Los signos del amor a
Allah
al-Gazali
Aquello que el hombre ama lo recuerda constantemente, y si su amor es perfecto
nunca lo olvida".
Bismillahi Rahmani RahimEn el Nombre de Allah, el Más Misericordioso, el Más
Compasivo
Hay muchos que pretenden amar a Allah, pero todos deberían examinar la
autenticidad del amor que profesan.
La primera prueba es ésta: no debería desagradarles el pensamiento de la muerte,
puesto que nadie se estremece por ir a ver a un amigo. El Profeta dijo: "Quien
quiera que desee ver a Allah, Allah desea verle a él". Es cierto que alguien que
ame sinceramente a Allah puede estremecerse ante la idea de que la muerte le
venga antes de haber terminado su preparación para el otro mundo, pero, si es
sincero, será diligente al hacer tales preparativos.
La segunda prueba de sinceridad es que un hombre debería estar deseoso de
sacrificar su voluntad a la de Allah, debería adherirse a aquello que le acerca
a Allah, y debería evitar aquello que le sitúa lejos de Allah. El hecho de que
un hombre cometa pecados no es prueba de que no ame en absoluto a Allah, pero
prueba que no le ama con todo su corazón. El santo Fudhail dijo a un cierto
hombre: "Si alguien te pregunta si amas a Allah, mantente en silencio; porque si
dices: 'No le amo', eres un infiel; y si dices 'Sí', tus hechos te contradicen".
La tercera prueba es que el recuerdo de Allah [dzikr] debe mantenerse sin
esfuerzo siempre fresco en el corazón de un hombre, porque aquello que el hombre
ama lo recuerda constantemente, y si su amor es perfecto nunca lo olvida. Sin
embargo, es posible que no ocupando el amor de Allah el primer lugar en el
corazón de un hombre, lo ocupe el amor del amor de Allah, porque una cosa es el
amor y otra el amor del amor.
La cuarta prueba es que amará el Corán, que es la Palabra de Allah, y a Muhammad
, que es el Profeta de Allah; si su amor es realmente fuerte, amará a todos los
hombres, pues todos son siervos de Allah; es más, sus amores abarcarán a toda la
creación, porque aquél que ama a alguien ama las obras que compone y su
escritura.
La quinta prueba es que codiciará el retiro y la privacidad con fines de
devoción; ansiará la llegada de la noche para poder relacionarse con su Amigo
sin estorbo ni obstáculo. Si a este retiro prefiere conversar de día y dormir
por la noche, entonces su amor es imperfecto.
Allah dijo a David: "No intimes demasiado con los hombres; hay dos clases de
personas que serán excluidas de mi presencia: aquellos diligentes para obtener
recompensas y perezosos cuando las han obtenido, y aquellos que prefieren sus
propios pensamientos a mí. La muestra de mi desagrado es que los dejo consigo
mismos".
Verdaderamente, si el amor de Allah toma posesión realmente del corazón, todo
otro amor queda excluido. Uno de los hijos de Israel tenía la costumbre de rezar
de noche, pero observando que un pájaro cantaba muy agradablemente en un cierto
árbol, empezó a rezar bajo aquel árbol para así tener el placer de escucharlo.
Allah dijo a David que fuera y le dijera: "Has mezclado el amor por un pájaro
melodioso con el amor por mí; tu categoría entre los santos queda rebajada". Por
otro lado, algunos han amado a Allah con tanta intensidad que mientras se
dedicaban a la oración sus casas se han incendiado y ellos no lo han notado.
La sexta prueba es que los actos de adoración de la religión se le hacen
fáciles. Un cierto santo dijo: "Por espacio de treinta años realicé mis
oraciones nocturnas con gran dificultad, pero durante una segunda etapa de
treinta años se convirtieron en un deleite". Cuando el amor de Allah es
completo, no hay alegría igual a la alegría de adorarLe.
La séptima prueba es que los que aman a Allah amarán a aquellos que siguen la
voluntad de Allah, y repudiarán a los kuffar [que dan la espalda al Mensaje que
les envía Allah] así como a los desobedientes, como dice el Corán: "Son
inflexibles con los kuffar y tienen misericordia entre ellos".
El Profeta preguntó una vez a Allah diciendo: "Oh señor, ¿quiénes son los que te
aman?". Y la respuesta fue: "Aquéllos que se aferran a mí como un hijo a su
madre, los que se refugian en el recuerdo de mí como un pájaro busca el abrigo
de su nido, y se enfurecen al ver el pecado como un león enfurecido que no teme
a nada".
Extraído de `La Alquimia de la Felicidad`