Las tropas del régimen sionista de Tel Aviv anunciaron que desde la tarde del pasado domingo y hasta la medianoche del próximo miércoles (14 de mayo) no permitirán a los palestinos pasar de Cisjordania a los territorios ocupados palestinos.

 Este acto del régimen usurpador se suscita a unos días del aniversario del Día de la Nakba (de la catástrofe), prevista para el 15 del mes de mayo.

    El régimen de Israel alegó que sólo en casos especiales y después de lograr un permiso de las autoridades israelíes dejarán a los palestinos entrar y salir de Cisjordania.

    El día de la Nakba es la jornada en la que los palestinos recuerdan la ocupación israelí de los territorios de Palestina y la formación del régimen ilegal de Israel en 1948.

    Es la fecha conmemorativa más importante del calendario palestino, y las protestas y expresiones de ira se suceden también fuera de los territorios ocupados palestinos.

    En este sentido, en vísperas del 66 aniversario del Día de la Nakba (de la catástrofe), el Ministro palestino de Deportes, Juventud y Cultura, Mohamad al-Madhun, adelantó este domingo que se están realizando los preparativos para rememorar ese día.

    Al-Madhun expresó su apoyo a la reconciliación nacional palestina y ha insistido en la unidad de sus compatriotas para enfrentar las conspiraciones del régimen de Israel.

    Además ha manifestado su respaldo a los residentes de los campamentos palestinos dentro y fuera de los territorios ocupados y ha subrayado el derecho de los desplazados a volver a su patria.

    Desde la ocupación de los territorios palestinos, el régimen de Israel ha cometido crímenes y matanzas contra la nación palestina, ha denunciado Al-Madhun. El año pasado, decenas de palestinos fueron asesinados por las fuerzas israelíes en el sur de El Líbano, Gaza, Cisjordania y los altos del Golán durante las protestas del Día de la Nakba.

Presos palestinos cumplen 12 días de huelga de hambre

    Más de un centenar de presos palestinos internos en cárceles israelíes alcanzaron este lunes 12 días de huelga de hambre y tres de ellos debieron ser hospitalizados para recibir atención sanitaria, según han informado fuentes palestinas.

    Según los últimos datos difundidos por la Sociedad para los Presos Palestinos (SPP), ya son 120 los reclusos que se sumaron a la acción para protestar contra las detenciones indefinidas sin juicio, informa la agencia de noticias palestina Maan.

    Las autoridades penitenciarias israelíes, por su parte, reaccionaron imponiendo un régimen de aislamiento individual a los participantes. De ellos, 51 están en centros de la región del desierto del Negev y 37 más en la cárcel de Ofer. El resto están en la prisión de Megiddo.

    Una portavoz del servicio de prisiones israelí, Sivan Weizman, desmentió que los participantes en la huelga de hambre se encuentren en confinados en celdas de incomunicación, aunque sí reconoció que han sido apartados de los demás presos en declaraciones a la agencia Maan.

    La huelga de hambre indefinida comenzó el pasado 24 de abril, una nueva acción contra la denominada “detención administrativa” que permite a las fuerzas de seguridad israelíes mantener bajo custodia a presos palestinos sin necesidad de comparecer ante un tribunal.

    Hay otros presos que llevan más tiempo en huelga de hambre, como Ayman Tbeish, que ha cumplido 64 días sin ingerir alimentos y se encuentra ingresado en el Hospital de Assaf Harofeh. Los médicos advierten de que su vida corre serio peligro, según la SPP. Otro prisionero, Adnan Shanayta, de Belén, lleva 39 días en huelga de hambre y está ingresado en el Hospital Tel Hashomer.

    El viernes, más de 2.000 personas se manifestaron en la ciudad palestina de Hebrón para expresar su apoyo a los presos en huelga de hambre.

    En el acto participaron tanto el Movimiento Al-Fatah del presidente palestino, Mahmud Abbas, como el principal grupo de oposición, el partido islamista HAMAS.

    A fecha del pasado 1 de abril había 186 palestinos, incluidos nueve diputados, en “detención administrativa” en las cárceles israelíes pese a que el Derecho Internacional establece que esta práctica solo se debe aplicar en circunstancias muy excepcionales y no como recurso habitual.