CIENCIAS DEL ISLAM |
PARTE
II
CLASIFICACIÓN
DE LAS CIENCIAS
DEL HADIZ
LECCIÓN 7
En este capítulo vamos a enumerar los principales libros clásicos que
reúnen hadices y la validez de cada uno de ellos, es decir, el grado de
reconocimiento que tales libros tienen entre los musulmanes y la confianza que
les merecen. Se trata, pues, de las obras en que aparece el hadiz como riwâya,
como relato.
Son muchísimos los libros elaborados como colecciones de hadices.
Algunos de ellos nos han llegado y otros aún no. Muchos se encuentran aún
manuscritos en las bibliotecas del mundo a la espera de expertos que los
analicen y publiquen. Es normal que sean tantas las colecciones de hadices, pues
el número de estos es inmenso. Por ejemplo, el Imâm Ahmad ibn Hánbal estudió
setecientos cincuenta mil hadices, de los que escogió cuarenta mil para su
colección llamada Músnad, y fueron los que él pudo autentificar. El Imâm
as-Suyûtî intentó reunirlos todos en una obra enciclopédica, el Ŷam‘
al-Ŷawâmi‘, pero murió cuando llevaba anotados sólo cien mil
hadices y tenía preparados otros cien mil.
Estas colecciones de hadices se llevaron a cabo en distintas épocas, y
no todas tienen la misma credibilidad. Los expertos han reunido las más
importantes en Tabaqât o categorías.
Clasificación
en Tabaqât de los libros en los que se relatan hadices
1- La primera Tábaqa consiste en los libros más fiables,
y son tres: el Sahîh de al-Bujâri, el Sahîh
de Múslim y la Mawatta del Imâm Mâlik. Estos autores se empeñaron
en juntar sólo hadices que superasen una dura crítica, por lo que el material
que contienen sus libros pasó una criba que sólo dejó en ellos relatos en
grado de mutawâtir, sahîh o hásan (esta
terminología será analizada en próximos capítulos; valga solo adelantar que
se trata de hadices auténticos).
2- La segunda Tábaqa agrupa el Ŷâmi‘ de at-Tirmîdzî,
el Súnan de Abû Dâwûd, el Músnad de Ahmad ibn Hánbal,
el Muŷtabâ de an-Nasâî y el Músnad de ad-Dârimî. Son
obras que no alcanzan el grado de los mencionados en el apartado anterior pero
sus autores no se permitieron ninguna negligencia (aunque entre sus hadices
alguno que es de grado débil, da‘îf) y los críticos los aceptaron
abiertamente por el rigor de sus criterios. El conjunto de estas dos Tábaqât
es la fuente más autorizada para entresacar de sus textos normas y
conocimientos ciertos sobre el Islam. Los expertos en materia de hadiz se apoyan
especialmente en estos libros.
3- La tercera Tábaqa es una en la que abundan los hadices
débiles (da‘îf) del tipo shâdzdz, múnkar y múdtarab, y
donde algunos de los garantes citados no son muy conocidos. Ocurre en el Músnad
de Ibn Abî Sháiba, el Músnad de at-Tayâlisî, el Músnad
de ‘Abd ibn Hamîd, el Musánnaf de ‘Abd ar-Raççâq,
y los libros de al-Báihaqî, at-Tabarânî y at-Tahâwî.
De estas obras sólo pueden sacar provecho los muy experimentados en materia de
ciencias del hadiz, capaces de entresacar tras una crítica aguda los textos
aceptables. Es decir, su estudio exige una gran habilidad para separar lo fiable
de lo que puede ser rechazado tras el estudio pormenorizado de cada texto y sus
garantes.
4- La cuarta Tábaqa es una categoría desechable en la que
cabe una gran cantidad de obras tardías donde se recogieron leyendas,
supersticiones, cuentos, y se pusieron en boca del Profeta. Carecen de todo
rigor y son fácilmente detectables por los expertos aunque tengan audiencia
popular.
Los
Seis Libros (al-kútub as-sitta) o los Auténticos (as-Sihâh)
Es el nombre genérico que reciben las obras de al-Bujârî, Múslim, Abû
Dâwûd, at-Tirmîdzî, an-Nasâî e Ibn Mâŷa. Hay discrepancias entre los
expertos, y algunos enumeran en sexto lugar, en lugar de Ibn Mâŷa, al Imâm
Mâlik, mientras que otros prefieren a ad-Dârimî. Esta discrepancia se debe a
que algunos autores consideran que el libro de Mâlik es más un tratado de Fiqh
(Derecho) que una colección de hadices, a pesar del valor de los que cita.
En cualquier caso, la expresión los Cinco Libros (al-Kútub
al-Jamsa) tal vez sea más adecuada aplicándose a los libros anteriores
excluyendo los de Ibn Mâŷa, ad-Dârimî y Mâlik, en torno a los que hay
polémica en el sentido señalado. Cuando, al final de un hadiz, observemos la
anotación rawâhu l-jamsa, lo recogieron los cinco, se refiere a
que aparece en los cinco tratados (Bujâri, Múslim, Abû Dâwûd, at-Tirmîdzî
y an-Nasâî). Los hadices en los que coinciden Bujârî y Múslim son anotados
al final con las expresiones: rawâhu sh-shaijáin, lo recogieron los
dos maestros, o muttáfaq ‘aláih, de acuerdo sobre él.
Cada uno de los Seis Libros tiene su propia característica. Quien desee
amplios conocimientos sobre el Islam debe acudir al Sahîh
de al-Bujârî. Si lo que se busca es el hadiz en estado puro, lo más indicado
es el Sahîh de Muslim. Quien desee más datos sobre
el arte de la comunicación del hadiz, los encontrará en el Ŷâmi‘
de at-Tirmîdzî. Una buena recensión de los hadices referentes a las reglas
del Islam es el Súnan de Abû Dâwûd. Si se busca una exposición
ordenada, se encuentra en el libro de Ibn Mâŷa. Por su parte, an-Nasâî
reúne en su libro la mayor parte de las características señaladas.
Por lo general, el Sahîh de al-Bujârî es
considerado la obra más seria y rigurosa en materia de hadiz. Su autor fue
extremadamente escrupuloso, lo que le ha valido la fama de haber reunido hadices
de autenticidad indiscutible. Suele decirse que, después del Corán, es el
libro más fiable que existe en su fidelidad a los textos originales. Supera al Sahîh
de Múslim porque al-Bujârî ponía como condición (shart)
para aceptar que se comenzara la discusión en torno a un hadiz y realizar su crítica
el que se demostrara primero que el garante fuera contemporáneo de la autoridad
de la que dijera ser receptor de un hadiz y también tenía de demostrar haberlo
oído de él. Son las célebres dos condiciones de al-Bujârî: la mu‘âsara
y el samâ‘. Por su parte, Muslim sólo ponía la condición de la
contemporaneidad para iniciar el proceso de crítica. No obstante, algunos
autores del Magreb declararon su preferencia por el Sahîh
de Múslim. En cualquier caso, ambos tratados son, unánimemente, las obras
maestras en materia de hadiz y su fuente más seria y rigurosa.
El Sahîh de al-Bujârî junta unos dos mil
seiscientos dos hadices si no tenemos en cuenta las repeticiones o las variantes
de algunos de ellos. El autor dispuso el material en capítulos y les dio
nombres a éstos. Ibn Háŷar al-‘Asqalâni redactó un monumental
comentario al libro de al-Bujârî. Por su parte, Múslim juntó unos cuatro mil
hadices, si no contamos los repetidos, y no los dividió en capítulos (los capítulos
en los que está dividido en las ediciones actuales son debidos a an-Nawawî, el
principal comentarista del libro de Múslim).
En cuanto a la Mawátta de Mâlik, es tenida por los
expertos como el tercer libro en cuanto a su fiabilidad, y algunos autores lo
enumeran entre los Seis Libros. Los que lo excluyen del número de las
recopilaciones de hadices lo hacen a causa de sus muchas digresiones jurídicas,
lo que lo hace más próximo a los libros de Fiqh.
Las Summas o Ŷawâmi‘
Un Ŷâmi‘ (Summa, en plural Ŷawâmi‘)
es una recopilación de hadices que cubre la temática del hadiz, existiendo
cierto consenso en que los hadices son clasificables en ocho grandes bloques temáticos:
Bâb al-‘Aqâid, el Capítulo de los Postulados Doctrinales;
Bâb al-Ahkâm, Capítulo de las Normas Prácticas; Bâb
ar-Riqâq, Capítulo de las Normas de Conducta; Bâb Âdâb at-Ta‘âm
wa sh-Sharâb, Capítulo de las Cortesías en la Comida y la Bebida; Bâb
at-Tafsîr wa t-Târîj wa s-Síyar, Capítulo sobre Exégesis, Historia
y Biografías; Bâb as-Sáfar wal-Qiyâm wa l-Qu‘ûd, Capítulo
sobre el Viaje, el Levantarse y el Sentarse (también se llamado Bâb ash-Shamâil,
el Capítulo de los Rasgos); Bâb al-Fítan, el Capítulo de
las Discordias; y finalmente el Bâb al-Manâqib wa l-Mazâlib, el Capítulo
los Elogios y de las Censuras. Todo libro que ateinda a estos ocho capítulos
es un Ŷâmi‘, es decir, una Summa o Compendio.
Ejemplo, el Ŷâmi‘ de at-Tirmîdzî.
Los Musnad-s
Un Músnad (en plural Masânîd) es una recopilación de
hadices que los agrupa por trasmisores (y estos a su vez son ordenados por su
eminencia en el Islam o por su genealogía personal). Ejemplo de Músnad,
la obra de Abû Dâwûd. Si en un Músnad a su vez el material atribuido
a cada autoridad está ordenado por temas de Fiqh, recibe entonces el nombre de Musánnaf.
El Músnad más célebre es el del Imâm Ahmad ibn Hánbal,
que además contiene muchos hadices sahîh que no aparecen
en las obras de al-Bujârî o Múslim.
Los
Diccionarios (Ma‘âŷim)
Se llama Mú‘ŷam (diccionario) a las recopilaciones
de hadices por orden alfabético de los garantes, sus países, las tribus a las
que pertenecieron, etc. El autor más célebre de cuantos compusieron ma‘âŷim
fue at-Tabarânî.
Un Mustádrak es una obra en la que un autor recoge hadices que cumplen las condiciones que impusiera un maestro pero que a este último le hayan pasado inadvertidos. El Mustádrak más importante es el que compuso al-Hâkim an-Nîsâbûrî como apéndice para los Sahîh de al-Bujârî y Múslim (no obstante, este Mustadrak ha sido muy criticado porque añade hadices que no habrían admitido ni al-Bujârî ni Muslim).
Los Mustajraŷât
Un Mustájraŷ es un libro en el que su autor recoge hadices
reunidos por otro pero los cita con su propia cadena de garantes. Es decir, los
refuerza con otra vía de comunicación. Ejemplo de ello son el Mustajraŷ
de Abû Bakr al-Ismâ‘îlî sobre al-Bujârî, el Mustájraŷ de Abû
‘Awâna sobre Múslim, el Mustájraŷ de Abû ‘Ali at-Tûsî
sobre at-Tirmîdzî y el Mustájraŷ de Muhammad ibn ‘Abd al-Málik
ibn Áiman sobre Abû Dâwûd.
Un Ŷuç (en plural Aŷçâ) o Parte es un
tratado que recoge únicamente los hadices que tienen un mismo trasmisor o un
mismo tema. Por ejemplo, el Ŷuç de Abû Bakr o el Ŷuç
que trata de las normas según las cuales se debe realizar el Qiyâm al-Láil
(autor: al-Marûçî) o el Ŷuç acerca del Salât ad-Duhà
(autor: as-Suyûtî).