JERUSALÉN (AL QUDS) EN LA HISTORIA

Y ESPIRITUALIDAD ISLÁMICA

 

        Jerusalén es considerada un lugar característico sobre la Tierra, si no el lugar más característico. Eso es así porque Allah la ha honrado y glorificado especialmente colocándola en una posición distinguida. Allah ha movilizado las almas, los sentimientos y las emociones de los creyentes, ligando sus corazones a Jerusalén y haciendo que la añoren.

 

        Jerusalén ha estado vinculada a la fe de los musulmanes como algo vivo tanto en sus concepciones como en sus pensamientos, dado los numerosos versículos revelados acerca de la misma en el noble Corán, y debido a la frecuencia con que el Profeta Muhammad (BP) se refirió a ella, enumerando sus virtudes y rasgos especiales.

 

        Una de las virtudes más plena de contenido y mencionada en el noble Corán y en las tradiciones del Profeta (BP) es que se la considera una tierra bendecida. Dice el noble Corán acerca del Profeta Abraham (P): "Les salvamos, a él y a Lot, (llevándolos) a la tierra que hemos bendecido para todo el mundo" (21:71).

 

        En otro versículo el Corán dice: "¡Gloria a Quien hizo viajar a Su Siervo de noche, desde la Mezquita Sagrada a la Mezquita Lejana, cuyos alrededores hemos bendecido..." (17:1), refiriéndose al viaje del Profeta (BP) desde La Meca a Jerusalén de noche, pasando por el Cielo.

 

La santidad en este caso es física y moral. La santidad física está representada, por ejemplo, en su ubicación geográfica excepcional, en la variedad de sus rasgos geográficos y en sus numerosos frutos. Su santidad moral está representada por el hecho que los ángeles descendieron allí y que los profetas (P) predicaron y fueron enterrados allí. Es la tierra en la que nobles profetas como `Isa (Jesús), Daud (David) y Suleiman (Salomón) -la paz sea con ellos- nacieron, crecieron y cumplieron sus misiones, o a donde emigraron otros profetas como Ibrahim (Abraham), y Lut (Lot) -la paz sea con ellos-. Asimismo, muchos profetas como Abraham, Isaac, Jacob, José y Moisés -la paz sea con ellos-, están enterrados allí. Es el lugar donde el Profeta Muhammad (BP) dirigió el rezo en la mezquita Al-Aqsa, acompañado de los otros profetas (P), en su viaje y ascensión nocturna.

También es el lugar, como decíamos, donde descendieron los ángeles. El ángel Gabriel acostumbraba a descender del Cielo trayendo instrucciones a los Mensajeros y Profetas de Allah. Otros ángeles descendían allí para comunicar tareas específicas.

 

        El Profeta Muhammad (BP) describió esta santidad moral -según Al Thirmidi en su Sunan, citando a Zaid ibn Thabit al-Ansari- en las siguientes palabras: "Escuché decir al Mensajero de Allah: '¡Cuán bendecida es Siria! (la Siria histórica, es decir, al-Sham) ¡Cuán bendecida es Siria!'. La gente le preguntó: '¿Cómo es eso, Mensajero de Allah?'. El Mensajero respondió: 'Los ángeles han desplegado sus alas sobre Siria'. Y agregó Ibn Abbas: 'Y los profetas construyeron Jerusalén. Los profetas vivieron allí. No hay un centímetro de Jerusalén donde los profetas no hayan predicado o los profetas no hayan estado'".

 

        Durante la hegemonía cananita sobre Palestina, el Profeta Abraham (P) (una amorita de entre los árabes que estableció el estado de Babilonia en Irak) emigró allí cuando su pueblo quería matarlo. Abandonó la ciudad de Ur, en Irak, alrededor de 1805 a. de C., junto con su sobrino Lot (P) y algunos otros, para intentar propalar su mensaje. Abu Dawud citó a Abdullah ibn Omar diciendo: "Escuché decir al Mensajero de Allah: 'Habrá una emigración tras otra. Los mejores habitantes de la Tierra vivirán en el lugar a donde emigró Abraham, y los malos estarán por todas partes'".

 

El lugar de la emigración de Abraham (P) fue, por supuesto, Jerusalén, la tierra purificada de la idolatría y hecha el lugar de morada para los profetas y los creyentes, su santuario y lugar de entierro.

 

        También ha sido llamada Tierra Santa debido a los lugares sagrados existentes allí, como la mezquita Al-Aqsa, a la cual el Islam considera uno de los tres lugares que conviene visitar. Tanto al-Bukhari como Muslim, en sus colecciones Sahih de las tradiciones del Profeta (BP), citaron a Abu Hurayra expresando que el Mensajero de Allah (BP) dijo: "Emprendan viaje solamente hacia tres mezquitas: a mi Mezquita (en Medina), a la Mezquita Sagrada (en Meca) y a la Mezquita Al-Aqsa". En otra tradición describió la virtud que encierra vivir cerca de la mezquita Al-Aqsa y rezar en ella. Al-Tabarani y Al-Bazzar citaron a Abu Darda expresando que el Profeta (BP) dijo: "Un rezo en la Mezquita Sagrada tiene el valor de cien mil rezos; un rezo en mi Mezquita tiene el valor de mil rezos y un rezo en Jerusalén tiene el valor de quinientos rezos (en comparación con el rezo en cualquier otra mezquita del mundo)".

 

        La historia de la mezquita Al-Aqsa, de acuerdo a una de las tradiciones del Profeta (BP), se remonta a la época de Adán (P). Esa tradición dice que Adán (P) construyó la mezquita Al-Aqsa 40 años después de edificar la Caaba en Meca. Dijo Abu Dharr al-Ghifari: "Pregunté al Mensajero de Allah acerca de la primera mezquita sobre la Tierra y me respondió: 'La Mezquita Sagrada (en Meca)'. Le pregunté cuál fue la siguiente y me respondió: 'La Mezquita Al-Aqsa'. Le pregunté cuánto tiempo transcurrió entre la construcción de una y otra y me respondió: 'Cuarenta años'".

 

        Al-Aqsa fue renovada primero por el profeta Jacob (P) y luego por el profeta David (P). La construcción fue completada por el profeta Salomón (P). Ka`ab al-Akhbar -uno de los grandes eruditos de la época preislámica que luego se convirtió al Islam- mencionó que "Salomón edificó Jerusalén sobre cimientos antiguos". Escribió Al-Zarkashi en su libro A`lam Al Masajid que "Salomón no edificó la Mezquita Al-Aqsa sino que la renovó" (pág. 30).

 

        Hay muchas tradiciones del Profeta (BP) que expresan que quien vive en Jerusalén (siendo un creyente auténtico, no un impío o corrupto -NT-) es como quien combate o está fortificado allí por la causa de Allah. Entre dichas tradiciones tenemos:

    1.- Mu`adh ibn Jabal citó al Profeta (BP) diciendo: "¡Oh Mu`adh! Allah Todopoderoso te capacitará para conquistar Siria después de mi muerte, desde Al-Arish hasta el Éufrates. Sus hombres y mujeres se guarnecerán allí hasta el Día del Juicio. Cualquiera de entre ustedes que elige el litoral de Siria o Jerusalén (para vivir) se encuentra en la lucha sagrada (jihad) hasta el Día del Juicio".

 

    2.- El Imam Ahmad relató en su Musnad que Abu Umama Al-Bahili citó al Profeta (BP) diciendo: "Un grupo de mi comunidad aun se muestra conociendo la verdad, está venciendo a su enemigo y los que se le oponen no podrá dañarlo hasta que lleguen las órdenes de Allah. Así es la cosa". Cuando se le preguntó: "Oh Mensajero de Allah, ¿dónde se encuentra esa gente?", el Profeta (BP) respondió: "Al interior y en los alrededores de Jerusalén".

 

    3.- Con respecto a la batalla decisiva sobre las costas del río Jordán, Ibn Hajr Al-Asqalani relató que Abu Idris al-Khaulani escuchó de Nahik ibn Surim al-Saukuni que el Profeta (BP) dijo: "Lucharás contra los impíos en el río Jordán (con) un grupo de tus combatientes, tú al este y ellos los enemigos- al oeste". Dijo al-Saukuni que en esa época no sabía dónde quedaba el río Jordán. Esto significa que esa batalla que el Profeta (BP) vaticinó tendrá lugar en las costas del río Jordán, acampando los musulmanes en la ribera oriental y las fuerzas enemigas en la ribera occidental, es decir, en Palestina.

 

        Allah ha prometido a Sus siervos que creen el Él y realizan buenas obras que derrotarán a los enemigos, se establecerán de manera firme en la tierra y serán designados para gobernar Jerusalén (17:4-7).

 

        Esta terminología se puede encontrar en muchos dichos del Profeta (BP).

 

        El noble Corán dice "Estate atento al día que el pregonero llame de cerca" (50:41). Los comentaristas dicen que el lugar cercano desde el cual el ángel Israfil hará sonar su trompeta es la Roca de Jerusalén. En esta tierra será reunida la gente el Día del Juicio, de acuerdo a los eruditos islámicos. A esto también se refiere el Imam Ahmad en su Musnad al citar el diálogo tenido con el Profeta (BP) por Maymuna, hija de Sa`d.

 

        La devoción de los musulmanes por Jerusalén no se basa en ambiciones terrenales u objetivos colonialistas. En esa devoción no hay un deseo material por expandir su gobierno o dominio, como así tampoco reivindicaciones racistas o nacionalistas. Esa devoción es una combinación de cualidades morales especiales, constituyentes de las razones y motivaciones fundamentales de la preocupación de los musulmanes por Jerusalén, causa por la que trabajan para salvarla y preservarla a lo largo de los siglos.

 

        El autor de esta nota es el Dr. Abd al Fattah El-Awaisi, conferenciante en materia de estudios árabes e islámicos en la Universidad de Stirling de Gran Bretaña. Este escrito fue presentado en el Seminario "Retorno Palestino", realizado al cumplirse el 27 aniversario del incendio de la Mezquita Al-Aqsa, ocurrido el 21 de agosto de 1969.

 

 

Tomado de "Crescent Int.", del 1-15 de octubre de 1996.-

Traducción: Abu Dharr Manzolillo

TEXTO ÍNTEGRO EXTRAÍDO DEL BOLETÍN

AL- YAMA`A EDITADO POR

COMISIÓN ISLÁMICA DE MELILLA