diré: ¡Oh mi Señor! Son mis Compañeros, son mis Compañeros. Entonces se dirá: Ciertamente tu no sabes las innovaciones que hicieron después de ti”.

        Este hadiz ha sido relatado por Al-Amash con la misma cadena de transmisores. Pero no menciona: Son mis Compañeros, son mis Compañeros.

        Este hadiz ha sido relatado por Abdullah a través de otra cadena de transmisores.

        Este hadiz también ha sido relatado por Hudhaifa a través de otra cadena de transmisores.

 

        Hariza relató que escuchó al Profeta (s.a.s.) decir: “Su Estanque será tan grande como la distancia que hay entre San’a (en el Yemen) y Medina”. Mustaurid dijo: ¿Y no escuchaste si dijo: “Los utensilios”. Dijo: No. Entonces Mustaurid dijo: “Verás que los utensilios serán como las estrellas”.

 

        Hariza ibn Uahb al-Juza’i relató: Escuché al Mensajero de Allah (s.a.s.) decir: Y mencionó palabras parecidas respecto al Estanque, pero no menciona las palabras de Mustaurid.

 

        Ibn Umar relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ciertamente frente a vosotros hay un Estanque y la distancia entre sus lados es como la que hay entre Yarba y Adhruh”.

 

        Ibn Umar relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Ciertamente frente a vosotros habrá un Estanque extenso como (la distancia) entre Yarba y Adhruh”. Y en la narración de Ibn al-Muzanna dice: “Mi Estanque”.

        Un hadiz como este fue relatado por Ubaidullah, pero agrega: Le pregunté (sobre Yarba y Adhruh) y dijo: Dos pueblos de Siria y entre ellos hay una distancia que se cubre en tres noches. Y en la narración de Ibn Bishr: Tres días.

        Un hadiz como este ha sido relatado por Ibn Umar a través de otra cadena de transmisores.

 

        Abdullah relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Ciertamente frente a vosotros habrá un Estanque grande como la distancia entre Yarba y Adhruh y allí habrá cántaros como las estrellas del cielo. Quien vaya y beba de él nunca jamás volverá a tener sed”.

 

        Abu Dharr dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! ¿Cuáles serán los recipientes del estanque? Dijo: “¡Por Aquel en cuyas manos está la vida de Muhammad! Los recipientes serán más numerosos que las estrellas del cielo y que los planetas brillando en una noche sin nubes. Serán los recipientes del Paraíso. Quien beba de él jamás tendrá sed. Dos cascadas del Paraíso fluirán hacia él. Quien beba de él jamás tendrá sed. Su ancho es como la distancia entre Amman y Aila. Su agua más blanca que la leche y más dulce que la miel”.

 

        Zaubán relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Ciertamente yo alejaré de mi Estanque a una gente, mantendré a distancia a la gente excepto a la gente del Yemén y con mi bastón haré que el agua (del Estanque) se derrame sobre ellos”. Y le preguntaron sobre su ancho. Dijo: “De aquí hasta Amman”. Y le preguntaron sobre su bebida. Dijo: “Más blanca que la leche y más dulce que la miel. Y fluirán en él dos arroyos cuyas fuentes están en el Paraíso, uno de ellos de oro y el otro de plata”. Este hadiz ha sido relatado por Hisham con la misma cadena de transmisores, excepto que en este dice: “En el Día de la Resurrección estaré cerca de los bordes del Estanque”.

 

        Zaubán relató este hadiz respecto al Estanque. Muhammad ibn Bashar dijo: Le dije a Iahia ibn Hammad: Este es el hadiz que escuché de Abu Auana. Y dijo: También lo escuché de Shu’ba. Yo le dije: Relátamelo. Y él me lo relató.

 

        Abu Huraira relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Yo alejaré de mi Estanque a gente como se aleja a los camellos extraviados”. Este hadiz ha sido relatado por Abu Huraira a través de otra cadena de transmisores.

 

        Anas ibn Malik relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Mi Estanque será tan grande como la distancia entre Aila y San’a, en el Yemén. Y habrá tantos cántaros como estrellas en el cielo”.

 

        Anas ibn Malik relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “Llegarán al Estanque gente de entre mis Compañeros. Cuando los vea y me sean presentados serán alejados de mi. Entonces yo diré: ¡Señor mío! Son mis Compañeros, son mis Compañeros. Y se me dirá: Ciertamente tu no sabes las innovaciones que han hecho después de ti”. ([4])

 

        Anas relató un hadiz como este del Profeta (s.a.s.) y agregó: “Sus recipientes serán tan numerosos como las estrellas”.

 

        Anas ibn Malik relató que el Profeta (s.a.s.) dijo: “La distancia entre los lados de mi Estanque es como la que hay entre San’a y Medina”.

 

        Anas relató este hadiz pero con la excepción de que duda si dijo entre Medina y Amman. Y también una pequeña variación en las palabras.

 

        Anas relató: El Profeta de Allah (s.a.s.) dijo: “Se os mostrarán allí jarros de oro y de plata tan numerosos como las estrellas del cielo”. Este hadiz también ha sido transmitido por Anas ibn Malik con este cambio: “Más numerosos que las estrellas del cielo”.

 

        Yabir ibn Samura relató que el Mensajero de Allah (s.a.s.) dijo: “Yo os precederé en el Estanque. Y su tamaño será como la distancia entre San’a y Aila. Sus jarros serán tan numerosos como las estrellas”.

 

        Amir ibn Sa’d ibn Abu Uaqqas relató: Envié una carta a Yabir ibn Samura con mi siervo Nafi’ pidiéndole que me informase sobre algo que hubiese escuchado del Mensajero de Allah (s.a.s.) (sobre el Estanque). Entonces me escribió: Lo escuché decir: “Yo los precederé en el Estanque”.

 

 

 

X

EL COMBATE DE GABRIEL Y LOS ÁNGELES JUNTO AL PROFETA (s.a.s.) EL DÍA DE LA BATALLA DE UHUD

 

        Sa’d relató: El día de la batalla de Uhud vi a la derecha y a la izquierda del Mensajero de Allah (s.a.s.) dos hombres vestidos con ropas blancas que nunca había visto antes y que nunca volví a ver. Y ellos eran (los ángeles) Gabriel y Miguel, la paz sea con ellos.

 

        Sa’d ibn Abu Uaqqas relató: El día de Uhud vi a la derecha y a la izquierda del Mensajero de Allah (s.a.s.) a dos hombres vestidos de blanco combatiendo ferozmente. No los había visto antes ni los vi después.

 

 

 

XI

EL VALOR Y EL CORAJE DEL PROFETA (s.a.s.)

 

        Anas ibn Malik relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) era el mejor entre la gente y el más generoso y el más valiente. Una noche la gente de Medina se inquietó (por un ruido) y salieron en dirección hacia ese sonido. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) los encontró cuando regresaba, ya que se les había adelantado yendo hacia el ruido antes que ellos. Montaba el caballo de Abu Talha sin silla y con la espada colgando del cuello y diciendo: “No hay nada que temer, no hay nada que temer”. Y dijo: “(El caballo) nos ha parecido como un torrente de agua (por su rapidez)”. Dijo: El caballo era lento (antes de ese día).

 

        Anas relató: Había preocupación en Medina. Entonces el Profeta (s.a.s.) tomó el caballo de Abu Talha llamado Mundub. Lo montó y dijo: “No hay motivo para preocuparse. Y nos ha parecido como un torrente de agua”.

        Este hadiz ha sido relatado por Anas con una pequeña variación de palabras.

 

 

 

XII

EL PROFETA (s.a.s.) ERA EL MÁS GENEROSO DE LOS HOMBRES, SU GENEROSIDAD ERA COMO EL SOPLO DEL VIENTO

 

        Ibn Abbas relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) era el más generoso de los hombres para dar caridad pero era aún más generoso en el mes de Ramadán. Ciertamente Gabriel, la paz sea sobre él, lo encontraba todos los años durante el mes de Ramadán hasta su final. Y el Mensajero de Allah (s.a.s.) le recitaba el Corán. Entonces cuando se encontraba con Gabriel el Mensajero de Allah (s.a.s.) era generoso para dar caridad como el soplo del viento.

        Este hadiz ha sido relatado por Zuhri con la misma cadena de transmisores.

 

 

 

XIII

EL MENSAJERO DE ALLAH (s.a.s.) POSEÍA EL MEJOR CARÁCTER ENTRE LOS HOMBRES

 

        Anas ibn Malik relató: Serví al Mensajero de Allah (s.a.s.) durante diez años. Y, ¡por Allah!, jamás me dirigió una palabra dura. Ni nunca me dijo respecto a algo de porque lo había hecho o de porque no lo había hecho. Abu Rabi’ agrega: El trabajo que debería hacer un sirviente. Y no menciona: ¡por Allah!

        Este hadiz ha sido relatado por Anas a través de otra cadena de transmisores.

 

        Anas relató: Cuando el Mensajero de Allah (s.a.s.) llegó a Medina, Abu Talha me tomó de la mano, me llevó al Mensajero de Allah (s.a.s.) y le dijo: ¡Oh Mensajero de Allah! Ciertamente Anas es un joven prudente y será tu sirviente. Dijo: Y yo lo serví durante los viajes y en el hogar. Y ¡por Allah! Nunca me dijo sobre algo que yo había hecho: ¿porqué lo has hecho así? O sobre algo que no había hecho ¿porqué no lo has hecho?

 

        Anas relató: Yo serví al Mensajero de Allah (s.a.s.) durante nueve años. Y no se que nunca me haya dicho: ¿Porqué no has hecho esto y esto otro? Ni nunca me encontró una falta.

 

        Anas relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) tenía el mejor carácter entre la gente. Un día me envió con un mandado. Yo dije: ¡Por Allah! No iré. Pero dentro mío pesaba que iría a donde me ordenase el Profeta de Allah (s.a.s.). Entonces salí hasta pasar cerca de unos niños que estaban jugando en la calle. Mientras tanto llegó el Mensajero de Allah (s.a.s.) y me tomó de la nuca. Yo lo miré y él estaba sonriendo. Y me dijo: “¡Oh Unais! ([5]) ¿Fuiste dónde te mandé?”. Yo dije: Si, ¡oh Mensajero de Allah! Estoy yendo. Y Anas dijo: ¡Por Allah! Yo lo serví durante nueve años. Nunca me dijo porqué has hecho eso o porqué no lo has hecho.

 

        Anas ibn Malik relató: El Mensajero de Allah (s.a.s.) tenía el mejor carácter entre la gente.

 


 

[1] El Profeta (s.a.s.) se entristecía de pensar que alguien de la humanidad siguiera un camino que lo llevase a la ruina y la destrucción. El Corán dice: “Ciertamente os ha llegado un Mensajero salido de vosotros. Le duele que sufráis, anhela vuestro bien. Con los creyentes es Manso y Misericordioso”. (9:128)

[2] Dar la espalda a la religión, abandonarla.

[3] Aila es la punta del golfo de Aqaba en el sur de Siria y Yuhfa al sur de Medina en dirección a Meca.

[4] Todos los musulmanes sinceros serán bienvenidos por el Profeta (s.a.s.) en el Estanque y beberán de él. Serán detenidos aquellos que desobedecieron al Profeta (s.a.s.) e innovaron en la religión. El Qadi Aiiad opina que los alejados de Estanque son aquellos que abandonaron el Islam después de la muerte del Profeta (s.a.s.) y que fueron combatidos por el ejercito de Abu Bakr.

[5] Diminutivo de Anas.

 

 

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