A pesar de que el Mes de Dhul-Hijjah, el Mes en el cual se realiza la Peregrinacion a Meca (Quinto Pilar del Islam) aun no ha comenzado, vamos compartiendo algo de material acerca del mismo. El Mes de Dhul-Hijjah comenzara insha'Allah (A CONFIRMAR) al Magrib (Ocaso del Domingo 13 de Septiembre), y el dia del EID AL-ADHA (La Fiesta del Sacrificio) se realizara (A CONFIRMAR) insha'Allah el Miercoles 23 o Jueves 24 de Septiembre ... Cada uno en su país, debe confirmarlo con el CENTRO ISLÁMICO o las MEZQUITAS correspondientes.

Con el Nombre de Allâh, Misericordioso, Compasivo. Alabado sea Allâh por habernos guiado al Camino Recto, habernos honrado con el Islam y guiarnos al Dîn del Islam. Que Sus bendiciones sean con el sello de los Mensajeros y Profetas, aquel que transmitió el Mensaje y cumplió con lo que Allâh le encomendó, hasta que lo alcanzó la muerte por orden de Su Señor. Que las bendiciones y la paz de Allâh sean con él, su virtuosa familia y sus distinguidos compañeros.

Nuestra Jutba de hoy trata acerca de las virtudes de los primeros diez días del mes de Dhul-Hiÿÿah:

Allâh, Quién crea lo que Él desea y elige; creó los cielos y eligió el séptimo para ser el mejor; creó el Paraíso e hizo Al-Ÿannatul-Firdaus el mejor; creó a los ángeles y concedió virtud a cuatro de ellos; creó el ser humano e hizo a los creyentes los mejores de entre los hombres; y de entre los creyentes, eligió a los Profetas; y de entre los Profetas, eligió los Mensajeros; y de entre los Mensajeros, eligió los Ulul-‘Azm (mensajeros dotados de resolución); y entre los Ulul-‘Azm eligió los Khalilain (los 2 amigos de Allâh); y entre los Khalilain, eligió a Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam). Entre la tierra eligió Makkah; de entre los meses, eligió el mes de Ramadân; hizo el mejor de todos los días de la semana, el viernes; y la mejor de todas las noches, Lailatul-Qadr; y el mejor de todos los momentos, el momentos del Ÿumu‘ah; y los mejores de todos los días, los diez primeros días de Dhul-Hiÿÿah.

Así, un musulmán en todo momento es bendecido, tanto en su tiempo como sus acciones. Esto demuestra que la obediencia a Allâh es un medio de obtener baraka, tanto la obediencia verbal como física. Esto involucra todos los actos de adoración. Además de ser un medio de bendición, también es un medio para limpiar y purifica al creyente por estos actos de adoración.

En estos momentos estamos en los benditos meses del Haÿÿ, y los más benditos y virtuosos días son los primeros diez días de Dhul-Hiÿÿah, y en algunos días más estaremos entrando en estos virtuosos días. Esto nos incentive a hacer más buenas acciones y nos vuelve más entusiastas de adorar a Allâh, por eso el musulmán renueva sus esfuerzos para obtener una mayor participación de la recompensa, prepararse a sí mismo para la muerte y abastecerse a sí mismo en su preparación para el Día del Juicio.

Esta temporada de adoraciones nos trae muchos beneficios, tales como la oportunidad para corregir nuestras faltas y compensar las deficiencias y cualquier cosa que se podría haber perdido. Cada una de estas ocasiones especiales implica algún tipo de ‘ibâdât a través de la cual los siervos pueden acercarse a Allâh, y una especie de bendición a través de la cual Allâh concede Su favor y misericordia a quien Él quiere. La persona feliz es aquel que hace el máximo de buenas obras en estos meses, días y horas especiales, y se acerca a su Señor en estos tiempos a través de actos de adoración. Lo más probable es que será tocado por la bendición de Allâh y sentirá la alegría de saber que él está a salvo de las llamas del infierno. El musulmán debe entender el valor de su vida, aumentar su adoración a Allâh y persistir en hacer buenas obras hasta el momento de la muerte. Allâh dice: “Y adora a tu Señor hasta que te llegue la certeza” (Sûrah Al-Hiÿr [15], âyah 99), los mufassirîn (comentaristas) han dicho que aquí el significado de “la certeza” es “la muerte”.

Entre las temporadas especiales de adoración están los primeros diez días de Dhul-Hiÿÿah, que Allâh ha preferido sobre todos los demás días del año. Ibn ‘Abbâs (radiallâhu ‘anhu) narró que el Profeta dijo: “No hay días en los que las buenas acciones son más amados por Allâh que estos diez días” La gente preguntó: “¿Ni siquiera el Ÿihad por la causa de Allâh?" Él dijo: “Ni siquiera el Ÿihad por la causa de Allâh. Excepto en el caso de un hombre que salió a la lucha dándose a sí mismo y su riqueza por la causa de Allâh, y volvió sin nada”. Estas palabras y otras tantas indican que estos diez días son mejores que todos los demás días del año, sin excepciones, ni siquiera los últimos diez días del Ramadán. Pero las últimas diez noches de Ramadán son mejores, porque incluyen Lailatul-Qadr (La Noche del Poder), que es mejor que mil meses.

Sabemos que la virtud de estos diez días se basa en muchas cosas: Allâh jura por ellos. El jurar por algo es indicativo de su importancia y de su gran beneficio. Allâh dice: “¡Por la Aurora! ¡Por diez noches! ” (Sûrah Al Faÿr [89], âyât 1 y 2). Ibn ‘Abbâs, Ibn Az-Zubair, Muÿahid y otros de las generaciones anteriores y posteriores, dijeron que esto se refiere a los primeros diez días de Dhul-Hiÿÿah. Ibn Kathîr dijo: “Esta es la opinión correcta”. El Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) testimonia que estos son los mejores días de este mundo, como hemos podido notar de sus ahâdîth.

Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) alentó a la gente a hacer buenas obras por las virtudes de esta temporada para las personas en todo el mundo, y también por la virtud del lugar, para los huÿÿâÿ (peregrinos) en la Casa de Allâh.

El Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) nos ordenó recitar mucho tasbîh (subhânallâh), tahmîd (al-hamdulillâh) y takbîr(AllâhuAkbar) durante la temporada del Haÿÿ. ‘Abdullâh Ibn ‘Umar (radiallâhu ‘anhumâ) narró que Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijo: “No hay días más grandes ante los ojo de Allâh y en los que las buenas acciones son más queridas para Él que en estos diez días, por eso, durante este tiempo reciten mucho tahlîl (lâ ilâha illallâh), takbîr y tahmîd”.

Nuestro Dîn fue completado y perfeccionado en estos días como Allâh dice en el Qurân: “Hoy os he completado vuestra Práctica de Adoración, he culminado Mi bendición sobre vosotros y os he aceptado complacido el Islam como Práctica de Adoración” (Sûrah Al Maidah [5], âyah 3). Estos diez días incluyen Yaumul-‘Arafah (el Día de Arafah), en el que Allâh ha perfeccionado Su Dîn. El ayuno en este día reparará las trasgresiones de dos años. Estos días también incluyen Yaumun-Nahr (el Día del Sacrificio), el más grande día de todo el año y el mejor día de la peregrinación, que combina las ‘ibâdât de una manera diferente a cualquier otro día. Estos diez días incluyen, entonces, los días del sacrificio y los días del Haÿÿ:

De entre las buenas acciones en las que un musulmán puede esforzarse por hacer durante los primeros diez días de Dhul-Hiÿÿah, se encuentran:

El ayuno. Es Sunna ayunar el noveno día de Dhul-Hiÿÿah, porque el Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) nos instó a hacer buenas obras durante este tiempo, y el ayuno es uno de las mejores de las obras. Allâh ha elegido para sí el ayuno, al igual que se indica en el hadîth Qudsi que ha narrado el Profeta Muhammad (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): Allâh ha dicho: “Todos los hechos de los hijos de Adán son para él, excepto el ayuno, que es para Mí, y Yo soy quien le recompensará por ello”.

El Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) solía ayunar en el noveno de Dhul-Hiÿÿah. Jâlid Ibn Hunaidah (radiallâhu ‘anhu) transmitió de su esposa que algunas de las esposas del Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) dijeron: “El Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) solía ayunar en el noveno de Dhul-Hiÿÿah, el día de Ashura, tres días de cada mes, y en los dos primeros lunes y jueves de cada mes”.

El Takbîr. Es Sunna pronunciar el Takbîr (Allâhu akbar), Tahmîd (Al-Hamdulillâh), Tahlîl (lâ ilâha illallâh) y Tasbih (Subhânallâh) durante los primeros diez días de Dhul-Hiÿÿah, y decirlo en voz alta en la mezquita, la casa, la calle y todos los lugares donde se permite recordar a Allâh y mencionar su nombre en voz alta, como un acto de adoración y como una proclamación de la grandeza de Allâh Altísimo. Los hombres deben recitar estas frases en voz alta, y las mujeres deben recitarlas en voz baja. Allâh dice en el Qurân: “Para que den testimonio de los beneficios que han recibido y mencionen el nombre de Allâh en días determinados sobre los animales de rebaño que les ha proporcionado. Así pues comed de ellos y alimentad al desvalido y al necesitado” (Sûrah Al Haÿÿ [22], âyah 28). La mayoría de los expertos convienen en que en estos versos, la frase “días señalados” se refiere a los primeros diez días de Dhul-Hiÿÿah, debido a las palabras de Ibn ‘Abbâs (radiallâhu ‘anhu): “Los días señalados son los primeros diez días de Dhul-Hiÿÿah”.

El Takbîr puede incluir las palabras: Allâhu akbar, Allâhu akbar, Allâhu akbar. Lâ ilâha illallâh. Allâhu akbar, Allâhu akbar wa lillâhil-hamd (Allâh es Grande, Allâh es Grande, Allâh es Grande. No hay divinidad, excepto Allâh. Allâh es Grande, Allâh es Grande y a Allâh pertenece toda la alabanza) Así como otras frases.

El Takbîr de los primeros días de Dhul-Hiÿÿah, es un aspecto de la Sunna que ha sido olvidado, sobre todo durante la primera parte de este periodo, tanto es así que casi nunca se oye, a excepción de unas pocas personas. Este Takbîr debe ser pronunciado en voz alta, con el fin de revivir la Sunna y como un recordatorio a los negligentes. Hay pruebas sólidas de que Ibn ‘Umar y Abû Hurairah (radiallâhu ‘anhumâ) salían al mercado durante los primeros diez días de Dhul-Hiÿÿah, recitando Takbîr, y la gente lo recitaba cuando lo escuchaban de ellos. La idea detrás de recordar a la gente la recitación del Takbîr es que cada uno debe recitarlo individualmente.

Realizar el Haÿÿ y la ‘Umrah. Una de las mejores obras que se pueden hacer durante estos diez días es llevar a cabo el Haÿÿ a la Casa de Allâh. Aquel a quien Allâh ayuda a ir en peregrinación a Su Casa y lleva a cabo todos sus ritos bien, estará incluido en las palabras del Profeta (sallallâhu ‘alaihi wa sallam): “Un Haÿÿ aceptado no tiene otra recompensa que el Paraíso”.

Hacer más buenas obras en general, porque las buenas acciones son amadas por Allâh y traen una gran recompensa de él. Quien no es capaz de ir al Haÿÿ debe ocuparse en estos días en la bendición de adorar a Allâh, la oración, la lectura Qurân, el recuerdo de Allâh, hacer súplicas, dar caridad, honrando a sus padres, la defensa de los lazos de parentesco, recomendar el bien y prohibir el mal, y otras buenas obras y actos de adoración.

Sacrificio. Entre las acciones que uno debe realizar en estos días es el sacrificio de un animal, que llevará a una persona a estar cerca de Allâh, al elegir un animal de alta calidad, gastando dinero por la causa de Allâh. Esto se hace el día 10 y se puede prolongar por 3 días más. Este noble acto conlleva una gran recompensa. Además es la Sunna del Profeta Ibrahim (‘alaihis-salam). Rasûlullâh (sallallâhu ‘alaihi wa sallam) nos alentó a realizar esta gran Sunna, él también advirtió a quien teniendo la capacidad de hacerlo y no hace, de acercarse al lugar donde se lleva a cabo la oración del ‘Îd al Adha.

En relación a las normas para el sacrificio, existen muchas consideraciones y etiquetas que hay que tener presentes. Estas normas las podemos encontrar en los libros de jurisprudencia o consultar con los sabios.

Arrepentimiento sincero. Una de las cosas más importantes que hacer durante estos diez días es arrepentirse sinceramente ante Allâh y renunciar a todo tipo de desobediencia y trasgresión. Arrepentimiento significa volverse hacia Allâh y dejar toda acción que Le desagrada, ya se abierta y secretamente, sintiendo remordimiento y abandonando inmediatamente el error con la firme determinación de no volver jamás a esas acciones, más bien adhiriendo firmemente a la verdad haciendo lo que Allâh más complace.

El musulmán debe estar atento a no perderse ninguna de estas importantes ocasiones, porque el tiempo pasa rápidamente. Es mejor estar preparados obrando el bien de tal manera que estas acciones traigan su recompensa a quien las realiza en los momentos en que esté más necesitado de ellas, no importando que cantidad de recompensa pueda obtener, siempre encontrará que es menos de lo que necesita. El tiempo de la partida de este mundo está a la mano, el camino es largo, pero Allâh está siempre viéndonos. Hacía Él hemos de retornar y rendir cuentas, como dice Allâh en el Qurân: “Y el que haya hecho el peso de una brizna de bien, lo verá; y el que haya hecho el peso de una brizna de mal, lo verá.” (Sûrah Az-Zalzala [99], âyât 7 y 8).

Hay mucho que ganar, así que debemos aprovechar lo más posible las oportunidades que nos brindan estos diez invaluables e insustituibles días. Debemos apresurarnos a hacer buenas obras antes de que llegue la muerte, antes de que lamentemos la propia negligencia y omisión, antes de que se nos pida dirigirnos a un lugar donde ninguna oraciones será contestada, antes de que la muerte se interponga entre el esperanzado y las esperanza y las cosas que espera, antes de ser atrapado con sus obras en la tumba.

¡Oh tú, cuyo duro corazón es tan oscuro como la noche ¿No es tiempo de que tu corazón se llene de luz y se vuelva suave? Exponte a ti mismo a la suave brisa de la misericordia de tu Señor durante estos diez días, porque Allâh hará que esta brisa toque a quien Él quiere, y el que es tocado por ella será feliz en el Día del Juicio.

Quiera Allâh darnos el taufiq, la capacidad y el éxito de obtener el mayor beneficio de estos benditos días


suleyman Yerrahi

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