Pancartas en español en el Viernes del 'Ni un paso atrás' en Iraq
Liberado Uday al-Zeidy mientras tres de sus compañeros permanecen
desaparecidos
Ante la nula cobertura de los medios de comunicación, los iraquíes lanzan sus consignas en español, la cuarta lengua más hablada del mundo. Tikrit, Viernes del 'Ni un paso atrás', 25 de enero de 2013. |
El mismo viernes, al caer la noche, Uday
al-Zeidi fue puesto en libertad mientras tres de sus compañeros
permanecen desaparecidos. Los detenidos fueron insultados y golpeados. Les
robaron sus cámaras de fotos y teléfonos móviles, utilizando para ello la
ley de Expropiación que permite, 'por necesidades de seguridad', robar
cualquier pertenencia a los detenidos, estén estos acusados de algún delito
o no.
La máxima preocupación de todas las organizaciones iraquíes e
internacionales gira ahora en torno a los tres compañeros que fueron
arrestados junto con el dirigente de las revueltas y quienes, según
testimonio directo del propio al-Zeidi, están en paradero desconocido. Los
desaparecidos son: el profesor Saad Tarar, perteneciente al Movimiento de
Liberación del Sur, el activista Saad Mohamed Saidi Abu Tiba, originario de
la provincia de Dhi Qar, y Omar Abdul Salam Mansur, de la ciudad de Safuan.
Esta es una de las prácticas de tortura habituales del gobierno de Maliki:
la desaparición de los presos que pueden aparecen posteriormente asesinados
o no aparecer nunca. La presión psicológica que supone para las familias la
desaparición de uno de sus miembros es indescriptible; es un arma de tortura
del gobierno heredero de la ocupación para provocar la paralización por el
pánico y evitar que la gente salga a la calle. Según testimonio de un iraquí
participante en las protestas y que no quiere ser identificado: "[...]
Cuando salimos a la calle las personas mayores de la familia, que se quedan
al cuidado de los niños, no temen que nos maten, temen que desaparezcamos".
Tras la liberación, la CEOSI ha sabido que quienes perpetraron las
detenciones fueron las milicias de Maliki que apoyan a Wilayat al Faquih
pertenecientes, probablemente a un brigada bajo el mando del general Abdul
Husseín al-Tamini.
El pasado 25 de enero, como todos los viernes, se esperaban manifestaciones
multitudinarias y el gobierno, no tiene más arma que la represión. No hay
que olvidar que en Faluya, tras comenzar las manifestaciones de forma
pacífica, como han sido todas hasta ahora, las fuerzas de seguridad del
gobierno intervinieron y asesinaron a diez manifestantes; el número de
heridos se calcula en más de 100, y entre ellos hay varios niños y un
periodista. A este respecto, y dando nuevas muestras de un cinismo
incalificable, el viceministro de Defensa anunció que crearía 'otro comité'
para investigar lo sucedido, el mismo personaje que fue el primero en enviar
las tropas a
al-Anbar en el primer día de las protestas para que impidieran las
manifestaciones.
Omar Ani al-Ani, asesinado en Faluya por asistir a la manifestación del Viernes del 'Ni un paso atrás'. |
Sin embargo, las detenciones arbitrarias y las desapariciones no van a hacer
que el pueblo dé un paso atrás, como así han manifestado en diferentes
comunicaciones con la prensa, lo que ha quedado más patente que nunca
convocando el viernes 25 bajo el lema de 'Ni un paso atrás'. Los iraquíes
han padecido y padecen una situación que es difícil imaginar cómo pueden
resistir: a los asesinatos, las desapariciones,
la detenciones generalizadas,
la tortura y las violaciones, la carencia de servicios necesarios para
llevar una vida normal (agua, electricidad, escuelas, centros de salud,
etc.) se une la corrupción endémica y la total y absoluta falta de
protección por parte del Estado y de su sistema judicial, podrido desde la
raíz.
La oración del viernes 25 del 'Ni un paso atrás' fue dirigida por Mohamed
al-Dulaimi quien advirtió al gobierno: "[Maliki] no puede ni seguir
ignorando nuestras peticiones ni continuar violando nuestros derechos, de
otro modo esto será como la erupción de un volcán".
Tras un mes de protestas, cada viernes aumenta el número de ciudades en
las que los iraquíes salen a la calle en defensa de su derecho a la
ciudadanía y a un Estado que actúe como tal. El pasado día 25 las
manifestaciones más multitudinarias se produjeron en Ramadi, Samarra, Mosul,
Faluya Bagdad, Kirkur y Bacuba, ciudad esta última en la que Hasan al-Zaidi,
dirigente tribal afirmó que "[...] El gobierno debe responder a nuestras
exigencias antes de que estalle una revolución que acabe con el gobierno".
No podemos obviar que al poco de volver a estallar las manifestaciones las
exigencias se centraron exclusivamente en una:
la caída del régimen de Maliki. Por otro lado, todas las intervenciones
de los máximos dirigentes tribales, producidas en las diversas
manifestaciones por todo Iraq, señalaron el carácter no sectario de las
protestas.
Por su parte, al-Maliki, como animal acorralado, actúa cada vez de forma más
brutal y dictatorial, prohibiendo el derecho de la prensa nacional a
informar de las protestas, de las que sigue culpando a 'los terroristas', a
'los miembros del Baaz' y a las 'potencias extranjeras en la región'.
Faluya, Manifestación del viernes 25 de enero de 2013. |