La
Causa de la Muerte
A menudo la causa de la muerte es malinterpretada y erróneamente
atribuida a diversos factores tangibles que rodean a un caso en concreto. La
distinción entre los factores que acompañan a la muerte, y lo que la causa,
pasa a menudo desapercibido para el observador. La muerte es una realidad que
puede ser definida como el final de la vida. Desde el momento en que la muerte
es un fenómeno universal, también su causa debe ser universalmente única. Sin
embargo, debe notarse que la muerte acontece de muchas maneras, dependiendo de
las circunstancias que la rodean. Por tanto, la multiplicidad de acontecimientos
en los que la muerte ocurre no debería ser indicativo de la muerte como un fenómeno
multicausal.
La causa de la muerte es definida como el factor que necesariamente
conduce a la misma sin que pudiera tener lugar en la ausencia de ese factor.
Algunos de estos factores pueden siempre coincidir con la muerte, y algunos
otros no.
Para ilustrar esto analicemos dos casos donde la muerte acontece:
1) Muerte trágica: aparentemente el apuñalamiento de alguien parece ser
la causa de la muerte, sin embargo, el apuñalamiento no puede ser la causa, ya
que se trata de una acción iniciada por un agresor y por tanto un efecto de su
decisión. No obstante, el apuñalamiento no garantiza per se la muerte. Por
tanto, el apuñalamiento tan solo rodea a la muerte y no es la causa de la
misma. Desde el momento en que la muerte es universalmente única, su causa debe
ser igualmente única. Por tanto, si el apuñalamiento es la causa en este
ejemplo, debería ser la única causa siempre que se produjera una muerte, y
esto no es mas que una proposición absurda. Igualmente, los factores fisiológicos
no pueden causar la muerte, porque son efectos del apuñalamiento. La única
posibilidad que queda es que sea el agresor el causante de la muerte. A este
respecto, debemos hacer notar que la intención del agresor no induce
necesariamente la muerte sobre la víctima. Ninguno de los factores arriba
mencionados garantiza la muerte, o existen independientemente. En conclusión,
ninguno de estos factores son causa de la muerte. Lo determinante subyace más
allá de nuestra percepción, y los factores tangibles son meros hechos
descriptivos del suceso (es decir, de la muerte), o accidentes en los que la
muerte acontece.
2) La muerte en una cámara de gas: No debería haber duda alguna en la
mente de nadie de que la inhalación de un gas venenoso, por ejemplo el cianuro,
siempre tiene como resultado la muerte. Quizás esto implicase que ciertos gases
tóxicos causarían la muerte. Revisando cuidadosamente el escenario, uno se da
cuenta de que la presencia de gases en una cámara por ejemplo, es en sí mismo
un efecto de otro factor externo (por ejemplo, la apertura de las válvulas que
hacen posible que el gas llene la cámara). Esto prueba que aunque la inhalación
de gases tóxicos resulta en la muerte no es nunca independiente de factores
externos. Es más, al identificar el elemento activador (por ejemplo la persona
responsable de que los gases difundieran dentro de la habitación), vemos que
tampoco se garantiza la muerte de la víctima, debido a que el acto de apertura
de las válvulas no es suficiente en sí mismo para asegurar la muerte. De nuevo
la causa de la muerte no es ninguno de los factores tangibles señalados arriba,
ni una combinación de los mismos. Estos factores son meros accidentes que
rodean la muerte, y existen tan solo como causa y efecto de unos a otros. Sin
embargo, la causa de la muerte aún permanece oscura y necesita una mayor
investigación.
La causa de la muerte debe ser universal, porque la muerte es la
misma allá donde ocurra. Esto implica que un incidente particular de muerte no
es causado por las circunstancias prevalentes, sino por un elemento determinante
común a todos los incidentes. Debe ser enfatizado que aunque los factores
tangibles involucrados pueden describir o incluso explicar el escenario de la
muerte, la secuencia de acontecimientos que conducen a la muerte solo culminarán
en ella independientemente de los factores perceptibles antes mencionados.
Sin embargo, nuestros interrogantes acerca de la causa de la muerte son
respondidos por Allah (s.a.) en múltiples ocasiones en el Corán. Ya que el Corán
puede ser probado racionalmente como la palabra de Allah (s.a.) aceptamos como
decisiva la respuesta y por tanto como formando parte de la 'Aqida islámica.
Allah (s.a.) dice:
"Ningún alma muere sin el permiso de Allah, el término ha sido
fijado en una escritura." (Al-Imran:145)
"Él es quien te ha creado a partir del polvo, luego a partir del esperma, después de un coágulo de sangre, luego Él te trajo al mundo como un bebé, luego Él te hizo crecer para que adquirieras la fuerza completa y luego te hizo crecer aún más hasta alcanzar la vejez, aunque algunos de vosotros son llamados antes. Todo esto se hace para que puedas alcanzar un tiempo determinado y puedas entender la realidad. Él es quien te da la vida y ordena la muerte. Todo lo que Él decreta, ordena 'se' y 'es'." (Al-Muminun:67-68)
"Nadie alcanza la vejez ni a nada se le reduce su tiempo excepto
de acuerdo al Libro..." (Fatir:11)
Por tanto, la causa de la muerte es la expiración del tiempo. Allah (s.a.)
ha predeterminado el tiempo de vida de cada uno. La ciencia médica tan solo
puede explicar el fracaso de un cuerpo viviente cuando la muerte ocurre; sin
embargo, sería erróneo concluir que una mera explicación médica es la causa
de la muerte.
Allah (s.a.) dice:
"Donde quiera que os encontréis, la muerte os alcanza, aun
cuando os refugiéis en torres altas y fuertes" (An-Nisa: 78)
Esta aya fue revelada como respuesta a aquellos que decían:
"Nuestras vidas naturales son cortas; ¿por qué deberíamos
arriesgarlas actuando correctamente en aquello que no supone ganancia para
nosotros?"
Aquí, en esta aya, aquellos que así
opinaban son informados de que la muerte es inevitable y que no poseen poder
alguno para escapar de ella. Por tanto constituye una tontería decir que si
alguien no va al Yihad, puede eludir la muerte, o al menos disminuir las
posibilidades de la misma.
Por ello, la certeza de que la muerte es causada por la finalización del
tiempo señalado por Allah (s.a.) le da al musulmán tranquilidad y coraje en el
Yihad. Se convierte por tanto, en fuente de coraje para aquel que habla la
verdad ordenando el bien y prohibiendo el mal, como señala el Corán.
Dado que el miedo a la muerte existe, en grados variables, en cada uno,
la 'Aqida islámica cesa este miedo y lo elimina como fuente de constante
preocupación. Todos estamos familiarizados con el vigor con el que los Sahaba
llevaban a cabo el da'wa y el vigor con el que luchaban en batallas en las que
el número de enemigos era muy superior al de ellos. Con toda seguridad se
dieron cuenta que la superioridad material del enemigo no podría causarles la
muerte. Poseían la certeza de que la vida tan solo puede ser arrebatada por la
Voluntad de Allah (s.a.)
Fuente: www.Khilafa.com
Traducción: www.musulmanesandaluces.org