El presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, acordaron responder de forma conjunta a un eventual ataque químico en Siria.
Ambos mandatarios, en conversación
telefónica enfatizaron la necesidad de trabajar en una
respuesta común en caso de un posible ataque químico en
Siria.
Este acuerdo coincide con la advertencia de la Casa Blanca
que el Gobierno de Bashar al-Assad planea lanzar un ataque
químico.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, señaló que las
actividades detectadas son "similares" a los preparativos
que realizó el Gobierno de Siria antes del ataque químico
del 4 de abril en Khan Cheikhoun, en la provincia de Idleb,
del que EE.UU. responsabilizó a Damasco sin presentar prueba
alguna y, como represalia, lanzó 59 misiles Tomahawk contra
una base aérea en Siria.
Damasco ha rechazado sistemáticamente esta acusación, y
recuerda que todos sus arsenales químicos fueron destruidos
en 2016 bajo la supervisión de la Organización para la
Prohibición de Armas Químicas (OPAQ).
Tras las investigaciones, Rusia comunicó que lo ocurrido en
Khan Cheikhoun no fue un ataque, sino resultado del
bombardeo de la aviación siria a arsenales donde los
terroristas guardaban armas químicas.
En declaraciones recientes, Macron precisó que la
destitución del presidente sirio, Bashar al-Assad, no
resolverá el conflicto que azota desde hace seis años al
país árabe.