El imperialismo norteamericano empieza a “perder los papeles” en Siria

 Iñaki Urrestarazu

Los sucesos de los últimos meses en torno a la guerra contra Siria han sido especialmente significativos, y han mostrado, si cabe, con mayor claridad, los hilos que están moviendo el imperialismo y sus aliados en su criminal guerra por derrocar a Al Assad, y por destruir y fragmentar Siria. Objetivos que son inseparables de los de destruir o debilitar el llamado “Eje de la resistencia” constituido además de por Siria, por Iran y Hezbolah y de demonizar, desprestigiar, acosar y desactivar a Rusia, uno de los principales aliados de Siria.

Invasión de Siria por el Ejército turco

    Tras la petición de perdón de Erdogan a Rusia por el derribo del caza ruso, la reanudación parcial de relaciones entre ambos países y el fallido golpe militar en Turquía del 15 de julio, este país nos sorprende con la entrada de su ejército y sus tanques en Siria el 24 de agosto, ante las protestas del Gobierno sirio por la violación flagrante de su soberanía, en una operación denominada “Escudo del Eúfrates”. El ejército turco entra en la zona de Jarabulus, en donde el Eúfrates cruza la frontera turco-siria, seguido por mercenarios del Ejército Sirio Libre (ESL) -de los supuestamente “rebeldes moderados”- y con el apoyo aéreo norteamericano. El hecho viene a coincidir con la visita del vicepresidente norteamericano Joe Biden a Turquía, con toda probabilidad para tratar de “amarrar” a Erdogan dentro de la OTAN y de neutralizar sus escarceos con Rusia, para alejar sospechas sobre la denunciada implicación en el golpe de los EE.UU., y para deshacerse en excusas sobre el rechazo a la extradición de Fetulá Gülen acusado de ser el instigador principal del golpe, matizando el rechazo y mostrando sus deseos de estudiar conjuntamente entre los EE.UU. y Turquía las acusaciones concretas y la viabilidad jurídica de una extradición.

    Y por lo que se ha podido ver, tuvo que haber renegociaciones entre ambos países sobre el papel de Turquía en la guerra de Siria y sobre la manera de conjugar sus relativamente contradictorias posturas sobre la cuestión de los kurdos sirios.

    Las razones que oficialmente alegó Turquía para su entrada en Siria fueron la de “reforzar” supuestamente su lucha contra el ISIS –cuando no solamente nunca ha luchado contra el ISIS sino que ha sido uno de sus principales valedores y protectores-, y la de alejar los kurdos de esta zona fronteriza creando un pretendido espacio de seguridad. Para ello quería echar al ISIS de la zona kurda, para sustituirlos por el ESL. Como les acusó el gobierno sirio, sustituyeron unos mercenarios por otros, unos grupos terroristas por otros, el ISIS por el ESL. Es más, el ISIS se retiró sin disparar un solo tiro, como habiendo recibido la orden por parte de los norteamericanos y turcos, sus auténticos mentores, de retirarse. E incluso cabe la posibilidad, como han apuntado algunos analistas, de que incluso ni siquiera se retiraran, sino simplemente cambiaran de bandera del ISIS por la del ELS.

    Pero sucede por otra parte, que la población en la que entraron al principio, la de Jarabulus, y toda la zona por la que se han ido extendiendo después, la comprendida entre Aziz, Jarabulus y al-Bab, corresponde a la zona kurda ocupada por el ISIS, el eslabón intermedio o la fractura que separa la zona kurda occidental de Efrin de la zona kurda oriental, al este del Eúfrates, que va desde Kobane hasta la frontera irakí. Por tanto uno de los objetivos de la invasión turca en Siria ha sido la de impedir que las dos franjas kurdas separadas puedan llegar a conectarse y constituir una única franja kurda unificada. En ello interviene la obsesión turca por evitar que se cree una entidad kurda unificada junto a su frontera que supuestamente incite a un recrudecimiento de las reivindicaciones kurdas en el interior del Estado turco.

    Turquía ha insistido que no va a permitir la presencia de kurdos en esa franja y les ha exigido que retrocedan hasta el Este del Eúfrates. La novedad ha sido que los EE.UU., contrariamente a lo que han defendido hasta ahora, y acorde con las reclamaciones turcas, también les han exigido a los kurdos que se retiren al este del Eúfrates, si quieren que les sigan apoyando militarmente como hasta ahora. Lo cual supone, con toda evidencia, una traición a las promesas realizadas a los kurdos de crear una entidad unificada, en aras a otra prioridad, la de contentar al díscolo pero imprescindible Estado turco, miembro de la OTAN, e insustituible para los EEUU en sus estrategias de control del Oriente Medio, de manejo del terrorismo y de acoso a Rusia. Lo más triste es que los kurdos, si bien parece que tuvieron algún enfrentamiento con los turcos al principio, han tragado con la traición norteamericana y con la disciplina que les han impuesto de no agresión ni a turcos ni a norteamericanos.

    Es más, los kurdos son utilizados por los norteamericanos como fuerza de choque contra el ISIS, dentro de esa entelequia siniestra que son las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), con el soporte de una “alianza” entre kurdos y árabes anti-gobierno sirio y pronorteamericanos, con mayoría kurda, diseñada por los norteamericanos para el juego de sus intereses. Es decir, para crear otro frente anti-gobierno sirio, y para incidir en su estrategia de división de Siria con un Kurdistán convertido en protectorado norteamericano e israelí, otro caballo de Troya occidentalista en el Medio Oriente, al igual que lo viene siendo desde hace bastantes años, el Kurdistan iraki de Barzani. La creación de un Sunistán ocupado por terroristas del ESL o del ISIS, y controlado por el imperialismo, cerraría el círculo de la división de Siria –y de Irak-

    Pero hay además otro papel que los norteamericanos han asignado a los kurdos sirios dentro del FDS. Se trata en concreto de ocupar territorios sirios incluso más allá de los límites del Kurdistán sirio, fundamentalmente para impedir que acceda a ellos el Ejército sirio y para extender los territorios fuera de su control. El objetivo no es la guerra contra el terrorismo del ISIS –nunca lo ha sido-, sino simplemente el ir desplazando al ISIS hacia más al sur para ser sustituidos por otros mercenarios y terroristas, relacionados con el ESL, Frente Al Nusra y otras sucursales de Al Qaeda, tildadas como “rebeldes moderados”, creando una redistribución del territorio entre las fuerzas ocupantes, bajo control norteamericano y fuera del control del gobierno sirio. El destino del ISIS, sería en principio, básicamente la parte de Al Anbar de Irak. Según va avanzando el FDS, los kurdos son obligados a retirarse de los nuevos territorios ocupados y a ceder su control a las fuerzas árabes mercenarias al servicio de los EE.UU.. Es lo que ha sucedido en Manbij y otros lugares. Y uno de los objetivos prioritarios en estos momentos para los EE.UU. es hacerse con el control de Raqqa, antes de que puedan llegar las tropas del Ejército sirio, siguiente paso a la previsible liberación de Alepo. Una vez tomada Raqqa, a los kurdos se le obligaría una vez más a retirarse para dejar instalados a mercenarios árabes.

    Una de las cuestiones más graves en todo esto, ha sido que los EE.UU. han conseguido romper la alianza fáctica entre el Ejército sirio y los kurdos que ha funcionado durante los primeros años de la guerra siria, basada en una especie de pacto de no agresión e incluso de colaboración directa en determinados momentos en contra del enemigo común, las fuerzas invasoras y mercenarias. La traición de sectores del YPG capitaneados por Salih Muslim, seducidos por el espejismo de las promesas de “liberación” de los kurdos ofrecidas por los norteamericanos, han conducido a romper de hecho con el PKK, su dinámica revolucionaria, su lucha antiimperialista, sus principios de Confederalismo democrático, y a romper con el Ejercito sirio y a hacer de carne de cañón de las estrategias imperialistas de destrucción de Siria y sus aliados. La traición de los norteamericanos cuando la invasión turca, no es más que un botón de muestra de lo que les espera si mantienen la alianza con los EE.UU., es decir, la sumisión a ellos. Hoy lo que sería de esperar de los kurdos, es que rompieran con los EE.UU., rompieran con esa funesta alianza del FDS creada por los norteamericanos, dejaran de ser utilizados por los EE.UU. para sus estrategias, se enfrentaran con los turcos invasores de su territorio, y se coordinaran con el Ejército y el gobierno sirios en contra de los mercenarios de diversos colores manejados por los EE.UU., cualquiera que fuera su decisión de futuro, como Kurdistán independiente o como Kurdistán asociado en condiciones de igualdad a una Siria libre, democrática, laica y progresista.

Acuerdo de Cese de Hostilidades

El 9 de septiembre hubo un acuerdo para el Cese de Hostilidades para todo el territorio sirio, entre EE.UU. y Rusia en principio, que luego fue refrendado por el gobierno de Siria y sus aliados, y cuya entrada en vigor estaba prevista a partir del 12 de septiembre. Un acuerdo en el que a todas luces, Rusia ha pecado de ingenuidad, como se ha comprobado con toda la serie de factores que han conducido a su ruptura, una semana después, el 19 de septiembre. Hacía ya un cierto tiempo que los EE.UU., a través de su secretario de Estado John Kerry venía insistiéndoles a los rusos, que estaban dispuestos a coordinar con Rusia su lucha contra el ISIS y el Frente Fath al-Sham (ex Frente Al Nusra) siempre que los rusos presionaran para que el Ejército sirio dejara de bombardear a los supuestos “rebeldes moderados”. Un primer intento de acuerdo por parte de los EE.UU. fue rechazado por Rusia, pero en este segundo intento, tras la reunión maratoniana de Ginebra, llegaron al acuerdo firmado del 9 de septiembre.

    Conviene recordar que el anterior acuerdo de finales de 2015, que se plasmó en el Cese de Hostilidades a aplicar a partir del 27 de febrero de 2016, estuvo plagado de incumplimientos y vulneraciones, no condujo a ningún acuerdo en la mesa de negociaciones, y si bien actuó de paraguas para numerosas negociaciones locales entre el gobierno sirio y grupos opositores locales con la mediación rusa, sirvió básicamente para que los grupos terroristas mercenarios se reorganizaran, fueran provistos de grandes cantidades de remesas nuevas de armas, financiación y más mercenarios, proporcionados por las potencias imperialistas de siempre, EE.UU., Turquia, Arabia, Qatar, Israel… Se decía que esta vez las cosas serían distintas, pero como se ha demostrado con mucha evidencia y en muy breve plazo, las cosas iban a suceder de la misma manera o incluso peor.

    La del “alto el fuego” es una estrategia a la que los norteamericanos han recurrido con frecuencia, no ni mucho menos, por razones humanitarias, sino en la medida en que veían que sus mercenarios se encontraban en apuros ante el avance de las fuerzas sirias, y para poder reorganizarse, reequiparse y poder lanzar nuevas ofensivas. Y ese ha sido el caso también en esta ocasión. El avance del Ejército sirio ha sido muy importante en los últimos tiempos, avances en el sur ( Daraa), en la Guta Occidental, en la Guta Oriental, en Hama, y en Alepo y sus accesos, habiendo llegado a cercar completamente a las tropas mercenarias de Alepo, especialmente ubicadas en el este, cortando todos sus accesos y vías de aprovisionamiento. La apertura de un corredor en el sudoeste de Alepo en una de las ofensivas mercenarias para abrir la posibilidad de aprovisionar a la zona este de Alepo, rompiendo el cerco, fue frustrada por los constantes bombardeos de Rusia y Siria, hasta que fue finalmente recuperada por el Ejército sirio y sus aliados. Tras ello la infinidad de ofensivas baldías de los mercenarios producidas con grandes pérdidas y sin resultados, ha sido expresión de la importancia estratégica de Alepo en el desarrollo de la contienda y de la enorme frustración para los mercenarios y sus patrocinadores imperialistas por no conseguir romper el cerco. Todos estos avances del Ejército sirio y de sus aliados y las grandes pérdidas sufridas por los mercenarios del Frente Fath al-Sham y satélites, empujaron a EE.UU. a buscar desesperadamente un acuerdo que les permitiera coger oxígeno, desactivar la eficacia contundente del Ejército sirio y sus aliados, buscando impedir sus bombardeos aéreos contra los supuestos “rebeldes moderados” aliados de EE.UU. con el “caramelo” de una pretendida coordinación entre EE.UU. y Rusia en el ataque contra el terrorismo reconocido como tal por ambas partes.

    El acuerdo alcanzado se hizo sobre bases irreales y ficticias, en base a engaños y en base a una marginación absolutamente inaceptable del Ejército sirio, especialmente de sus fuerzas aéreas, apartando a las tropas terrestres de zonas estratégicas como la de la carretera del Castillo de acceso al norte de Alepo, con el supuesto argumento de que había de ser desmilitarizada para que pasara la ayuda humanitaria, y prohibiendo a las fuerzas aéreas sirias el acceso a determinadas zonas (aquellas con supuesta presencia de “rebeldes moderados”). Teóricamente el Cese de Hostilidades se aplicaba a todas las partes y a todas las fuerzas salvo al ISIS y a Fath al-Sham, y los EE.UU. se comprometían –una vez más- a separar a los grupos de Fath al-Sham de los “rebeldes moderados”. Si el Cese de Hostilidades duraba una semana, Rusia y los EE.UU. se coordinarían para atacar conjuntamente a los grupos considerados como terroristas.

    Tras ello vendría la creación de un gobierno presidido por Assad y con participación de “rebeldes moderados” que iniciara el proceso constituyente sirio.

    Pero todo este castillo de naipes se ha caído inmediatamente porque estaba basado en una gran mentira. Ninguno de los llamados por los norteamericanos “rebeldes moderados” han querido separarse de Fath al-Sham (ex Al Nusra), porque son lo mismo, porque no existen los “rebeldes moderados”, porque no son más que un nombre utilizado a conveniencia, porque todos estos grupos se alimentan de la misma ideología, sus vínculos organizativos y estructurales son muy estrechos, y porque son financiados y armados por los EEUU y sus aliados. Los EE.UU. financian y arman exactamente igual a Fath al-Sham al que entre dientes aceptan de cara a la galería considerar como terrorista, que al resto de grupos mercenarios e incluso que al ISIS.
   

    Además, los EE.UU. no han llegado ni a admitir formal y oficialmente como terroristas a grupos como Aharar al-Sham, Yaish al Fatah (Ejercito de la Conquista), Nuredin al Zinki y otros, que son los más importantes entre los denominados “rebeldes moderados”, y que son bien conocidos por todas las barbaridades, masacres, descabezamientos, violaciones y descuartizamientos realizados a lo largo y ancho de la geografía siria y desde los inicios de la guerra. El rechazo en el Consejo de Seguridad de la ONU por parte de los EE.UU. y sus aliados Francia y Reino Unido, de reconocerlos como terroristas, ante la propuesta planteada por Rusia, fue una muestra clara de lo dicho.

    Así que, ya desde el inicio del Cese de Hostilidades, 22 grupos de mercenarios, de los “rebeldes moderados” se negaron a aceptar el Cese de Hostilidades, acrecentando incluso sus ofensivas. En esa semana que duró el Cese de Hostilidades, hubo más de 300 violaciones oficialmente reconocidas del Cese de Hostilidades. Las ofensivas en el sudoeste de Alepo para tratar de reabrir el corredor de acceso a Alepo del este se reanudaron. Hubo incluso un ataque en la carretera del Castillo del norte de Alepo, llegando a hacerse con el control de 1 km de dicha carretera. Fue un Cese de Hostilidades totalmente unilateral, cumplido única y exclusivamente por el Ejército sirio y sus aliados de Hezbolah, Iran, Palestina, Irak y Rusia. Pero lo más impresionante han sido los hechos que han rayado en el colmo de los colmos, y que han precipitado de una forma definitiva la ruptura del Cese de Hostilidades declarada por el ejército sirio el 19 de septiembre.

El bombardeo de la coalición anti-ISIS en Der-Ezzor y el ataque al convoy humanitario desvelan los verdaderos planes del imperialismo norteamericano en Siria.

    Una de las muestras del cinismo de las potencias occidentales en el contexto del Cese de Hostilidades, fue el ataque de las fuerzas de Fath al Sham (ex Frente Al Nusra) con la cobertura aérea de la aviación israelí en la zona de los Altos de Golan, justo después de haberse firmado el Cese de Hostilidades. Israel es una pieza absolutamente fundamental en el conglomerado imperialista, con un poder de decisión e influencia extraordinarios y con grandes intereses históricos en desactivar y desmembrar el Eje de la Resistencia del Oriente Medio, especialmente Palestina –que la tiene machacadísima- , el Líbano, Siria Iran e Irak –recordemos los planes del Gran Israel para el Oriente Medio-. Es bien conocido el apoyo directo a los mercenarios en Golan –que en realidad los introdujo Israel- a quienes arma, financia y proporciona toda clase de logística, incluyendo la asistencia sanitaria en los hospitales de Israel. Israel no hubiera apoyado una ofensiva mercenaria si no es con el acuerdo de los EE.UU. y demás aliados. De todas formas esta vez salió un tanto trasquilado, porque la ofensiva mercenaria fue repelida e Israel se encontró con la sorpresa de que Siria le respondió derribando cuando menos un caza y algún dron, cosa que Israel –cómo no- lo niega.

    Otra de las acciones que clama al cielo fue el bombardeo de las fuerzas de la coalición anti-ISIS liderada por los EE.UU. contra fuerzas del Ejército sirio en Der Ezzor, en la base que tienen en esta zona, cercana al aeropuerto bajo control sirio. La estupidez de decir que ha sido un error, es de muy gran calibre, absolutamente insostenible.


    Insostenible porque el Ejército sirio lleva al menos seis meses en la zona, y es imposible que los EE.UU. no lo sepan. La víspera estuvieron rondando por la zona varios drones que incluso desactivaron los rádares sirios. El bombardeo duró más de una hora, y es absolutamente imposible que un error dure tanto tiempo.


    Bombardearon cuando las tropas sirias estaban desplegadas en el monte de Zardah, y continuaron bombardeando –según testimonios de los soldados- cuando se estaban retirando, matando a 103 soldados y produciendo muy numerosos heridos. Acto seguido las fuerzas del ISIS fueron a ocupar la zona despejada tras la retirada del Ejército sirio. Es imposible que el ISIS pudiera improvisar tal ataque, inevitablemente tenía que estar advertido del ataque y si lo estaba es porque EEUU dirigió en realidad la operación – tanto la del bombardeo como la del ataque posterior del ISIS- para expulsar al Ejército sirio. El Ejército sirio controló las conversaciones de mandos estadounidenses con el ISIS, que demuestran que el bombardeo no fue un error sino algo premeditado, y que incluso dirigieron el ataque del ISIS. Fue a la segunda llamada de los rusos a los mandos norteamericanos cuando dejaron de bombardear. A la primera el mando norteamericano responsable estaba “casualmente” ausente. La intervención inmediata de la aviación rusa contra los mercenarios del ISIS es quien les obligó a estos a retirarse al punto de partida. Lo cual muestra una vez más, que el ISIS es un instrumento controlado por los EEUU y a su servicio, y que todo lo demás son montañas de mentiras para camuflar esta brutal realidad. Desde Irak son también constantes las informaciones que llegan indicando que los EE.UU. siguen armando, organizando y asesorando al ISIS, a la vez que obstaculizando los avances iraquíes, y especialmente cuando intervienen las tropas chiíes, contra los que son relativamente frecuentes los bombardeos “por error”. La gravedad de este hecho junto con el de la quema del convoy humanitario destinado a Alepo, fueron el remate que condujeron a la ruptura del Cese de Hostilidades.

    La cuestión es el porqué de este bombardeo y las razones que oculta. Lo que está claro es en primer lugar que los EE.UU. se están poniendo muy nerviosos con los importantes avances del Ejército sirio, los cuales están produciendo grandes daños en las filas de sus mercenarios y con la posibilidad real que ven de que el Ejército sirio y sus aliados reconquisten todo el territorio de Siria, empezando por el sur (Deraa), la Guta Occidental, la Guta oriental pasando por Alepo, Idlib, Raqqa y Der Ezzor.

    Los EE.UU. están jugando constantemente con un Plan A pero también con un Plan B de recambio, que siempre lo tienen muy presente. El Plan A consiste en impulsar por una parte múltiples hordas de mercenarios con diferentes nombres y con diferentes patrocinadores (Arabia Saudita, Qatar, Turquía…) aunque el principal y universal patrocinador son los propios EE.UU., y siempre con el apoyo logístico inestimable de Israel, del Reino Unido y con frecuencia de Francia, que operan en la zona sur-occidental de Siria, la más poblada y la más controlada por el Ejército de Assad, con el objeto central de derrocar a Assad y su gobierno. Dentro del Plan A, el ISIS fue creado por los EE.UU. con el objetivo fundamental, de ocupar y desgajar de Siria e Irak sus partes suníes, que van básicamente del Eúfrates hasta las inmediaciones de Bagdad. Sin embargo la creación del ISIS responde también a otros muchos objetivos como son por ejemplo crear un vivero terrorista para exportar a Rusia y China con el objeto de desestabilizarlos, debilitar al Gobierno de Assad, ampliar el número de frentes con los que el Ejército sirio se tiene que enfrentar e impedir la creación de líneas de oleoductos que den salida al mar a Irán vía Irak y Siria entre otros. La creación de un Kurdistan controlado por los EE.UU. e Israel, sería el tercer pilar del plan de división de Siria y de derrocamiento de Assad. La creación de la coalición anti-ISIS dirigida por los EE.UU. ha sido la mayor obra de cinismo que pueda haber, aparentando ante el mundo que los EE.UU. no tienen nada que ver con el ISIS y que lo combaten, cuando en realidad la coalición ha sido creada para proteger y alimentar al ISIS, para impedir que se destruya y para moldear sus contornos geográficos en función de las coyunturas internacionales.

    La feroz resistencia del pueblo sirio contra estos planes de destrucción de Siria, con la ayuda fundamental de sus aliados, Rusia, Hezbolah, Irán, etc. están convirtiendo en misión imposible el derrocamiento de Assad. Por lo cual, los EE.UU. están tirando cada vez más del Plan B. Este Plan B, hoy adopta la forma de arrancar la Siria no controlada actualmente por el Ejército sirio y separarla de la Siria de Assad aislando esta Siria de Oriente (es decir de Irak, Iran, China…) reduciéndola y comprimiéndola al espacio comprendido entre el mar y el Eúfrates. Se trataría de crear una especie de tapón aislante, que encierre a Siria y la separe de sus aliados. Hay que decir que los EE.UU. tienen recientemente una razón añadida para aislar Siria y crear un tapón que la separe del resto de Oriente Medio y del Lejano Oriente, y es la de bloquear uno de los proyectos de Ruta de la Seda de China que pasaría por esta región, de la misma manera que el golpe de Estado de la OTAN en Ucrania responde a su intención de aislarlo de Rusia y de bloquear el otro proyecto de Ruta de la Seda China que pasaría por esta zona. En concreto los territorios previstos por el imperialismo norteamericano en el Plan B, comprenden Idlib –que aseguraría el acceso al mar-, Alepo, y toda la zona del Eúfrates y vertiente oriental que comprenden Raqqa, Der Ezzor hasta Abu Kamal en la frontera con Irak, además de la zona kurda y de la zona también kurda pero ocupada por las tropas turcas (Jarabulus, Azaz…). Todo parece indicar que los EE.UU. pretenden en este momento que estos territorios sean ocupados por los mercenarios que llaman “moderados”, en lugar de por el ISIS como lo tenían previsto en un principio, haciendo desplazar a estos últimos hacia la región de Al Anbar de Irak. El papel que destinan los EE.UU. al FDS y a los kurdos es, como decíamos, el de “fuerza de choque” que con el apoyo aéreo de la coalición liderada por los EE.UU., empujen al ISIS más al sur, hacia Irak. De todas maneras, hay que hacer constar que los EE.UU. tiene otra fuerza dispuesta a hacer, y muy gustosamente, esta misma labor, y que es Turquía con el apoyo del ESL. La Turquía de Erdogan ya se ofreció para contribuir a la “liberación” de Mambij, como a la de Raqqa, como ya lo hizo anteriormente para la de Mosul en Irak. Ahora será cuestión de que EE.UU. decida por cuál de los dos capataces se decide. Aunque parece que le ofrece más confianza el FDS…De esta manera los EE.UU. y su coalición cubrirían las apariencias de su “lucha” contra el ISIS, como que han conseguido “expulsar” al ISIS de Siria. Es decir, que una vez que el ISIS ha desempeñado el papel que le asignaron los EE.UU., el de ocupar importantes zonas de Siria y el de crear un frente más de lucha para el Ejército sirio, le hacen retroceder para que esos territorios sean ocupados por otros mercenarios, los de la familia de Al Qaeda, otros títeres de los EE.UU., designados con frecuencia con el nombre comodín y multiuso de ESL, y siempre naturalmente fuera del control del Gobierno de Assad, que es lo esencial.

    Llama la atención que en plena tregua los EE.UU. y su coalición decidieran bombardear a las tropas sirias en Der Ezzor con el evidente riesgo de ruptura de la tregua que ello implicaba, además de la inevitable y previsible agudización de las tensiones con el Gobierno sirio y con los rusos que se iba a dar, por mucho que luego vinieran con la milonga de que había sido un error. Los EE.UU., en su infinita prepotencia, pensando que todo el resto del mundo son tontos y que se van a tragar lo del error, e impulsados por su histeria ante el avance fulminante de las tropas sirias, quisieron aprovechar el Cese de Hostilidades para mover ficha hacia el control total de la zona de Der Ezzor, limpiándola de tropas sirias, dentro del Plan B de creación de una zona tampón al este del Eúfrates. Pero lo que sucedió fue que ante la masiva aparición de argumentos y razones que demostraban que el bombardeo de Der Ezzor no había sido un error sino un acto premeditado y una provocación por parte de los EE.UU., estos se vieron en la necesidad de crear alguna acción espectacular con la que desviar la atención del mundo y con la que acusar a Siria y a Rusia, dándole la vuelta a la situación, tratando de pasar de la posición de acusados a la de acusadores.

    Es ahí donde intervienen con bastante probabilidad los atentados terroristas de los EE.UU., en Nueva York, Nueva Jersey y Minesota en torno a la fecha del bombardeo de Der Ezzor (colocándose los EEUU en el papel de víctimas) y sobre todo el atentado contra el convoy humanitario destinado a Alepo. Los EEUU y sus aliados-vasallos junto con todo el vocerío mediático habitual y masivo, pero esta vez en tonos muy elevados, inmediatamente acusaron, sin absolutamente ninguna prueba, a Siria y Rusia como los causantes del atentado del convoy humanitario, alegando que había sido un ataque aéreo y que en esa zona solo operaba la aviación siria y la rusa, por lo que tenían que ser estos los causantes. Al de muy poco fueron apareciendo datos y razones que fueron desmontando y desmintiendo toda la tramoya acusativa norteamericana, y demostrando que, muy contrariamente a lo que decían en sus acusaciones, eran los grupos terroristas, sino directamente los EE.UU. o el Reino Unido los causantes del atentado. En efecto, los rusos dijeron que ni su aviación ni la Siria actuaron en esa zona ni ese día ni a esas horas, porque estaban en tregua y porque era de noche y de noche no actúan. Mostraron además un video que lo pudimos ver, obtenido en las horas previas y desde un dron, en donde se veía que el convoy humanitario iba acompañado de un vehículo de los terroristas provisto de artillería. Añadieron que los únicos que conocían el trayecto del convoy eran los grupos terroristas y que el convoy estaba atravesando territorio controlado por los terroristas. Los rusos dieron además pruebas de que en el momento del atentado, un dron estadounidense que había partido de Encirlik estaba sobrevolando el lugar del atentado. Y otros análisis demostraban que en el lugar del atentado no había los impactos típicos de bombardeos, como agujeros en el suelo, y que el atentado había sido producido desde tierra, produciendo los incendios que se produjeron. Todo lo cual apunta clarísimamente a la intervención directa de los terroristas en el atentado sobre el convoy con la supervisión y dirección altamente probable de los EE.UU. y sus aliados con el objeto de demonizar a los rusos y sirios y contrarrestar su provocación en Der Ezzor. Por otro lado, los EE.UU. se negaron a crear una comisión de investigación sobre el atentado como propusieron los rusos. Este atentado contra el convoy fue ya la gota que colmó el vaso y que llevó a la ruptura de la tregua anunciada por el Ejército sirio.

Tras la ruptura del Cese de Hostilidades

    Tras la ruptura del Cese de Hostilidades y sacando lecciones de que lo de EEUU siempre son patrañas, mentiras y estratagemas para paralizar la ofensiva del Ejército sirio y sus aliados y para reorganizar y rearmar sus mercenarios, con bueno criterio, el Ejército sirio, con el apoyo de los rusos y demás aliados, ha reiniciado una fuerte ofensiva en diversos frentes pero principalmente en Alepo, un lugar estratégico y crucial para el desarrollo de la guerra siria, de manera que la toma de Alepo puede acelerar y facilitar el fin de la guerra siria y la derrota de los mercenarios en todo Siria. Como era de prever, y como siempre sucede cada vez que las tropas sirias avanzan, y tanto más cuanto más y más rápido avanzan, los EE.UU. y sus aliados occidentales, al unísono con sus sumisos y a la vez poderosísimos medios de comunicación, presos de histeria, están intentando por todos los medios parar la ofensiva, utilizando todos los resortes a su alcance.

    El nerviosismo de los EE.UU. no viene solamente del avance imparable del Ejército sirio, sino también del hecho de que están quedando cada vez más en evidencia, como los causantes y promotores de la guerra de Siria y como los que mueven todos los hilos del terrorismo del ISIS como de Al Qaeda, y por tanto, como los responsables de todas sus barbaridades. De hecho, uno de los misiles Iskander de alta precisión lanzados por los rusos desde un buque, dio de plano en un centro de coordinación militar secreto ubicado en las cercanías de Alepo resultando muertos toda una serie de oficiales militares occidentales, estadounidenses, israelíes y británicos además de procedentes de Arabia Saudita y Qatar.

    La ofensiva del imperialismo va desde culpabilizar a Siria y Rusia de la ruptura de la tregua (¡hace falta cinismo para eso!), a exigir que las fuerzas aéreas sirias y rusas no operen y se queden en tierra (¡) para que los EEUU tengan más tiempo para separar los terroristas radicales de los supuestos “rebeldes moderados” –otra vez con la misma falacia, cuando en seis meses no han podido hacerlo y si no lo han podido es porque son lo mismo- aunque el Secretario de Defensa Ashton Carter llegó a decir que eso no sería aplicable a las fuerzas aéreas norteamericanas, y se quedó tan tranquilo. En la Asamblea de las Naciones Unidas que se celebró poco después, el representante ruso Vitaly Churkin condenó a los EE.UU. por el ataque de Der Ezzor, claramente premeditado, mostró los interrogantes que planeaban en torno al ataque al convoy humanitario y les atribuyó la responsabilidad de la ruptura del Cese de Hostilidades. Mientras tanto, la fascista Samantha Power, portavoz norteamericana en la ONU, se salió del recinto como actitud de protesta y desprecio y montó fuera una rueda de prensa por su cuenta para decir que las declaraciones del representante ruso eran “aburridas y monótonas” y que era “una vergüenza” la actitud de Rusia…Por otra parte los EE.UU. con sus fieles aliados- vasallos Francia y Reino Unido, convocaron una sesión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU el domingo 25 de septiembre, acusando a Rusia y Siria de la ruptura del Cese de Hostilidades y de supuestas matanzas de civiles, bombardeos de hospitales y escuelas, privación de agua, etc. en la ofensiva de Alepo, recurriendo al guión y a la cantinela repetidos hasta la saciedad por el imperialismo y la pléyade de medios intoxicadores y de ONG a su servicio, desde el principio de la guerra, basados en patrañas y en montajes, confundiendo civiles con terroristas o echando mano de sucesos o documentación que corresponden a otros sucesos y con harta frecuencia a barbaridades perpetradas por los mismos mercenarios. En esa misma sesión el representante ruso emplazó a los EE.UU. a demostrar que no protege a los terroristas de Al Nusra, cuando no son capaces de hacer lo que tantas veces prometen de separar a Al Nusra de los supuestos “rebeldes moderados” y cuando recientemente en una entrevista, el comandante del Frente Al Nusra, Abu Al Ezz, reconocía que EE.UU. les apoyaba, que estaba con ellos y que les armaba, haciendo referencia en concreto al suministro de sistemas de misiles guiados TOW y a la asesoría militar que EE.UU. le proporcionaba a la organización yihadista.

    Dentro de la intensificación de las campañas de intoxicación parejas a los avances del Ejército sirio, son de mencionar la ONG de Médicos sin Fronteras (MSF), habitual de la intoxicación y financiada por los EE.UU., que a su vez financia las clínicas de Al Nusra en varias zonas bajo control del grupo terrorista, así como los llamados Cascos Blancos, que pretenden ser independientes, pero dirigidos por un antiguo militar británico, James Le Mesurier y que operan en zonas controladas por el grupo terrorista Al Nusra, actuando de manera que cada ataque contra el Frente Al Nusra es presentado como un ataque contra “civiles” o personal sanitario. Recientemente, la empresa comercial norteamericana Netflix, que difunde películas y series televisivas en Internet, ha dedicado un documental a los Cascos Blancos que ha sido divulgado desde el 16 de septiembre en todos los continentes y con un gran eco de publicidad, con fines de pura propaganda, cuya misión es sostener la ficción de que el Ejército sirio y la aviación siria y rusa bombardean a “civiles” y de forma deliberada en Siria, en base a la manipulación y tergiversación de imágenes tomadas en las zonas bajo control de los grupos terroristas. Los Cascos Blancos han recibido 60 millones de los gobiernos de EE.UU., Reino Unido y otros financiadores occidentales.

    En la misma línea es de destacar otra gigantesca operación de guerra psicológica político-mediática orquestada por el imperialismo y financiada por la monarquía absoluta de Qatar (máxima expresión de un régimen dictatorial, antidemocrático, y caciquil) mediante una exposición que será presentada en Roma a primeros de octubre. El objetivo es una vez más la demonización del presidente Assad (al igual que se hizo con Gadafi y con Milosevic -quien tras ser acusado de las peores barbaridades, encarcelado durante cinco años, asesinado en la cárcel y juzgado, ha sido declarado inocente por el Tribunal de la Haya-), presentado como responsable de bombardear hospitales y de exterminar niños con la ayuda de Putin, acusado como igualmente responsable de estas supuestas atrocidades. Esta exposición ha sido ya mostrada en la ONU y en el Museo del Holocausto de Washington a iniciativa de los EE.UU., Arabia Saudita y Turquía (los bien conocidos “adalides de la democracia”). En este sentido hay que insistir una vez más, en la nefasta labor intoxicadora realizada por el periódico supuestamente de izquierdas GARA, que reproduce diaria y constantemente las versiones más infames e indecentes de los acontecimientos de Siria –y de todo el mundo en general, de Yemen, Ucrania, Medio Oriente…- elaboradas por las cloacas de la intoxicación, siempre al servicio del imperialismo norteamericano y del sionismo.

    Los EE.UU., insatisfechos todavía con la brutal intoxicación y mentiras que difunde para compensar el retroceso en el terreno práctico de la guerra en Siria por parte de sus huestes mercenarias, pasa a la fase de las amenazas. Así, el Secretario de Estado Kerry amenaza a Rusia que los EE.UU. van a suspender sus relaciones con ellos si no paraliza los avances en Alepo e incluso que se van a plantear la utilización de “otras alternativas”. No sabemos a qué se refieren estas “otras alternativas” pero pueden incluir el armar con armamento más potente y sofisticado –de alta tecnología- a los terroristas vía países del Golfo o directamente, enviar mayor numero de fuerzas especiales estadounidenses para asesorar al terrorismo y hasta contemplar una intervención militar directa. El representante oficial del Departamento de Estado de EE.UU. John Kirby, dijo por su parte, “que los grupos extremistas podrían incluir ataques contra los intereses rusos, tal vez incluso en ciudades de Rusia, y que Rusia seguirá enviando soldados a casa en bolsas y seguirá perdiendo recursos, quizá hasta aviones”. La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Maria Zajárova, replicó que las palabras de Kirby “parecen más una orden para que un perro ataque que el comentario de un diplomático”. El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashénkov dijo que las palabras de Kirby son “la confesión más sincera” de que la oposición que está luchando en la guerra de Siria es “una internacional terrorista bajo el control de EE.UU.”. El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, en relación a las palabras de Kirby, dijo que la reacción de EE.UU. refleja el apoyo al terrorismo y que ”no podemos describirlo de otro modo sino como un apoyo ‘de facto’ a los terroristas por parte de la actual Administración estadounidense”. Sin embargo Rusia dijo el jueves 29 de septiembre que continuará con su campaña de bombardeos contra los terroristas en Siria pese a las diversas amenazas de los EEUU.

La Haine

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