En el marco de la investigación sobre los atentados de Reyhanli (el 11 de Mayo de 2013), la policía turca procedió el 27 de Mayo de 2013, a una serie de investigaciones entre los militantes del Frente al Nusra que se encuentran en Adana y Mersin.

Como resultado, doce sospechosos fueron arrestados y 2 kgs de gas sarin fueron encontrados en poder estos militantes que se disponían a utilizarlo en Turquía y Siria. El gas sarin es un arma química prohibida por la ONU en 1991.

Reaccionando a este anuncio, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, dijo que su país esperaba los resultados de la investigación sobre este asunto. “Moscú está decepcionado por el fracaso de la misión de la ONU en promover una investigación sobre el uso de armas químicas por parte de los militantes sirios debido a los juegos políticos,” señaló.

El pasado mes de marzo, 25 personas fallecieron por un ataque con armas químicas en Jan al Assal, una localidad cercana a Alepo. El ataque fue llevado a cabo por militantes sirios, según han reconocido fuentes de la ONU.

Sin embargo, EEUU y sus aliados occidentales han actuado para bloquear la investigación, pedida por el gobierno sirio, mientras acusan hipócritamente a este último, sin ninguna prueba, de haber utilizado esas mismas armas.