El riesgo de proliferación nuclear en Oriente Medio

 

Siraÿ Munîr

 

            El 8 de enero de 1999 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución 53/80 (si alguien desea consultarla la podrá encontrar en la Web de la ONU, la referencia es A/RES/53/80) , en la que: “…la Conferencia tomó nota con preocupación de que en el Oriente Medio seguía habiendo instalaciones nucleares no sometidas a las salvaguardias, reafirmó la importancia de que se llegara cuanto antes a la adhesión universal al Tratado y exhortó a los Estados del Oriente Medio que aun no lo hubiesen hecho a que se adhirieran, sin excepción, al Tratado a la mayor brevedad y a que sometieran sus instalaciones nucleares a las salvaguardias totales del Organismo Internacional de la Energía Atómica…..observando que, desde la aprobación de la resolución 51/48 de la Asamblea General, de 10 de diciembre de 1996, Israel sigue siendo el único estado de Oriente Medio que aún no se ha hecho parte en el Tratado sobre la no proliferación de armas nucleares…..insta al único Estado de Oriente Medio que aun no es parte en el Tratado de no proliferación de armas nucleares a que se adhiera al Tratado sin más demora, y a que no desarrolle, fabrique, ensaye ni adquiera cualquier otra forma de armas nucleares y a que someta todas las instalaciones sin salvaguardias a las salvaguardias totales del Organismo Internacional de la Energía Atómica.” En la actualidad Israel sigue sin formar parte del Tratado de no Proliferación de armas nucleares, no como Irán, que forma parte desde los años noventa  de este tratado, como la mayoría de los estados del planeta. Israel, actualmente, mantiene sus instalaciones nucleares fuera del control del OIEA, y no somete sus instalaciones al régimen de salvaguardias totales, no como Irán que lleva años sometiendo sus instalaciones a estos controles imprescindibles para garantizar la seguridad de las plantas de Energía Atómica. El régimen de salvaguardas totales, consiste en un examen exhaustivo tanto de las instalaciones como del destino de los residuos que estas producen. Sin este control podríamos tener otro desastre como el de Chernobyl  en pleno corazón del Mediterráneo.

 

            Es un hecho conocido que Israel posee instalaciones nucleares y armas nucleares, no obstante eso no parece ser un problema para la estabilidad de la zona, según opina el gobierno de los Estados Unidos, y la prensa occidental, que no ha sacado el tema ni una sola vez desde que se inicio la táctica de la administración estadounidense de acusar a sus objetivos militares de poseerlas, para invadirles.  De hecho Israel posee armas nucleares desde hace años. Ya en los inicios de la “creación” del Estado de Israel importantes dirigentes judíos afirmaron la necesidad de poseer armas nucleares para garantizar la existencia de Israel y su intención de desarrollar un programa nuclear, inicialmente con fines pacíficos, pero en el fondo para poder obtener la “bomba”. Como dijo Ephraim Katzir: “siempre ha sido nuestra intención desarrollar un potencial nuclear”….no se puede ser más claro. Las maniobras para llevar a término este proyecto se iniciaron en 1949, de la mano del profesor H.Gimmel, que pertenecía a una unidad científica del ejército israelí, y que dio comienzo a la búsqueda de posibles reservas de uranio en el desierto del Neguev. A pesar de no encontrarse tales reservas si se descubrió que existían considerables cantidades de uranio en los depósitos de fosfatos. Más tarde consiguieron idear un proceso para producir agua pesada, parte fundamental en la construcción de un reactor nuclear. No obstante carecían de la tecnología y los conocimientos para construir un reactor nuclear. La trama que sigue hasta la culminación del proyecto israelí merece ser el argumento de una novela negra llena de mentiras, traiciones y chantajes.

 

            En julio de 1956, Nasser decide nacionalizar y cerrar el Canal de Suez. Este paso artificial entre el mar rojo y el mar mediterráneo era una de las principales fuentes de ingresos para Inglaterra y Francia y la arteria principal desde la que se suministra petróleo a occidente. Ni Inglaterra ni Francia podían intervenir directamente, ya que el canal esta en territorio Egipcio, y la situación política entre los Estados Unidos y la Unión Soviética  no hacia deseable la repetición de nuevos escenarios de guerra fría. ¿Qué hacer? Israel tenía la solución. Francia e Inglaterra acordaron con Israel que está última debía provocar una guerra con Egipto para dar a las naciones europeas el pretexto para intervenir mediante fuerzas de paz y recuperar así el control del Canal de Suez. A cambio Francia se comprometía a construir una central de energía nuclear en Israel. La central fue construida en secreto y jamás se informó de ello al la OIEA. La planta se ubica en el desierto del Neguev y se llama Central Nuclear de Demona. La oficina de asuntos científicos, directamente controlada por los servicios secretos, dirigió la construcción de la misma con la ayuda de técnicos franceses.

 

        Pero el secreto no podía guardarse eternamente, y los extraños envíos del material necesario para la construcción, no podían seguir escondiéndose. Cuando un avión espía de los EE.UU. fotografió las instalaciones, Ben Gurion afirmó con rotundidad que se trataba de una fabrica de textiles, primero, y luego una planta de investigación metalúrgica. En 1960 la CIA ya tenía la certeza de que el programa de desarrollo de armas nucleares de Israel había alcanzado su objetivo. El escándalo saltó a la prensa en 1960, y Degaulle presionó a Israel para que hiciera pública la existencia de dicha central y se sometiera a los controles internacionales. Hasta 1966 Israel no aceptó la visita de investigadores enviados por los EE.UU. que declararon no haber podido llevar acabo un examen serio y en profundidad de las instalaciones. Tras este amago de inspección se tejió una maraña burocrática alrededor de la Central Nuclear de Demona y  se confió en que el asunto cayera en el olvido.

 

            Pero desde entonces Israel dejó de contar con la ayuda de Francia y debía encontrar nuevos suministradores del material que necesitaban en grandes cantidades, como el agua pesada, que aunque podían producirla, no obtenían las cantidades necesarias para un proyecto a gran escala. Para ello recurrieron a Noruega. Los servicios secretos israelíes descubrieron que algunos miembros del gobierno noruego habían colaborado con el gobierno nazi durante la Segunda Guerra mundial y utilizaron esta información para chantajearles. De este modo Noruega se presto a entregar a Israel el agua pesada que necesitaban. Para conseguir el Uranio recurrieron al gobierno racista de Sudáfrica.

 

            Como ya he dicho, en 1966 Israel contaba ya con armas nucleares, pero aun necesitaba algo más, el medio desde el que utilizarlas. Inicialmente se compró a los Estados Unidos aviones A-4E llamados Skyhawks y también cazas Phantom, con la condición de que nunca llevarían armas nucleares. En 1968 Israel producía de tres a cinco bombas nucleares al año. Avner Cohen afirma en su libro “Israel and the bomb” que en 1967 durante la guerra de los seis días Israel estuvo en estado de alerta nuclear. Así fue tomando forma lo que el ministerio de defensa israelí llamó la Opción Samsom, cuya base era la idea de que aún si Israel era atacada masivamente por todos los países árabes de la zona, la posesión de armas nucleares les garantizaría el exterminio total de todos sus enemigos, aunque ello conllevase la muerte de gran parte de la población judía. Nunca más volverían a ser como corderos llevados al matadero.

 

            El coronel Warner D. “Rocky” Farr, miembro de el comando de operaciones especiales del ejercito de los Estados Unidos, revela con todo detalle en su obra “The third temple’s Holy of Holies: Israel’s nuclear weapons” el proceso mediante el cual Israel se convirtió en la única potencia nuclear en todo Oriente Medio. El coronel Warner relata en su obra la extraña desaparición de al menos unos 90 Kg. de uranio enriquecido de la Corporación N.U.M.E.C, de una de sus fabricas de procesamiento en Apollo, Pennsylvania. En 1965, el gobierno de los EE.UU. acuso al presidente de esta corporación, Zalman Shapiro, de ser el responsable de la perdida del uranio enriquecido. La Comisión para el control de la energía atómica, la CIA y el FBI trataron por todos los medios de localizar el uranio desaparecido, concluyendo que el uranio había ido a parar a manos israelíes en algún momento antes de 1965. Mientras el proyecto de armas nucleares se culminaba era necesario ir adquiriendo todos los avances en lo que se refiere a la composición y los materiales necesarios para fabricar un artefacto explosivo nuclear, construir un reactor es una cosa, pero fabricar una bomba atómica requiere otros componente distintos. Uno de estos componentes básicos en la fabricación de un artefacto nuclear son los krytons. Los krytons son conmutadores electrónicos de alta velocidad, estos tienen un doble uso, por una parte un uso industrial y por otro lado son necesarios como detonadores de un arma nuclear. En 1980 el gobierno de los Estados Unidos acusó a Richard Smith de intentar pasar de contrabando a Israel 810 Krytons. Cuando el gobierno de Israel fue preguntado acerca de este contrabando, alegó que el destino de los conmutadores era su aplicación en investigación médica. Llama la atención el hecho de que el mismo Richard Smith fue acusado en 1971 de contrabandear con combustible sólido para misiles y piezas de hardware y sistema de guiado que acabaron formando parte del misil israelí Jericó II. El coronel Warner subraya el hecho de que el misil Jericó II tiene capacidad  para llevar cabezas nucleares y no esta construido para llevar munición convencional.

 

            El 6 de octubre de 1973 Egipto y Siria atacaron conjuntamente a Israel en lo que se llamó la guerra del Yom Kippur. Esta crisis llevó a Israel a declarar la segunda alerta nuclear de su historia. El entonces ministro de defensa Moshe Dayan, en unas declaraciones a la revista Times, declaró que esta guerra seria el final de “El tercer Templo”. La palabra templo era la clave secreta para denominar al armamento nuclear de Israel. La noche del 8 de octubre el gabinete de la primera ministra Golda Meier, tomó la decisión de atacar Siria y Egipto con armas nucleares. Para ello se desplegaron los misiles Jericó II en la zona de Hirbat Zacharia y se alertó a la base aérea de Tel Nof para que cargara sus aviones F-4 con bombas nucleares. Al día siguiente fue informado Henry Kissinger, que convenció a Israel para que detuviera el ataque a cambio del compromiso de administrar armas, combustible y asesoramiento para enfrentarse a los países árabes. Este cambio de actitud por parte del gobierno Nixon hacia Israel y la pronta consecución de las victorias en el Golán y en el Sinai detuvieron inicialmente las intenciones del gabinete de Golda Meier. A pesar de las victorias militares israelíes Simón Peres, entonces alto mando del ejército israelí, sugirió la posibilidad de realizar una demostración del potencial nuclear de Israel en el pleno desierto, como demostración de fuerza ante los países árabes de la zona. Afortunadamente, en esta ocasión, 13 bombas de 20 kilotones cada una, volvieron a los arsenales de donde habían salido sin causar ningún daño.

 

            En 1986 el London Sunday Times publicó una serie de fotografías y descripciones de las cabezas nucleares israelíes y de las fábricas clandestinas donde se construían. El fotógrafo era Mordechai Vanunu, un técnico de la central nuclear de Demona que había sido despedido. En la actualidad Mordechai Vanunu esta en la cárcel,  lleva más de 18 años pudriéndose en una prisión israelí. La información que proporcionó Vanunu, permitió concluir a expertos de la OIEA que Israel contaba con unas 100 o 200 cabezas nucleares. El numero de armas nucleares con las que cuenta Israel se puede deducir de la cantidad de plutonio que la Central Nuclear de Demona es capaz de producir. Aunque inicialmente los franceses construyeron la central para dar un rendimiento de unos 40 Mw. los científicos israelíes lograron construir un sistema de refrigeración de más capacidad de forma que aumentaron la potencia hasta unos 150 Mw. De modo que operando 300 días al año se consiguen 1 gramo de plutonio al día. En lo que se refiere al almacenamiento de los residuos, no hay datos sobre la ubicación de cementerios nucleares y se desconoce que medidas de seguridad se han adoptado en caso de una fuga del reactor. En principio podemos pensar que el gobierno de Israel no es tan estúpido como para no tomar las medidas necesarias, pero lo cierto es que no hay garantía de seguridad si no se somete a la instalación al régimen de salvaguardias totales de la OIEA. 

 

            Recientemente la cadena de televisión BBC ha grabado un reportaje en el que se demuestra que los trabajadores, ya sean civiles o militares de la Central Nuclear de Demona han sido amenazados y coaccionados para que no hablen de nada en absoluto con nadie. Lo más valientes solo se atreven a decir que el mismo jefe del los servicios secretos israelíes les ha llamado a su hogares para amenazarles de muerte personalmente. Hace poco la publicación de las memorias de un alto oficial del ejercito israelí a provocado su inmediato encarcelamiento por revelar datos relacionados con el programa de armas nucleares de Israel.

 

            ¿Por qué el gobierno de los Estados Unidos no hizo nunca nada para lograr la adhesión de Israel al Tratado de no proliferación de armas nucleares? La respuesta es sencilla pero los efectos del hecho en si son muy complejos. Por un lado los EE.UU. tras la crisis de los misiles cubanos habían empezado a retirar sus misiles Titán de Turquía, que eran como un cuchillo en la yugular de la Unión Soviética, a cambio del compromiso de que la U.R.R.S. no volvería a intentar instalar misiles en el caribe. Así Israel se convertía en un país con armas nucleares al que, si la situación lo requería, se podía armar con misiles Pershing de largo alcance capaz de atacar Ucrania, lugar donde se situaban importantes fabricas de armamento soviéticas. Pero el inconveniente era que mientras la capacidad nuclear desplegada en Turquía era directamente controlada por los Estados Unidos,  la capacidad nuclear israelí no podía ser controlada del mismo modo.  La caída de la monarquía palevi en Irán con el triunfo de la revolución islámica y la postura política de Siria, siempre próxima a la Unión Soviética o demasiado independiente de las directrices occidentales, eran y son buenas causas para seguir apoyando a Israel.

 

            Es necesario hacer un análisis real de lo que la posesión de armas nucleares supone en un escenario de conflicto tan peligroso como Oriente Medio. A nadie se le escapa ya el hecho de que las acusaciones vertidas contra Iraq eran absolutamente falsas, y mientras los medios de comunicación centran su atención en la posibilidad de que Irán posea armas nucleares, Israel lleva años poseyéndolas, y las Naciones Unidas y otros organismos internacionales han denunciado el hecho con insistencia. No obstante la prensa no se hace eco de ellos, y oculta deliberadamente la verdad, al público occidental. Todo esto crea una situación muy confusa en occidente y de creciente odio y menosprecio hacia los compromisos internacionales entre los árabes.  Por más que los medios de comunicación y la administración norteamericana se empeñen en tergiversar los hechos, lo cierto es que la opinión pública del mundo conoce la terrible realidad a la que nos enfrentamos, y ya hay voces en los países de la zona que apoyan la idea de armarse con bombas nucleares para garantizar la no intervención militar norteamericana en sus territorios. La lección que puede sacarse de la invasión de Iraq es evidente, Iraq al no tener armas de destrucción masiva puede ser invadida, Corea del Norte, al tener realmente dicho tipo de armas, permanece intacta. Esto puede conducir a la zona a una situación en el filo de navaja, a una especie de miniguerra fría entre países vecinos, esto es contando con que realmente Siria o Irán tengan o puedan tener  armas nucleares. Pero la verdad es que ni Irán ni Siria pueden desarrollar este tipo de armas. Como dijo el embajador de Pakistán en las Naciones Unidas: “No estamos convencidos de que existan amenazas fundadas de que un país en desarrollo ataque con proyectiles balísticos a las principales potencias, sea con armas de destrucción masiva o sin ellas. Los programas de misiles balísticos en dichos países en desarrollo, llevan decenios de atraso con respecto de los programas de los estados lideres en armas nucleares y otros estados industrializados… del mismo modo, el miedo a ataques con misiles por parte de los llamados agentes no estatales (organizaciones terroristas) es imaginario e interesado…la principal amenaza en materia de seguridad hoy en día no es la llamada proliferación de misiles en el tercer mundo, si no el peligro que entrañan los miles de misiles que las principales potencias nucleares mantienen en estado de alerta”.

 

            Lo cierto es que mientras para algunos países la política de no proliferación de armas nucleares se les impone como un dogma de fe, los países desarrollados poseen un abundante arsenal de estas armas de destrucción masiva, bajo la excusa de ser necesarias para garantizar la estabilidad geoestratégica de todo el planeta. Si las armas de destrucción masiva son fundamentales para garantizar la seguridad de los países desarrollados ¿Por qué los países en desarrollo deben privarse de dicho recurso?

 

            Cuando los Estados Unidos de Norteamérica arrojaron las bombas atómicas sobre Hiroshima Y Nagasaki 210.000 personas murieron en el acto, la mayoría civiles, no militares. El inmenso globo de calor, a miles de grados centígrados, aplastó y quemó todo lo que encontró a su paso. Va siendo hora de que todos los ciudadanos del mundo empecemos a preocuparnos por donde están y quien tiene realmente este tipo de armas, porque el daño que estas causan es demasiado grave como para ignorarse. Al acusar a otros países de tener armas de destrucción masiva, sin aportar pruebas verdaderas, entramos en una peligrosa dinámica que nadie sabe a donde puede conducirnos.