La
Personalidad Islámica
-Preguntas y Respuestas-
1. ¿En qué consiste la Personalidad y cuáles son sus factores más importantes?
2. ¿Qué son las ideas? ¿Cómo se construyen? ¿Cuáles son sus resultados?
3. ¿Qué son las tendencias? ¿Cuáles son sus causas, y qué efectos producen?
4. ¿Cuáles son las influencias más importantes que producen una formación específica de la personalidad?
5. ¿En qué consiste la Personalidad, cuáles son sus factores más importantes, y acaso el Islam provee de una personalidad específica al ser humano distinta de todas las demás?
6. ¿Cuál es la Mentalidad islámica?
7. ¿Qué es la Nafsiyyah islámica?
8. ¿Es importante para el musulmán reforzar su cultura y su mentalidad islámicas?
9. ¿La personalidad islámica puede variar en fuerza entre los seres humanos?
10. ¿Es correcto enfocar la personalidad islámica como semejante a la de un ángel?
11. ¿Hasta qué punto es real desarrollar una personalidad islámica?
12. ¿Cómo trata el Islam las tendencias del ser humano?
13. ¿Cuáles son las cualidades de quien logra una Personalidad islámica?
14. ¿Cuál es la base correcta sobre la que se forma la Personalidad?
15. ¿Cómo se mantiene y se desarrolla una personalidad islámica?
16. ¿Es éste el mismo método empleado por el Profeta (sallallahu alaihi wasallam) para formar la personalidad islámica?
17. La conducta que contradice los atributos de un musulmán comprometido, ¿le proporciona una personalidad no-islámica ó le aleja del Islam?
18. ¿Cuáles son los factores que proporcionan una personalidad no-islámica y alejan del Islam?
1. ¿En qué consiste la Personalidad y cuáles son sus factores más importantes?
La personalidad en todo ser humano consiste en su mentalidad y su disposición (nafsiyyah). Su apariencia exterior, su cuerpo, su aseo y todos los demás aspectos son irrelevantes para su personalidad. Éstas son sólo apariencias superficiales. Sería superfluo pensar que cualquiera de ellas fuera un factor de la personalidad ó que afectara a la personalidad. Esto es debido a que el ser humano se distingue por su mente, y su conducta es indicativa de su elevación ó de su degradación. Como la conducta del ser humano en esta vida está de acuerdo con sus ideas, su conducta está pues inevitablemente entrelazada con sus ideas, más allá de cualquier separación. La conducta humana está formada por las acciones humanas, realizadas para satisfacer los instintos y las necesidades orgánicas. Se actúa inevitablemente según las tendencias propias a la satisfacción. Por consiguiente, las ideas y las tendencias son la médula de la personalidad.
2. ¿Qué son las ideas? ¿Cómo se construyen? ¿Cuáles son sus resultados?
Las ideas son los significados de los pensamientos, no los significados de las declaraciones. Una declaración denota un significado que puede ó no existir en realidad. Las ideas son los significados cuya realidad es comprensible por la mente, ya sea una realidad tangible existente en el exterior ó una realidad que se acepta que existe en el exterior, siempre que esta aceptación esté basada en una realidad tangible. Aparte de esto, los significados de las palabras y las frases no se llaman ideas; sólo son mera información.
La formación de las ideas ocurre como resultado de asociar la realidad con la información ó la información con la realidad, y como resultado de la cristalización de esta formación según la base ó bases con la que la información y la realidad son contrastadas cuando se asocian entre sí, es decir, según la comprensión personal de la realidad y la información al asociarlas, es decir, según la propia comprensión de ellas. Entonces, la persona adquiere la mentalidad que le permite entender las palabras y las frases, y comprende los significados y la realidad con la que se identifican, y luego puede emitir un juicio sobre esa realidad. Así pues, la mentalidad es la forma de entender ó comprender las cosas. En otras palabras, es el modo en que la realidad se asocia a la información, ó en que la información se asocia con la realidad, contrastándola con una base ó un número específico de bases. De ahí provienen las discrepancias entre mentalidades, tales como la mentalidad islámica, la mentalidad comunista, la mentalidad capitalista, la mentalidad anarquista y la mentalidad monótona. En cuanto a sus resultados, estas ideas determinan la conducta humana hacia la comprensión de la realidad. Determinan también su posición en términos de tendencia hacia la realidad, encarándola ó alejándose de ella. Además, proporcionan una tendencia particular y un sabor específico.
3.
¿Qué son las tendencias? ¿Cuáles son sus causas, y qué
efectos producen?
Las tendencias son los impulsos que motivan al ser humano a buscar satisfacción, entrelazados con las ideas que tiene de las cosas que se supone que proporcionan satisfacción. Estas tendencias son la consecuencia de la energía vital que empuja a satisfacer los instintos y las necesidades orgánicas, y la asociación entre esta energía y las ideas. Estas tendencias por sí solas, es decir, los impulsos entrelazados con las ideas sobre la vida constituyen la Nafsiyyah (disposición). La nafsiyyah es el modo de satisfacer los instintos y las necesidades orgánicas. En otras palabras, es el modo en que los impulsos hacia la satisfacción están entrelazados con las ideas. Es, pues, una combinación de la asociación inevitable, que se produce de forma natural en el interior del ser humano, entre sus impulsos y las ideas que tiene sobre las cosas, entrelazadas con sus ideas sobre la vida.
4.
¿Cuáles son las influencias más importantes que
producen una formación específica de la personalidad?
La Shaksiyya (personalidad) consiste en esta Aqliyya (mentalidad) y esta Nafsiyya (disposición). Aunque la cognición ó comprensión es innata y existe en todo ser humano, la formación de la mentalidad es realizada por el ser humano. Aunque las tendencias son innatas y existen en todo ser humano, la formación de la disposición es realizada por el ser humano. Como la existencia de una base ó varias con las que la información y la realidad son contrastadas en el proceso de asociación es lo que hace cristalizar el significado para convertirse en idea; y como la combinación que ocurre entre los impulsos y las ideas es lo que hace cristalizar el impulso para convertirse en tendencia. Así pues, la base ó bases con las cuales el ser humano contrasta la información y la realidad en el proceso de asociación tienen la máxima influencia en producir una formación específica de la personalidad. Si esta base (ó bases), a partir de la cual se forma la mentalidad, es la misma a partir de la cual se forma la nafsiyya (disposición), el ser humano logra una personalidad que se distingue por un matiz específico. Pero si la base (ó bases) según la cual se forma la mentalidad, es distinta de la base según la cual se forma la disposición, la mentalidad será diferente de la disposición. Porque entonces contrastará sus tendencias con una base (ó bases) que están profundamente enraizadas en él. Entrelazará sus impulsos con ideas distintas a las que formaron su mentalidad. El resultado es una personalidad sin diferenciación, una personalidad con variaciones y discrepancias, con ideas distintas a sus tendencias. Porque entenderá las palabras y las frases y comprenderá los acontecimientos de modo diferente a sus tendencias.
En consecuencia, el tratamiento de la personalidad y su formación sólo puede llevarse a cabo mediante el establecimiento de una base común para la mentalidad y la disposición humanas. La base para contrastar la información y la realidad cuando se asocien debe ser la misma a partir de la cual se asocian los impulsos y las ideas. Así, la personalidad se forma de acuerdo a una base y a un criterio comunes, y como resultado se produce una personalidad diferenciada.
5. ¿En qué consiste la Personalidad, cuáles son sus factores más importantes, y acaso el Islam provee de una personalidad específica al ser humano distinta de todas las demás?
La ‘Aqida (credo musulmán) es un sistema de pensamiento sobre cuya
base intelectual se estructuran las ideas y se forman los conceptos. La
Personalidad distingue las ideas falsas de las verdaderas al contrastarlas con
la ‘Aqida islámica, y se
estructura sobre la ‘Aqida por su capacidad de base intelectual. Por lo
tanto, su mentalidad está formada sobre la ‘Aqida. Esta base
intelectual, la ‘Aqida, le proporciona una mentalidad distinta y un
criterio verdadero para los pensamientos. Así la protege de los pensamientos
erróneos; expulsa los falsos pensamientos y se mantiene honesta en sus ideas y
firme en sus convicciones.
Al mismo tiempo, los actos humanos, que provienen de los instintos y de las
necesidades orgánicas son tratados adecuadamente por el Islam con las
regulaciones de la Shari’ah, que emanan de la propia ‘Aqida.
Las normas de la Shari’ah regulan los instintos pero no los suprimen,
se armonizan entre ellos sin dejarlos libres sin restricciones. Capacitan al ser
humano para satisfacer todas sus necesidades de una forma armoniosa que le
conduzca a la tranquilidad y la estabilidad. El Islam ha construido la ‘Aqida
islámica de tal forma que la hace una base intelectual apropiada, con la que
pueden contrastarse las ideas. El ‘Aqida también incluye una idea
comprensible sobre el hombre, la vida y el universo. Esta idea comprensible le
resuelve al ser humano todas sus complejidades internas y externas. Esto la hace
apropiada como concepto general, es decir, como criterio, que se usa de forma
natural, cuando se asocian los impulsos con las ideas, es decir, un criterio a
partir del cual se forman las tendencias. De esta forma, el Islam proporciona al
hombre una base definida, que representa un criterio definido tanto para las
ideas como para las tendencias, es decir, para la mentalidad y la disposición
al mismo tiempo. Es así como el Islam conforma la personalidad de una forma
especial y diferente a otras personalidades.
La conclusión es que el Islam conforma la personalidad por medio del credo islámico.
Esta ‘Aqida islámica forma tanto su Aqliyya (mentalidad) como
su Nafsiyya (disposición).
6. ¿Cuál es la
Mentalidad islámica?
La mentalidad islámica es la que se basa en el Islam, es decir, que toma el
Islam y sólo al Islam como criterio general para las ideas sobre la vida. No es
únicamente una mentalidad cognoscible ó pensante. Más bien, el mero hecho de
que una persona tome realmente y prácticamente el Islam como el criterio para
todas sus ideas, es lo que hace su mentalidad islámica.
7. ¿Qué
es la Nafsiyya islámica?
La Nafsiyya islámica (disposición) es aquella que basa todas sus
tendencias en el Islam, es decir, que hace del Islam el único criterio general
para todas sus satisfacciones. No es aquella que es meramente ascética ó
estricta. Sino que el mero hecho de que una persona haga del Islam el criterio
para todas sus satisfacciones de forma efectiva y práctica, hace que su
disposición sea islámica. Una persona con esta mentalidad y esta disposición
adquiere una personalidad islámica, independientemente de si es conocedora ó
ignorante, e independientemente de si se limita a observar las normas
obligatorias (fard) y las recomendadas (mandub) y se abstiene de
las acciones prohibidas (haram), ó si además de esto observa otros
actos recomendados de obediencia y evitación de actos sospechosos. En ambos
casos, una persona tiene una personalidad islámica porque cualquiera que piensa
en base al Islam y conforma sus deseos al Islam tiene una personalidad islámica.
8.
¿Es importante para el musulmán reforzar su cultura y su
mentalidad islámicas?
El Islam ordena al musulmán que aprenda más cultura islámica, porque así es como crece esta mentalidad y se hace capaz de contrastar cualquier idea. El Islam también pide que se hagan más actos que los obligatorios (fard) y que se eviten más cosas que las prohibidas (haram), con la finalidad de reforzar la disposición, para que sea así capaz de desterrar cualquier tendencia que sea incompatible con Islam. Pero todo esto con la intención de realzar esta personalidad y empujarla a seguir adelante hacia una cima sublime.
9.
¿La personalidad islámica puede
variar en fuerza entre los seres humanos?
El conocedor común que actúa de acuerdo con el Islam y el más formado que se limita a realizar las normas obligatorias (fard) y evita los actos prohibidos (haram), ambos tienen personalidades islámicas. Estos tipos de personalidad sólo varían en fuerza pero todos son islámicos. Qué cuestiones se tienen en cuenta para valorar si alguien tiene una personalidad islámica, si tiene al Islam como base para sus pensamientos y sus tendencias. Según esto se diferencian las personalidades, mentalidades y disposiciones (nafsiyyas) islámicas.
10.
¿Es correcto ver la
personalidad islámica como si fuera la de un ángel?
Los que ven la personalidad islámica como la de un ángel cometen un grave
error. El daño que producen en la sociedad es enorme, porque buscan ángeles
entre la gente y nunca los encuentran; ni siquiera los encuentran en ellos
mismos. Entonces se desesperan y pierden la esperanza para los musulmanes. Esta
gente idealista sirven verdaderamente como prueba de que el Islam es utópico,
imposible de aplicar, y que es un conjunto de ideas admirables imposibles de
aplicar ó resistir por el hombre. En consecuencia, repelen a la gente del Islam
y dejan a mucha gente demasiado paralizada para actuar; aunque el Islam entra en
orden al ser aplicado en la práctica.
11. ¿Hasta qué punto es real desarrollar una personalidad islámica?
El Islam es realista, es decir, trata con realidades y no es difícil de
aplicar. Está en el potencial de cada hombre, por muy débil que sea su
pensamiento y por muy fuertes que sean sus instintos y necesidades. Cualquier
ser humano puede aplicar el Islam en sí mismo suave y fácilmente tras haber
comprendido la Aqida islámica y haber adquirido una personalidad islámica.
Esto es así porque la personalidad islámica se adquiere simplemente haciendo
que la Aqida islámica sea la base de las propias ideas y tendencias y por el
mantenimiento de este criterio.
La única tarea que hay que realizar luego, es reforzar la personalidad con la
cultura islámica para que crezca la mentalidad islámica, y con actos
recomendados de obediencia para reforzar la Nafsiyya, para ponerse así en el
camino hacia una cima sublime, que no sólo se alcanza sino que se sobrepasa
para llegar a cumbres más elevadas. Esto es debido al hecho de que el Islam
trata la mentalidad humana con su Aqida, cuando hizo de esta Aqida la base
intelectual sobre la que edificar sus ideas sobre la vida. Así, se pueden
distinguir las ideas falsas de las verdaderas cuando se comparan con la Aqida
islámica, y edificar sobre ella porque es su base intelectual. Entonces, se
protege a sí mismo frente a ideas erróneas, evitando ideas falsas y manteniéndose
fiel en sus ideas y firme en su comprensión.
12.
¿Cómo trata el Islam las
tendencias del ser humano?
El Islam trata las tendencias humanas con las normas de la Shari’ah cuando
aborda los actos humanos, que emanan de los instintos y de las necesidades orgánicas.
Este tratamiento es sensible; regula los instintos pero no los lesiona
intentando destruirlos. No los deja libres y sin restricciones sino que los pone
en armonía. Capacita al hombre para que satisfaga todas sus necesidades de una
forma armoniosa que le conduzca a la tranquilidad y a la estabilidad. Así pues,
un musulmán que abraza el Islam a través de la razón y la evidencia, y aplica
completamente el Islam sobre sí mismo y entiende correctamente las normas de
Allah (subhânahu wa ta’ala), este musulmán tiene una personalidad islámica
distinta de los demás. Consigue una mentalidad islámica cuando hace de la
Aqida la base de su pensamiento. Y logra la Nafsiyya islámica cuando hace de la
Aqida la base de sus tendencias. Por lo tanto, la personalidad islámica se
caracteriza por unos atributos especiales que distinguen al musulmán y le
marcan en medio de la gente; sobresale de entre ellos como un lunar en la cara.
Estos atributos que le caracterizan son resultado inevitable de su observancia
de los mandatos y prohibiciones de Allah y de realizar sus actos de acuerdo con
estos mandatos y prohibiciones, consecuencia de la conciencia de su relación
con Allah (subhânahu wa ta’ala). Por consiguiente, su objetivo al
observar la Shari’a no es otra cosa que satisfacer a Allah (subhânahu wa
ta’ala).
13. ¿Cuáles son las cualidades de quien logra una Personalidad islámica?
Cuando un musulmán ha conseguido una mentalidad y una nafsiyya islámicas, está
cualificado para tanto para el aprendizaje como para el liderazgo. Combina
misericordia y dureza, lujo y ascetismo. Entiende realmente la vida, de manera
que se aferra a esta vida mundana, asignándole sólo su verdadero significado y
se gana el más allá esforzándose por él. Por consiguiente, no está dominado
por ninguno de los atributos de los adoradores de la vida mundana. No se deja
llevar por la monomanía religiosa ni por el ascetismo hindú. Al mismo tiempo,
es un héroe de la Yihad y un residente de una sala de oración. Se
humilla a sí mismo cuando es un maestro. Combina en su interior el liderazgo y
la jurisprudencia, los negocios y la política. Su atributo más sublime es que
es un siervo de Allah, su Creador. Por eso, podéis ver su humildad en su oración;
se abstiene de charla fútil; paga su Çakât; baja su mirada; mantiene
sus compromisos; paga sus deudas; cumple sus promesas; y hace el Yihad.
Así
es el musulmán.
Así
es el creyente.
Así
es la personalidad islámica, que el Islam conforma y por el cual la persona se
hace más virtuosa entre la gente.
Allah (subhânahu wa ta’ala) describe esta personalidad en el Sagrado
Corán en varios ayas (versos) cuando describe a los compañeros del
Profeta (s.a.s.) y cuando describe a los siervos de Allah El Más Bondadoso y
cuando describe a los que hacen el Yihad.
“Muhammad
es el Mensajero de Allah; los que están con él son severos con los infieles,
pero compasivos entre ellos,” [Corán, 48:29]
Y:
“Allah
está satisfecho de la vanguardia (del Islam), los primeros de entre los que
abandonaron (sus casas) y de entre los que les dieron ayuda, y (también) los
que les siguieron en todas las buenas acciones; al igual que están satisfechos
ellos con Él,” [Corán, 9:100]
Y:
“Los
creyentes deben (eventualmente) vencer completamente. Aquellos que hacen el
salat con humildad; los que evitan hablar en vano; los que dan el çakat,”
[Corán, 23:1-4]
Y:
“Los
siervos de Allah, el Más Bondadoso, son aquellos que van por la tierra con
humildad y que, cuando los ignorantes les dirigen la palabra, dicen “¡Salam!”;
los que pasan la noche adorando a su Señor, postrados ó de pie.” [Corán,
25:63-64]
Y:
“Pero
el Mensajero, y los que con él creen luchan con su riqueza y sus personas; para
ellos serán (todas) las cosas buenas; y ellos serán los que prosperarán.
Allah les ha preparado Jardines con ríos que fluyen por debajo, donde
permanecerán. Ésta es la felicidad suprema.” [Corán 9:88-89]
Y:
“Los
que se dirigen a Allah arrepentidos, los que Le sirven y Le alaban, los que
vagan por devoción a la causa de Allah, los que se inclinan y se postran en
oración, los que ordenan el bien y prohíben el mal, y observan los límites
trazados por Allah. Así proclaman la buena nueva a los creyentes.” [Corán,
9:112]
14.
¿Cuál es la base correcta sobre la que se forma la
Personalidad?
Cuando el hombre conoce y comprende las cosas, en especial cuando las comprende
de forma específica, consigue una mentalidad específica. Cuando los impulsos
para satisfacerse, cristalizados mediante su asociación inevitable con las
ideas sobre las cosas, son entrelazados por el hombre con ideas específicas
sobre la vida, consigue una nafsiyya específica. Cuando sus ideas sobre la vida
se unen para controlarlo, cuando conoce cosas y cuando tiende también hacia
cosas, consigue una personalidad específica. Por lo tanto, la personalidad
marca la dirección que uno tiene para conocer las cosas y su tendencia como una
dirección con una base. Así, la formación de la personalidad pasa por el
establecimiento de una base para los pensamientos y las tendencias del hombre.
Esta base puede ser única ó múltiple, cuando es múltiple, es decir si múltiples
líneas maestras forman las bases para el pensamiento y las tendencias, se puede
obtener una personalidad, pero será descolorida. Si la base es única, es decir
si sólo un principio forma la base del pensamiento y las tendencias, se obtiene
una personalidad específica con un
tinte específico. Así es como debería ser el ser humano y ese debería ser el
objetivo en el proceso de culturización de los individuos.
Aunque cada concepto general podría ser la base para el pensamiento y las
tendencias, un concepto así sólo puede ser la base para un limitado número de
cosas, pero no para todas. Sólo un concepto comprensible sobre el hombre, la
vida y el universo, puede servir de base comprensible para todas las cosas. Esto
es así porque es la base intelectual sobre la que se construye cada
pensamiento, y porque determina cada punto de vista en la vida. Y porque sólo
el credo intelectual se adapta para referirse a la relación de los pensamientos
que regulan los asuntos vitales y los que afectan el comportamiento humano en la
vida.
Sin embargo, el hecho de que un concepto comprensible, es decir, el credo
intelectual, se adapte exclusivamente como base general y comprensiva para el
pensamiento y las tendencias, no significa de ningún modo que sea una base
correcta. Sólo significa que se ajusta para ser una base, independientemente de
su corrección ó incorrección. Lo que indica la corrección ó incorrección
de dicha base es su compatibilidad con la fitra humana (naturaleza
innata). Si un credo intelectual es compatible con la fitra humana, será
un credo correcto, y, en consecuencia, será una base correcta para el
pensamiento y las tendencias, es decir, para la formación de la personalidad.
Si es incompatible con la fitra, será un credo falso y por lo tanto una
base falsa. La compatibilidad del credo con la fitra significa su
reconocimiento de la impotencia y la necesidad de depender del Creador (El
Gobernador) que están en la fitra humana, en otras palabras, su
compatibilidad con el instinto de santificación.
La Aqida islámica es el único credo intelectual que reconoce lo que hay en la fitra
humana, esto es , la santificación. Esto es debido a que otros credos son
compatibles con el instinto de santificación a través de las emociones, no
mediante la razón, lo que los hace credos credos no intelectuales, ó son
credos intelectuales que no reconocen la fitra humana, es decir, no
reconocen el instinto de santificación.
Por lo tanto, la Aqida islámica es el único credo correcto. Y es el único
credo que se adapta como base correcta para el pensamiento y las tendencias. Por
tanto, la formación de la personalidad debe basarse en un credo intelectual
como base para su pensamiento y sus tendencias. Puesto que el credo islámico
(Aqida) es el único credo intelectual correcto y por tanto la única base
correcta, la formación de la personalidad debe realizarse a partir de la Aqida
islámica como única base para el pensamiento y las tendencias humanas, para
llegar a ser una personalidad islámica, es decir, una personalidad destacada y
distinta. Por tanto, la formación de la personalidad islámica sólo se logra
construyendo el pensamiento y las tendencias individuales sobre la base de la
Aqida islámica. De esta forma, se formará la personalidad islámica.
15.
¿Cómo se mantiene y se desarrolla una personalidad islámica?
No hay garantías de que esta personalidad permanezca en base a la Aqida islámica,
puesto que la desviación de la Aqida puede ocurrir en el pensamiento humano;
también puede ocurrir en sus tendencias. La desviación puede producirse en
forma de extravío (kufr) ó de fisq (trasgresión). Por lo tanto,
una observancia constante en fundamentar el pensamiento y las tendencias en base
a la Aqida islámica, mantenida en cualquier momento de la vida para mantener la
personalidad islámica. Después de la formación de esta personalidad, el
trabajo se dirige a desarrollarla mediante el desarrollo de la mentalidad y de
la nafsiyya. En relación a la nafsiyya, se desarrolla por la adoración del
Creador y acercándose a Él por actos de obediencia, y por orientar
constantemente cada tendencia hacia su correspondiente en la Aqida islámica. El
desarrollo de la mentalidad, por otro lado, se logra mediante la explicación de
los pensamientos basados en la Aqida islámica y trasladados a la cultura islámica.
16.
¿Es éste el mismo método empleado por el Profeta (sallallahu
alaihi wasallam) para formar la personalidad islámica?
Este es el método para formar la personalidad islámica y el método para
desarrollarla. Es el mismo método empleado por el Profeta
(sallallahu alaihi wasallam). Acostumbraba a llamar a la gente al Islam
exigiéndoles la Aqida islámica. Una vez habían abrazado el Islam, fortalecía
esta Aqida en ellos y aseguraba que se comprometieran a construir su pensamiento
y sus tendencias en base a ella, tal como está referido en el Athar
(material transmitido por los Sahâba), “Ninguno de vosotros será
creyente si su disposición no está de acuerdo con lo que os traje”, y
“Ninguno de vosotros será creyente si yo no soy el intelecto con el que
comprenda”. Luego procedió a transmitir las ayas coránicas de Allah (subhânahu
wa ta’ala) que le fueron reveladas y a explicar las ahkâm (reglas)
y a enseñar el Islam a los musulmanes. En sus manos, y como resultado de
seguirle y adherirse a lo que él transmitía, se formaron grandes
personalidades islámicas inferiores sólo a los profetas. Podemos concluir pues
que el punto de partida a nivel individual es el establecimiento interior del
Aqida; luego, los pensamientos y las tendencias se construyen sobre ella; más
tarde, se ejerce un esfuerzo para realizar actos de obediencia y para adquirir
pensamientos.
17.
La conducta que contradice los atributos de un musulmán
comprometido, ¿le proporciona una personalidad no-islámica ó le aleja del
Islam?
Muchos musulmanes exhiben comportamientos incompatibles con la Aqida islámica.
Muchas personalidades islámicas exhiben algunas conductas que contradicen sus
propias personalidades islámicas. Algo de los comportamientos, que son
incompatibles con la Aqida islámica, destierran a la persona del Islam, y del
comportamiento que contradice los atributos de un musulmán comprometido le
despoja de su personalidad islámica.
La verdad es que las fisuras en la conducta del musulmán no le despojan de su
personalidad islámica. Esto es debido a que una persona puede equivocarse
inadvertidamente al asociar sus ideas con la Aqida; ó puede ignorar la
contradicción que existe entre sus ideas y su Aqida ó su personalidad islámica;
ó Satán puede abrumar su corazón y así distanciarlo de la Aqida en alguno de
sus actos. Entonces, actuará de manera incompatible con su Aqida ó contradirá
los atributos de un musulmán adherido a su Dîn ó contra los mandatos y
prohibiciones de Allah (subhânahu wa ta’ala). Hará todo eso ó parte
cuando todavía abraza la Aqida y la use como base para sus pensamientos y sus
tendencias. Es incorrecto en estos casos decir que la persona ha abandonado el
Islam, ó que se ha vuelto una personalidad no-islámica. Porque mientras abraza
la Aqida islámica, sigue siendo musulmán, aunque no cumpla en alguno de sus
actos. Desde que uno adopta la Aqida islámica como la base de su pensamiento y
sus tendencias, es una personalidad islámica, aunque cometa fisq (trasgresión)
por su comportamiento en un caso dado. Esto es así porque lo que importa es el
abrazar y la adopción de la Aqida como la base del pensamiento
y las tendencias, aunque se den fisuras en actos y comportamientos.
Un musulmán no es desterrado del Islam a menos que desista de abrazar la Aqida
islámica ya sea de palabra ó acto. No se le despoja de su personalidad islámica
a menos que se distancie del Aqida islámica en sus pensamientos y tendencias,
es decir, si no la toma como base para su pensamiento y sus tendencias. Si se
distancia de ella, deja de ser musulmán. Y si no se distancia de ella, sigue
siendo musulmán. Por consiguiente, se puede ser musulmán al no negar la Aqida
islámica, pero a pesar de ser musulmán no se es una personalidad islámica.
Esto es debido a que la asociación de ideas con la Aqida islámica no es un
hecho mecánico de tal manera que la idea no funciona si no está de acuerdo con
la Aqida. Más bien es una asociación social susceptible de separación y de
posterior restitución. Por lo tanto, no es de extrañar que un musulmán cometa
una desobediencia y viole los mandatos y prohibiciones de Allah en alguno de sus
actos. Una persona así puede ver la realidad incompatible con un comportamiento
asociado a la Aqida. Ó puede imaginar que fue en su interés que hizo lo que
hizo pero luego arrepentirse y comprender el error de lo que hizo y regresar a
Allah (subhânahu wa ta’ala). Tal violación de los mandatos y las
prohibiciones de Allah no le niega su Aqida pero sí le niega su compromiso con
la Aqida en este acto concreto.
Por
esta razón un ‘âsi (persona desobediente) ó un fâsiq
(perpetrador de la trasgresión) no es considerado un murtadd (apóstata),
sino un musulmán ‘âsi sólo en el acto que ha desobedecido, y es
castigado sólo por ese acto. Sigue siendo un musulmán mientras siga abrazando
la Aqida del Islam. Así pues, no debe decirse que sea una personalidad no-islámica
por el mero hecho de haber errado inadvertidamente, ó al ser abrumado por Satán,
mientras su adopción de la Aqida islámica como base de su pensamiento y sus
tendencias esté intacta y libre de toda duda.
Los Sahâba (compañeros del Profeta) estuvieron envueltos en gran número
de incidentes en tiempos del Profeta (sallallahu alía wasallam) cuando
algún compañero del Profeta violaba un mandato ó una prohibición. Tales
violaciones no le negaban su condición de musulmán y no comprometían su
personalidad islámica. Esto es así porque eran humanos, no ángeles. Eran
igual que el resto de la gente y no eran impecables porque no eran profetas.
Hatib ibn Abi Balta’ah transmitió a los Kafirs de Quraish las noticias
de las intenciones del Profeta de invadirlos, aunque el Profeta fue cauto en
mantener el secreto de la invasión. El Profeta retorció la cabeza de Al-F dl
Ibn Al-‘abbas cuando lo vio contemplando, con afición y deseo, a una mujer
que hablaba con el Profeta. En el año de la conquista (de Meca), los Ansar
hablaron sobre el Profeta y dijeron que los había abandonado y había regresado
con sus parientes a pesar de haber prometido que no lo haría. Los Sahaba
veteranos huyeron de la batalla de Hunain y dejaron al Profeta con unos pocos de
sus compañeros. Estos fueron sólo algunos de los incidentes que el Profeta no
consideró que socavaran el Islam de los perpetradores ó que empañaran su
personalidad islámica.
Esto solo ya es evidencia suficiente de que las fisuras en la conducta no
destierran al musulmán del Islam, ni le despojan de su personalidad islámica.
No obstante, esto no implica permisividad en desobedecer los mandatos y
prohibiciones de Allah, puesto que es indiscutible que su desobediencia se
cuenta entre harâm (prohibido) y makruh (desaprobado). Tampoco
implica que una personalidad islámica sea libre de no someterse a los atributos
del musulmán comprometido, puesto que todo esto es indispensable para la
formación de la personalidad islámica. Aún así, esto implica que los
musulmanes son humanos y que las personalidades islámicas son humanas, no angélicas.
Por tanto, si se equivocan serán tratadas de acuerdo a los dictados de la
normativa de Allah si su falta es punible. Pero no debe decirse que pasen a ser
personalidades no-islámicas.
La base para juzgar si alguien tiene una personalidad islámica es la integridad
de su Aqida islámica y la construcción de su pensamiento y sus tendencias
sobre ella. Mientras la base esté íntegra y la construcción del pensamiento y
las tendencias se hace exclusivamente sobre la Aqida islámica, errores raros e
inadvertidos, es decir, fisuras en la conducta no comprometen su personalidad
islámica.
18.
¿Cuáles son los factores que proporcionan una
personalidad no-islámica y alejan del Islam?
Pero si la Aqida de una persona se vuelve defectuosa, esta persona es desterrada
del Islam, aún cuando sus acciones sean hechas según las normas del Islam,
porque entonces no están construidas sobre la creencia sino en otra cosa, ya
sea el hábito, la conformidad con la gente, el beneficio de tales acciones ó
cualquier otra cosa. Si el proceso de construcción se vuelve defectuoso debido
a su uso del beneficio como base para construir su comportamiento, ó el uso del
intelecto como base para construir su comportamiento, la persona permanecerá
musulmana por la integridad de su Aqida. Pero no seguirá teniendo una
personalidad islámica, aunque esté entre los portadores de la Da'wa islámica,
ó todo su comportamiento esté en conformidad con las normas del Islam. Esto es
así porque la construcción del pensamiento y las tendencias sobre la Aqida islámica
por la creencia en ella es lo que distingue la personalidad islámica.
Por consiguiente, los que aman el Islam y quieren que domine y salga victorioso
pero no construyen su pensamiento sobre sus ideas y normas sino sobre sus
propias mentes, intereses y deseos, deberían ser prudentes con tales acciones
porque les alejan de tener una personalidad islámica; aún cuando su Aqida esté
íntegra y aún cuando sean altamente conocedores de las ideas y las normas del
Islam. Debe prestarse atención al hecho de que abrazar la Aqida islámica
significa creer en el mensaje completo del Profeta, como un todo, y creer en los
detalles, en los pormenores cuya evidencia es definitiva, y que la aceptación
de todo esto se haga con satisfacción y sumisión. Debe saberse que el mero
conocimiento es insuficiente y que se vuelve en contra de un asunto menor
probado definitivamente como parte del Islam que destierra a la persona y le
separa de la Aqida. El Islam es un conjunto indivisible en cuanto a su creencia
y aceptación. Por tanto, el Islam sólo puede ser aceptado como un conjunto; la
renuncia a una de sus partes es kufr (descreencia). De aquí que la
creencia en la separación del Dîn de la vida ó del estado es kufr
indiscutiblemente.
“Aquellos
que niegan a Allah y a Sus Mensajeros, y (aquellos que) quieren separar Allah de
Sus Mensajeros, diciendo, ‘Creemos en unos pero no en otros’ y aquellos que
quieren tomar un camino intermedio, Esos son los verdaderos incrédulos.”
[Corán, 4:150-151].
Adaptado
por Habib-ur-Rahman de la futura traducción inglesa de
Shaksiyah
Islamiyah (La Personalidad Islámica)
Por
Taqiuddin an-Nabhani
Hizb-ut-Tahrir
Fuente: Revista
Khilafah.com